Luego de que se conoció sobre una Notam (Notice To Airmen o “notificación a los aviadores”) del Gobierno de Nicolás Maduro en la que se anuncia la suspensión de vuelos comerciales entre Venezuela y Chile, se han encendido las alarmas, especialmente entre quienes han migrado o tienen familiares que lo hicieron al país austral.

La presunta Notam, no publicada oficialmente aún por el Instituto Nacional de Aeronáutica Civil (INAC), pero que sí circuló de manera interna entre el personal nacional aeronáutico y se “filtró” a la prensa, detalla que la medida sería tomada hasta el 25 de diciembre.

Rodolfo Ruiz, abogado experto en asuntos aeronáuticos, comentó en entrevista con la periodista Shirley Varnagy que ninguna autoridad venezolana hasta los momentos ha anunciado la medida.

“Lo bueno dentro de lo malo de la noticia es que es una Notam tipo C, de carácter interno o nacional, y no una A, la que se emite internacionalmente. Sin embargo, lo prudente es esperar el comunicado oficial. Pero, asumiendo que la medida es inevitable, eso afectaría a los pasajeros con vuelos programados y reduciría la conectividad aérea de Venezuela con el resto del mundo, especialmente el sur del continente”.

Aseveró Ruiz que de darse la confirmación oficial, este sería el cuarto destino con el que Venezuela rompe relaciones en el contexto postelectoral; recordando que esta supuesta medida tomada este miércoles obedece a una respuesta a las palabras que desde la ONU emitió el presidente chileno, Gabriel Boric, sobre los últimos acontecimientos políticos en Venezuela.

El abogado espera que la decisión sea de carácter temporal y que se permita a los venezolanos poder retomar vuelos hacia y desde Chile.

Venezuela desconectada

Según el portal especializado en aeronáutica civil Aviación Online, en la actualidad solo se contaba con la operación de Aerolíneas Estelar, que últimamente estaba enviando un Boeing 737-400 de la empresa Transmandú con escala en Lima, Perú. Esto permitía que muchos venezolanos que residen en Chile puedan viajar casi de forma directa a Caracas sin pasar por escalas y cambios de aviones como lo son vía LATAM y Avianca (vía Bogotá) o por Copa Airlines (vía Panamá). 

“La medida deja sin puente aéreo directo a comunidad extranjera con más residentes en Chile y de la cual Boric hizo referencia al decir que “Chile no está en condiciones de recibir más migrantes”. Anteriormente y luego del caso Emtrasur, Conviasa suspendió la misma ruta por temor a que fuesen retenidos sus Airbus A340-600”, destaca esta página web.

La presidenta de la Asociación de Líneas Aéreas en Venezuela (ALAV), Marisela de Loaiza, explicó que con esta suspensión, que se une a la ya impuesta con Panamá, República Dominicana y Perú, es una medida “política” con la que Venezuela reduce en más de 54 % su conectividad internacional.

“De los 181 vuelos internacionales a la semana que había antes de la medida, quedaban 83, es decir, 98 menos, que equivalen a unos 15.000 asientos semanales que ya no están disponibles. Perdimos más de la mitad de la conectividad internacional”, dijo la dirigente gremial, quien dice no entender el motivo de esa medida que —advirtió— repercute no solo en el turismo, sino también en la economía.

Esperan reconsideración

La conexión con esos países revistió gran importancia para Venezuela debido a su aún baja oferta de vuelos internacionales directos, pese a que su conectividad con el mundo mejoró tras la pandemia del coronavirus, que significó otra estocada para un sector que ya sufría las consecuencias de la crisis económica que comenzó en 2014.

Un total de 352 frecuencias semanales internacionales tenía Venezuela en 2013, el “momento de mayor auge por el acceso a divisas”, cifra que se redujo en seis años hasta “solo 100” en 2019, debido al “retiro gradual de las líneas aéreas” por “la imposibilidad de repatriar los fondos a sus países de origen”, así como a “la caída del mercado”, según la presidenta de ALAV.

“Desde ALAV, esperamos que se reconsidere la medida actual de suspensión de vuelos, y que muy pronto se autoricen las frecuencias habituales, para retomar la senda de crecimiento del mercado aerocomercial, en beneficio de viajeros, aerolíneas, actividades de turismo nacional e internacional, y de la economía en general”, añadió.

Por su parte, Vicky Herrera, presidenta de la Asociación Venezolana de Agencias de Viajes y Turismo (Avavit), indicó que luego de la medida contra los primeros tres países se perdieron 95 vuelos de los 181 que se realizaban en la semana. Tal reducción se traduce en 15.000 asientos menos y miles pasajeros afectados. 

Solamente se realizan de 83 a 87 vuelos a la semana. Venezuela perdió un 50% de su conectividad internacional, lo que repercute no solo en el turismo, sino también en la economía del país, explicó en entrevista con Cronica.uno.