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A un mes de que se cumpla el primer año de vigencia del Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras (Igtf) para los pagos con divisas, los comerciantes de distintos sectores económicos volvieron a insistir en que hay que reformular este tributo. La petición más común es que se baje la tasa, en especial a los pagos hechos con moneda extranjera.

“Lo que hemos sugerido es que se reduzca ese Igtf a 0,5 %, que se convierta en impuesto al débito bancario y que una parte de las divisas que están en el mercado informal sean llevadas al sistema bancario nacional como crédito” explicó Italo Atencio, presidente de la Asociación Nacional de Supermercados y Autoservicios (Ansa), en una entrevista cedida a Unión Radio.

Esta propuesta supone una reducción de más de 80 % de la tasa actual del Igtf, que está fijada en 3 % para cualquier persona que pague con dólares u otra moneda extranjera y en 2 % para los pagos en bolívares de aquellos contribuyentes que el Seniat etiqueta como “sujetos pasivos especiales”.

Así se muestra el cobro del Igtf en las facturas del supermercado | Foto: Efecto Cocuyo

Los supermercados son unos de los principales lugares en los que se tiene que cancelar este impuesto, como un adicional al momento de pagar con dólares en efectivo.

El elemento más polémico del Igtf es que su cancelación se hace igual si la compra es, por ejemplo, de apenas una docena de huevos o si se trata de un mercado familiar mensual para cinco personas. Al final, el monto de la compra no importa, sino el método de pago con dólares en efectivo.

Los supermercados tuvieron que adaptarse y empezar con el cobro del Igtf durante mayo de 2022, tras la reforma legislativa que se hizo en el seno de la Asamblea Nacional dirigida por Jorge Rodríguez.

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Propuesta de larga data

La propuesta de Ansa de que se baje la tasa del Igtf no es la primera. Durante el año pasado, otros gremios empresariales como la Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción de Venezuela (Fedecámaras) y la Confederación Venezolana de Industriales (Conindustria) también habían pedido que se redujera el impacto de este tributo tanto en las operaciones con bolívares como aquellas con divisas.

“El Estado necesita recaudar, pero lo que pedimos es que sea razonable y se adecúe a la tasa de inflación actual y se reduzca ese porcentaje del Igtf” expresó Luigi Pisella, presidente de Conindustria, durante la presentación de la encuesta coyuntural en mayo del año pasado.

La presidenta del Consejo Nacional del Comercio y los Servicios (Consecomercio), Tiziana Polesel, también expresó que la tasa actual del Igtf tiene que bajarse para que “permita la fluidez” de la actividad económica.

Desde otros frentes empresariales como la Cámara de Comercio, Puerto Libre y Producción de Nueva Esparta la petición fue más amplia: la eliminación del Igtf. Su presidente, José Gregorio Rodríguez, insistió en que el Igtf representa un obstáculo para el desarrollo del turismo en la isla. “Va contracorriente a un planteamiento de una zona económica especial” expresó el dirigente gremial.

Sin embargo, el Igtf es un tributo que representa 15,26 % de los ingresos no petroleros que espera percibir el Estado venezolano durante este año, de acuerdo con el Presupuesto General de la Nación 2023 filtrado por la prensa. Se trata, en definitiva, del tercer impuesto más importante para el fisco nacional, solo después del Impuesto al Valor Agregado (IVA) y el Impuesto sobre la Renta (Islr).

Foto principal: Mairet Chourio