Bario unión de Petare
Los sobrevivientes presentan heridas y fracturas de huesos, otros dos están hospitalizados

El lunes 12 de agosto una explosión sacudió el barrio Unión de Petare. Las casas ubicadas en el sector El Bambú temblaron a eso de las 5:10 de la mañana, cuando una bombona de gas explotó y causó el derrumbe de una estructura donde vivían más de 25 personas. Los principales afectados estaban en los pisos de abajo. En total, murieron once personas, mientras que hay dos más en estado crítico en el hospital Domingo Luciani. 

Los sobrevivientes del accidente ahora se sienten agradecidos por su suerte. La mayoría de los niños están vivos, pero murieron dos bebés de tan sólo cinco días de nacidos. La tristeza y la incertidumbre está presente en los rostros y en los ojos de quienes vivieron para contar lo que ocurrió. Ahora, más de quince personas esperan por una reubicación de casa. Mientras tanto, vecinos de la comunidad han prestado sus casas y habitaciones para recibir a las personas. 

Los sobrevivientes se reúnen en un parque ubicado al frente de donde estaba la casa que se derrumbó por la explosión

También se han dado donaciones. Agua, comida y ropa. Los sobrevivientes han estado atendidos por personas que han decidido ayudar de alguna manera. Donde antes había una casa y una venta de empanadas, ahora sólo queda un piso destruido y tierra. Los escombros ya fueron recogidos y el polvo se ha disipado. 

En este lugar ya no hay una casa, sólo restos de lo que alguna vez fue

En el barrio Unión de Petare esperan por un futuro diferente 

Deivida Mayora tiene 40 años de edad y la pierna vendada. Se apoya en dos muletas para poder andar. La gente le dice que se siente, pero ella no sabe estar quieta en un sólo lugar. El jueves 15 de agosto, por la tarde, Mayora está junto a sus familiares en un pequeño parque del sector El Bambú que ahora funciona como centro de acopio para recibir donativos. 

Mayora se apoya en sus muletas. El semblante es diferente al del lunes, todavía tiene los ojos tristes y dice sentir que está despertando del shock

“Hemos recibido mucha ayuda. Mucha comida, agua y estamos bien atendidos. Ahora sólo esperamos por la ayuda mayor: una casa”, son las palabras de Deivida Mayora, una de las sobrevivientes de la explosión del pasado lunes. Ella asegura que tuvo suerte porque vivía en el segundo piso de la casa. 

Mayora se rompió dos huesos del pie durante la explosión

Los niños que sobrevivieron corretean por el pequeño parque y de vez en cuando usan los columpios y algunos de los espacios para jugar. Los padres, heridos, los observan desde lejos. Todos se protegen del sol bajo un toldo rojo. Ahí pasan buena parte del día para no pasar tanto tiempo en las casas de los vecinos. 

Los globos azules y blancos fueron dispuesto por la comunidad para rendir honor a quienes murieron en el accidente

“Estamos como despertando del shock. Ya enterramos a nuestros muertos y ahora estamos volviendo a la realidad. Es todo muy complicado”, dijo Mayora a Efecto Cocuyo. 

Dos bebés de tan solo cinco días de nacidos murieron en la explosión

Deivida está rodeada de mujeres. Ella y dos más, también sobrevivientes, recuerdan sus reacciones el lunes por la madrugada. “Éramos una familia muy grande. Vivíamos todos en el mismo lugar, pero la estructura estaba dividida en pequeños apartamentos”, relata Mayora. 

Bombonas de gas que pertenecen a los que habitaron la casa. Al lado, las herramientas con las que se hicieron la búsqueda de sobrevivientes

“El problema es que éramos una gran familia, pero cada quien con su espacio. Lo bueno es que los vecinos nos han ayudado a prestarnos un lugar para dormir y también nos ayudaron ese mismo día del accidente”, indicó Deivida Mayora. 

Ahora, con la tierra seca y el espacio vacío, los sobrevivientes del accidente recuerdan y valoran el apoyo de los vecinos. En la casa había varios apellidos: Mayora, Gallardo, Hernández, Mijares y Torrealba, pero todos formaban parte de la misma familia.