Hezbolá confirmó la muerte de su líder Hassan Nasrallah y prometió continuar su lucha contra Israel.
«Su Eminencia, el Maestro de la Resistencia, el justo siervo, ha fallecido para estar con su Señor», dice el comunicado del grupo armado chiita libanés.
Horas antes, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) habían afirmado que habían eliminado a Nasrallah en un comunicado publicado en la cuenta de la red social X que decía: “Hassan Nasrallah ya no seguirá aterrorizando el mundo”.
La noticia de la muerte del líder de Hezabolá se produce luego de una serie de ataques aéreos en Beirut durante la noche que tenían como objetivo a Nasrallah y otros comandantes.
Poco después del comunicado, las FDI publicaron un video con un mensaje del jefe del Estado Mayor, teniente general Herzi Halevi.
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“El mensaje es muy claro, sabemos que podemos llegarle a quienquiera que amenace a los ciudadanos israelíes y, en el norte, sur, o más allá”, declaró Halevi.
El teniente general reveló que el operativo se realizó después de “mucha preparación”.
“Era el momento exacto, lo hicimos en una manera muy precisa”, dijo. “Este no es el final de nuestra caja de herramientas, seamos claros. Tenemos más capacidad en el futuro”.
Según informaron durante la tarde de este sábado autoridades del Líbano, los ataques terminaron con la vida de 11 personas, mientras que otras 108 quedaron heridas.
Israel aseguró que otros altos miembros de la organización respaldada por Irán murieron junto con Nasrallah, incluyendo el comandante del frente norte de Hezbolá.
Las FDI informaron que los aviones de combate realizaron un “ataque dirigido” al cuartel central de Hezbolá, que estaba ubicado “subterráneamente, metido bajo un edificio residencial en la zona de Dahieh en Beirut”.
Añadieron que el ataque se llevó a cabo mientras la “cadena de comando mayor” del grupo se encontraba operando desde el suburbio de Dahieh en el sur de la capital libanesa, un bastión del grupo armado.
La reacción de Irán
Tras conocerse la noticia, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní, Nasser Kanaani, dijo que el ataque era un «crimen de guerra» por el que tanto Israel como Estados Unidos tendrán que rendir cuentas.
Además, según informaron funcionarios iraníes este sábado, el comandante adjunto de operaciones de la Fuerza Revolucionaria Quds de Irán, Abbas Nilforushan, también murió en el atentado en Beirut.
La Fuerza Quds es el brazo de operaciones en el extranjero del Cuerpo de la Guardia de la Revolución Islámica de Irán (IRGC), creado a raíz de la revolución de 1979 para defender el sistema islámico del país.
El líder supremo de Irán, Ayatolá Jamenei, se pronuncióen su sitio oficial, pero no mencionó a Nasrallah en su comunicado.
Condenó lo que llamó la matanza de “personas indefensas en Líbano”, diciendo que “comprobaban la miopía y políticas ingenuas de los líderes” de Israel.
Aseguró que Israel era “demasiado pequeño para causar daños significativos a las fortificaciones de Hezbolá en Líbano” e instó a “todas las fuerzas de resistencia en la región a apoyar y unirse a Hezbolá”.
En Irán se han decretado cinco días de luto por la muerte de Nasrallah.
Hasta ahora, Teherán se ha mantenido al margen de las hostilidades entre Israel y Hezbolá, pero la República Islámica corre el riesgo de ver la desarticulación sistemática de su aliado clave en Medio Oriente, señala el corresponsal de Seguridad de la BBC, Frank Gardner.
Con la ayuda de la Guardia Revolucionaria de Irán, Nasrallah convirtió lo que era una pequeña milicia local en lo que se podría considerar la fuerza militar no estatal más poderosa del mundo, almacenando un enorme arsenal que todavía posee bajo tierra.
“Sin él y muchos de los altos comandantes recientemente asesinados por Israel, la organización quedará severamente diezmada, tanto en reputación como en capacidad”, indica Gardner.
“Habrá llamados para tomar venganza y todos los ojos estarán sobre Israel para ver cómo reacciona”.
Tampoco se sabe cómo responderá Hamás. Hasta ahora, el grupo se limitó a lamentar el ataque y manifestar su «solidaridad con los hermanos de Hezbolá y la Resistencia Islámica de Líbano», según un comunicado.
Según el corresponsal de la BBC en Beirut, Hugo Bachega, todo parecía indicar que Hezbolá no estaba interesado en un gran enfrentamiento con Israel que pudiera resultar en la destrucción de su infraestructura y el asesinato de sus líderes clave. Pero eso es lo que ha pasado y es lo que plantea el gran interrogante.
“Existe el temor de que una ampliación del conflicto entre Israel y Hezbolá podría forzar a otros grupos patrocinados por Irán en la región de unirse a Hezbolá en esta lucha”, apunta el corresponsal.
Bachega coincide con la opinión del resto de los analistas de la BBC que este es un momento muy peligroso en Medio Oriente con consecuencias impredecibles.
Durante la tarde de este sábado, Israel afirmó que interceptó un misil supuestamente lanzado por los Hutíes desde Yemen. Los Hutíes son un grupo armado chiita yemení y han apoyado a Hamás tras los ataques de Israel en Gaza desde octubre pasado.
«A todos pero no a él»
Los partidarios del líder de Hezbolá han reaccionado con profunda consternación.
La corresponsal del Servicio Árabe de la BBC, Carine Torbey, habló con algunos de los desplazados de Ain al-Mraysseh, un barrio de Beirut, tras confirmarse la muerte de Nasrallah.
«Muchos no pudieron asimilar la noticia. Algunos se desplomaron en el suelo, otros empezaron a gritar, a correr en todas direcciones y a llorar», afirmó.
Una de ellas le dijo a la BBC: «Ojalá nos hubieran matado a todos y lo dejaran a él vivo».
«Cómo podría volver a Dahieh sabiendo que Sayyed (Hassan Nasrallah) ya no está allí», sostuvo otra de las partidarias del líder de Hezbolá.
La conmoción es enorme, según Torbey. «Nasrallah no era sólo el líder más importante para su gran base de seguidores: era un ídolo», informó la corresponsal.
Tras el ataque, miles de civiles de la zona sur del Líbano se han desplazado a la capital en busca de refugio, a la vez que han comenzado a congregarse en las plazas principales de Beirut.
Análisis de Jeremy Bowen, editor internacional de la BBC
El asesinato del líder de Hezbolá Hassan Nasrallah les reforzará su creencia de que este es el mayor triunfo contra su gran enemigo.
Han movilizado más soldados, parecen querer acelerar las acciones y hasta podrían estar pensando en una incursión terrestre de Líbano.
La acción de Israel implica una escalada tremenda.
Durante los últimos 11 meses, ha habido un toma y dame de parte de ambos lados, aunque con mucha más contundencia de la parte israelí.
Pero ahora han decidido que arremeterán, y estarán encantados con los resultados porque, contrario a la guerra en Gaza, que no esperaban, Israel ha estado planeando esta guerra desde 2006 y ahora está poniendo esos planes en efecto.
Hezbolá enfrenta grandes desafíos, tras la confirmación de la muerte de su líder.
Su cohetes siguieron cayendo otra vez en territorio israelí esta mañana, lanzados hacia áreas más al sur, así que están respondiendo, pero este es un período muy incierto y eso es parte del peligro.
La predictibilidad de una guerra de desgaste que continuaba día tras días significaba que la gente sabía donde estaba. Ahora no se sabe absolutamente nada.