La Federación Venezolana de Fútbol (FVF) condenó las agresiones de la Policía Nacional de Perú contra los jugadores de la Vinotinto, tras el fin del partido en el que la selección nacional empató 1-1 con el combinado de ese país este martes 21 de noviembre.
A través de un comunicado, que se hizo público después de las denuncias y quejas de la Cancillería y el Ministerio para la Juventud y el Deporte, el ente federativo emitió un pronunciamiento.
Al inicio del texto señalan su rechazo a las agresiones físicas y verbales, los actos de discriminación y xenofobia “sufridas por nuestro equipo y nuestra afición… Nuestra federación no tolerará, ni dentro ni fuera de las fronteras venezolanas, ningún trato vejatorio a nuestros jugadores miembros del equipo técnico ni seguidores de nuestra selección”.
Añaden que los anuncios de controles migratorios para la comunidad venezolana en Perú, que es de 1,5 millones de personas, fue caldo de cultivo para el inicio de las hostilidades contra la Vinotinto y su fanaticada.
“Hemos estado sometidos a estas prácticas ‘antifútbol’ como las medidas de seguridad nunca antes vistas relacionadas con la verificación de las condiciones migratorias para ingresar al estadio; una acción que atenta contra los derechos humanos de nuestros compatriotas y el espectáculo deportivo en general”, lamentan.
Confirman agresión a Ferraresi
También califican como “muy grave” la lesión que sufrió el futbolista Nahuel Ferraresi, aunque no mencionan su nombre, por las agresiones de parte de la Policía Nacional de Perú.
Hacen mención a las palabras de “comentaristas deportivos” peruanos en contra de las venezolanas, algo que consideran no van a permitir ni tolerar.
“De manera inmediata nuestras autoridades actuarán ante las diferentes instancias competentes, dentro y fuera del fútbol, para que estas agresiones no queden impunes, y garantizar, así, que situaciones lamentables de este tipo no vuelvan a producirse”.
El comunicado no hace mención de la queja del canciller venezolano, Yván Gil, quien más temprano denunció que al avión que traslada a la Vinotinto le impedían recargar combustible para salir del aeropuerto Jorge Chávez de la capital peruana.
Esta acción la tildó como “un secuestro” y una continuación de las agresiones que vivió la selección de fútbol y la población venezolana en Perú.
Sin embargo, en un comunicado posterior la FVF sí denunció la situación del avión de la Vinotinto, al decir que seguía varado en el aeropuerto Jorge Chávez de Lima.
