Por los tiempos que soplan en Venezuela
Foto: EFE

A tres semanas de las elecciones presidenciales en Venezuela el resultado sigue pendiente. Dos candidatos siguen atribuyéndose el triunfo. El órgano oficial electoral – el CNE- ofrece un resultado, sin publicar las actas que lo sustentan y el principal candidato de la oposición alega haber ganado, mostrando actas que el organismo oficial no reconoce.  El CNE proclama a uno de los candidatos como presidente, el otro candidato no lo reconoce.  

Ante el cuestionamiento de la oposición venezolana a los resultados oficiales, el gobierno acude a la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia quien tendría la última palabra y su pronunciamiento es inapelable, según la Ley. Queda por ver qué pasará.

Para los votantes de cada candidato, su candidato ganó.  Cada sector tiene su relato.  Venezuela es un país con un clima político polarizado. Polarizado no quiere decir con opiniones divididas por igual sino radicalizadas.  Quizás hoy el país esté más polarizado que nunca.  Ahora, pareciera que hay menos posibilidad de entendimiento entre las partes enfrentadas. Malo para el país.

Mientras el conflicto electoral venezolano se dirime, sectores de la oposición han salido a protestar en las redes y en las calles y el gobierno ha respondido con una represión feroz y la advertencia de incrementarla según aumenten las protestas.  Malo, malo. Las protestas, mientras sean pacíficas, están consagradas por la Constitución y son un derecho humano..

Gobierno y oposición han radicalizado sus posiciones con el pasar de los días y con ello ha aumentado la tensión social dentro del país, se ha creado un clima de terror e incertidumbre que afecta la salud mental de sus habitantes y pone en riesgo la seguridad física de quienes están en Venezuela y protestan.

La situación electoral de Venezuela no solo ha provocado preocupación a lo interno del país sino también a los venezolanos y venezolanas que estamos afuera y a sectores de la comunidad internacional.

La reacción internacional ante los resultados

A nivel internacional hay consenso en que la situación electoral en Venezuela se resolvería si el organismo oficial electoral publica las actas, demostrando quién ganó y el contrincante lo reconoce.  Ante esto, un alto jerarca del gobierno ha dicho: “en Venezuela no se publican actas sino resultados”. 

Aparece el delicado punto de la injerencia en los asuntos internos de otro país y de la soberanía nacional. Gobiernos de algunos países han adelantado su posición, reconociendo el triunfo del candidato opositor, mientras otros han opinado con cautela sobre lo que está pasando. Incluso, el gobierno de un importante país se ha retractado de lo expresado pocos días después de las elecciones. El asunto es delicado

Aún los países que reconocen las actas y alegatos de la oposición venezolana tienen que limitarse a reconocer como “ganador al candidato de la oposición”, no al presidente electo porque así no ha sido proclamado por el organismo oficial electoral del país.  Lo que es oficial es oficial, es decir, se asume como cierto, aunque no lo sea.

15 días después

Después de las recientes elecciones presidenciales en Venezuela el clima político del país se ha enrarecido aún más de lo que ya estaba. Hay sectores contentos con los resultados y están convencidos de sus ganancias en varios aspectos.  Otros, están preocupados por lo que está pasando y por el devenir.  Mientras, en el país ha aumentado la violencia política y la represión y así como alguna gente decide seguir adelante a toda costa, otra tiene miedo por el clima de incertidumbre e inseguridad que se vive, que ya era mucha.

En Venezuela, a tres semanas de las elecciones  hay más violencia institucional y callejera (no producto de la delincuencia) y es incierto cómo se resolverá la situación. Todavía se desconoce el veredicto del Tribunal Supremo, ni qué pasará después de esa decisión,  el gobierno se aferra al poder, la oposición llama a resistir, países asesores recomiendan al gobierno gobernar en coalición. Aparece la propuesta de repetir las elecciones. Negativas de parte y parte.  La incertidumbre es un factor desestabilizador de la psique internacional.

Por los vientos que soplan, Venezuela está en riesgo de que se agudice la confrontación social y la crisis económica, se incremente la migración, haya más aislamiento internacional. A pesar de las razones de ambos sectores asumiendo que tienen la verdad en sus manos, nadie sabe hacia dónde va el país. Pareciera que vienen tiempos más tormentosos. Ojalá me equivoque.

***

Las opiniones expresadas en esta sección son de entera responsabilidad de sus autores.

Del mismo autor: Estrés postelecciones en Venezuela

Leoncio Barrios, psicólogo y analista social. Escribidor de crónicas, memorias, mini ensayos, historias de sufrimiento e infantiles. Cinéfilo y bailarín aficionado. Reside en Caracas.