El ADN zurdo: explorando la predisposición cerebral

Investigadores en psicolingüística han llevado a cabo un estudio exhaustivo, utilizando datos genéticos de más de 350.000 personas. En su trabajo publicado en la revista Nature Communications, han explorado similitudes y diferencias entre los trastornos cerebrales y raros factores de codificación, que están relacionados con el uso de la mano izquierda.

Resulta que las orientaciones restringidas hacia el uso del lado derecho o el izquierdo, son sorprendentemente comunes en la biología. Incluso las moléculas exhiben una propiedad llamada quiralidad, que conlleva a una orientación de la luz polarizada, hacia la derecha o a la izquierda.

Por ejemplo, los componentes básicos de las proteínas suelen tener una estructura que se describe como zurda, mientras que el ADN, presente de forma natural en todos los seres vivos, se enrosca en forma diestra.

Nuevas rutas de exploración

La asimetría cerebral es un concepto conocido: cada hemisferio del cerebro se especializa en funciones distintas. Por lo general, el hemisferio izquierdo domina el lenguaje, mientras que el hemisferio derecho se especializa en tareas espaciales. Esta distribución también se extiende al control de la mano dominante con la mayoría de las personas, siendo diestras debido a la preponderancia del hemisferio izquierdo.

Este descubrimiento no solo arroja luz sobre ser zurdo, sino que también podría proporcionar valiosos conocimientos sobre el desarrollo cerebral y la predisposición a ciertos trastornos neurológicos. La correlación entre el uso de la mano izquierda y padecer condiciones como la esquizofrenia o el autismo, podría abrir nuevas rutas de exploración en el ámbito de la psiquiatría.

No siempre es evidente por qué la naturaleza muestra preferencias por ciertos sesgos. Aunque podríamos esperar que las personas con dos manos igualmente hábiles tengan la misma probabilidad de ser diestras o zurdas, la realidad es diferente. Sólo alrededor del 10% de la población es zurda.

El sesgo hacia el uso de la mano izquierda es un fenómeno ampliamente consistente en todo el mundo y ha perdurado a lo largo de la historia de la humanidad, según los genetistas. Pero, ¿qué explica esta asimetría? Cada vez hay más evidencia que sugiere que nuestros genes desempeñan un papel crucial en esta preferencia.

Los zurdos son más comunes entre aquellos que padecen trastornos del desarrollo neurológico. La destreza manual y el lenguaje están estrechamente relacionados, lo que ha impulsado una investigación exhaustiva.

Hallazgos

Un estudio con gemelos reveló que el uso de la mano izquierda se hereda en aproximadamente uno de cada cuatro casos. Las asimetrías cerebrales que influyen en la preferencia de las manos comienzan a formarse temprano en la vida, incluso mientras el bebé aún está en el útero.

En 2019, un trabajo científico basado en 400.000 registros individuales identificó las primeras cuatro regiones genéticas asociadas con el uso de la mano izquierda. Posteriormente, en 2020, un estudio de todo el genoma que involucró a casi dos millones de personas, determinó 41 variantes genéticas que influyen en la preferencia por ser zurdo.

Los genes implicados en esta característica incluyeron varios que codifican tubulinas o proteínas asociadas a microtúbulos. Los investigadores se propusieron explorar si la preferencia por el uso de la mano izquierda también estaba influenciada por cromosomas raros y desórdenes genéticos.

Para ello, examinaron datos genéticos de más de 350.000 personas del Biobanco del Reino Unido. Su análisis incluyó a 38.043 zurdos y 313.271 diestros. Buscaron genes específicos relacionados con la “zurdera” y calcularon en qué medida estas variaciones genéticas podrían influir en ella.

A nivel poblacional, encontraron que la heredabilidad del uso de la mano izquierda con estas variantes de codificación poco comunes, era de aproximadamente 1%.
El equipo de investigadores realizó un descubrimiento intrigante, las personas zurdas tienen 2,7 veces más probabilidades de portar variantes de un gen llamado TUBB4B, que a su vez codifica las tubulinas responsables de la formación de microtúbulos.

Estas estructuras celulares, parte del citoesqueleto, desempeñan un papel crucial en el desarrollo, la migración y la plasticidad de las neuronas.

La genética es clave

Aunque aún no se comprende completamente cómo los microtúbulos influyen en la variación individual en la lateralidad humana, se ha sugerido que podrían contribuir a la quiralidad celular durante las primeras etapas del desarrollo cerebral. En otras palabras, estos microtúbulos podrían estar involucrados en la formación intrínseca del cerebro.

Curiosamente, no se ha encontrado ninguna asociación entre ser zurdo y los nueve genes previamente implicados en enfermedades neurodegenerativas mediante estudios de porciones del ADN (exoma) a gran escala. Sin embargo, los investigadores descubrieron que las personas con variaciones en dos genes previamente relacionados con el autismo, DSCAM y FOXP1, también podrían tener una mayor probabilidad de ser zurdas.

Aunque la mayoría de las personas zurdas no tienen autismo presentan una tasa más alta, esto puede deberse a cambios genéticos, según sugieren los autores. Cuando las mutaciones DSCAM o FOXP1 contribuyen al autismo, los cambios en el desarrollo del eje izquierdo-derecho del cerebro pueden ser parte de la causa.

En resumen, la genética desempeña un papel intrigante en ser zurdo, y el estudio de estas variantes genéticas podría proporcionar valiosos conocimientos sobre el desarrollo cerebral y la predisposición a ciertos trastornos neurológicos.

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Las opiniones expresadas en esta sección son de entera responsabilidad de sus autores.

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