A las 11:50 de la noche del domingo 28 de julio entre los periodistas presentes en la sede de comando de Edmundo González Urrutia y María Corina Machado corría un rumor. “Ya van a dar los resultados”, comentaban algunos. Otros, incrédulos, creían que todavía era muy temprano para conocer quién era el ganador de las elecciones presidenciales.
A eso de la medianoche ya se había confirmado que los rectores del Consejo Nacional Electoral (CNE) leerían los resultados, así como los datos de participación. Los periodistas en el comando opositor compartían sus pantallas de teléfono con sus colegas. Todos querían escuchar a Elvis Amoroso, presidente del ente comicial, anunciar los datos.
“Esto no se lo cree nadie”, comentaba uno de los camarógrafos presentes en referencia al anuncio hecho por el CNE que preside el excontralor de la Repúbica. Sin embargo, tocaba asumirlo y esperar la reacción de María Corina Machado y Edmundo González Urrutia. La sala de prensa se quedó en silencio algunos minutos y al fondo alguien rompía en llanto. Nunca se supo quién era.
Seis horas antes de conocer los resultados, electores caraqueños se apostaban en las afueras de sus centros de votación por varios motivos: verificar el cierre de estos recintos a las 6:00 de la tarde (siempre y cuando no haya electores en fila) y poder participar en la verificación ciudadana, habitual y reglamentaria en los procesos electorales de Venezuela.
Sin embargo, no todos los ciudadanos lograron su objetivo. En el liceo Andrés Bello, el de mayor número de votantes en Venezuela, decenas de personas se acercaban a la entrada del plantel para ser voluntarias en el conteo de votos.
Un conteo de votos innecesariamente complicado
Antes, a las 6:20 de la tarde del domingo 28 de julio, decenas de personas estaban a las afueras del liceo Andrés Bello. La mayoría vivía en los edificios cercanos. Este plantel educativo, ubicado en el municipio Libertador, es una de las joyas de la corona en cualquier elección.
Para los comicios presidenciales de 2024, el liceo Andrés Bello contaba con 11.493 electores habilitados para participar. La ubicación del centro también es importante. Está en la parroquia Candelaria de Caracas, a escasos metros de los centros de poder del gobierno venezolano.
La intención de las personas era ser testigos voluntarios del conteo de votos. Atendiendo el llamado hecho por María Corina Machado días antes, buena parte de la población venezolana decidió ir a los centros de votación para ejercer una auditoría ciudadana.
El proceso que debería ser rápido y fácil, se hizo complicado. Los funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) custodiaban la puerta del recinto educativo y no dejaban que nadie ingresara al sitio para poder hacer el conteo. La situación no pasaba de los reclamos verbales hasta que, cerca de las 7:00 de la noche, un grupo de motorizados identificados con el chavismo apareció por la avenida Universidad, justo al frente del recinto educativo.
En principio los motorizados sólo tocaban cornetas y las personas que estaban en la puerta del centro de votación entonaban sus consignas. Sin embargo, con el pasar de los minutos la situación se hizo cada vez más tensa hasta llegar a los golpes y dejar a un par de personas heridas y robadas.
Contrario a lo pensado, los electores no se fueron del lugar. Se mantuvieron para hacer su conteo ciudadano. Mientras tanto, los motorizados se retiraron de las inmediaciones del centro de votación y los funcionarios de la PNB desplegaron a varios policías con escudos antimotines.
Finalmente a las 8:37 de la noche un grupo de personas pudo ingresar al centro de votación para establecer el conteo ciudadano. Sin embargo, a las 11:30 de la noche, todavía no se conocían los resultados de algunas de las mesas del liceo Andrés Bello. “Acá vamos a esperar hasta el final. Esta es nuestra última oportunidad”, dijo Diego González en voz alta para animar a las personas.
La motivación de los jóvenes hizo que se sumaran cada vez más personas a la eterna espera en el centro caraqueño. “Aquí ya ganamos”, decía una seguidora de Edmundo González Urrutia en los alrededores del liceo. Ella afirmaba estar segura de la victoria en ese punto porque es familiar de una de las testigos que estaba dentro de las mesas electorales.
Un resultado adverso en las elecciones presidenciales, por ahora
La sede del comando Con Venezuela no paraba de recibir periodistas. Venezolanos y extranjeros compartían un espacio mínimo dispuesto para que pudieran hacer su trabajo y, especialmente, para que las alocuciones de Machado y González Urrutia tuvieran una mejor cobertura.
Pasada la medianoche y luego de conocer los resultados emitidos por el CNE tocaba esperar a González Urrutia y María Corina Machado. En redes sociales se comentaban las posibles opciones en la respuesta de María Corina Machado. Sin embargo, ella optó por el camino pacífico no sin antes afirmar categóricamente que Edmundo Gonzáez Urrutia ganó las elecciones en Venezuela.
El resultado adverso parece no afectarle tanto a Machado. Ella se mostró erguida y convencida de que este no es el final de las intenciones de Edmundo González Urrutia para ganar la presidencia.
Mientras Machado hablaba en el este de Caracas, en el centro de la ciudad el chavismo celebraba una victoria en la calle. Sin embargo, en redes sociales no tardaron las reacciones. Especialmente de mandatarios que no reconocían el resultado de las elecciones.
“Queremos decirle a todos los venezolanos y al mundo entero que Venezuela tiene un nuevo presidente electo y es Edmundo González Urrutia. Todo el mundo lo sabe, quiero que sepan que esto ha sido algo tan abrumador, tan grande, que hemos ganado en todos los sectores del país, en todos los estratos y todos los estados del país ganamos, dijo Machado después de la 1:00 de la mañana en la sede del Comando Con Venezuela.
La dirigente venezolana no fue específica sobre las acciones que tomará para la semana que inicia este lunes con un resultado quizá inesperado por muchos de los que salieron a votar.