Así como privó la incertidumbre en torno a las elecciones presidenciales del 28 de julio, concretamente en cuanto a si el gobierno de Nicolás Maduro respetaría los resultados si le eran adversos, ahora también reina el desasosiego por lo que le espera al país con un chavismo atrincherado para no perder el poder.
¿Qué viene ahora para Venezuela? Mientras ciudadanos que han optado por salir a las calles reciben la respuesta de los organismos de seguridad del Estado (11 muertes y 177 detenciones, según Foro Penal) y el liderazgo opositor trata de canalizar la frustración y evalúa acciones, analistas consultados por Efecto Cocuyo vislumbran un escenario inmediato de mayor represión, aislamiento internacional y aumento importante de la migración.
Un poco más allá, otra movida electoral para ratificar a sus diputados y gobernadores, aprovechando la escasa credibilidad del Poder Electoral y la desconfianza que puede imponerse hacia el voto.
“El gobierno gana o la oposición gana”
“Simplificando las cosas, solamente hay dos escenarios posibles a partir de ahora, el gobierno gana o la oposición gana. Históricamente, en la mayoría de los casos donde se han presentado situaciones similares, el gobierno suele perder porque básicamente tiene todo en contra. Tiene los resultados electorales en contra, a la comunidad internacional y tiene el conocimiento, por decirlo así, de la gente de que perdió la elección.
Y ese justamente es el riesgo que toman las autocracias electorales cuando deciden jugar a ser democracia sin serlo y cuando no están dispuestas a asumir las consecuencias de perder una elección”, señaló el director del Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la Universidad Católica Andrés Bello (CEPYG-UCAB), Benigno Alarcón.
Para el abogado y analista político, a estas alturas no quedan dudas de que Miraflores convocó a elecciones con la intención de ganarlas “por las buenas o por las malas” y no las ganó, pero igualmente se impuso.
Con una promesa incumplida de que ese mismo día (29 de julio) se publicarían las actas de escrutinio de votos, mesa por mesa, en su página web y asegurando que se había producido 80% de la transmisión de resultados desde los centros de votación, el presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), Elvis Amoroso, informó que el candidato a la reelección Nicolás Maduro, obtuvo 51,20% del apoyo popular (5.150.092 de votos) sobre el abanderado opositor, Edmundo González al que le atribuyó 44,2% de la votación (4.445.978 votos).
La oposición encabezada por María Corina Machado denunció de inmediato que los números eran inconsistentes y que el triunfo era del diplomático. Una de las primeras objeciones fue el hecho de Amoroso hablara de números “irreversibles” con una diferencia de poco más de 700.000 votos, faltando 20% de las actas.
Se refuerza aparato represor
“La situación actual vuelve al gobierno muchísimo más dependiente, más de lo que era, de la represión interna, de mantener el poder por la fuerza. Y eso sin lugar a dudas lo coloca en una situación de una enorme precariedad, porque básicamente todo depende de la lealtad incondicional, yo diría que incondicional e injustificada, no institucional, de los cuerpos de seguridad del Estado, que tienen que plegarse básicamente a las órdenes del Estado, estén de acuerdo o no y aunque sepan que el gobierno no tiene la razón”, apuntó Alarcón.
Advirtió que, de una manera más frontal, los organismos de seguridad del Estado y la Fuerza Armada Nacional (FANB) se ponen en la posición de convertirse “en instrumentos de destrucción y de represión de su propio pueblo”, lo que recordó, es lo opuesto a su misión que es proteger y defender al pueblo.
La ONG Foro Penal señaló la tarde de este 30 de julio que de la cifra de 11 asesinados durante las protestas por los resultados electorales anunciados por el CNE, hay dos adolescentes (de 15 y 16 años) y que la mayor parte de las 177 detenciones se produjeron en Caracas (38) y Barinas (27).
Una de las de mayor perfil es la del dirigente político Freddy Superlano, cuyo partido, Voluntad Popular denunció que estaría sufriendo de torturas.
“Justamente aquí es donde pueden presentarse las grandes contradicciones y problemas que de alguna manera terminan haciendo que una situación como esta termine volteándose, por decirlo así, en contra del mismo gobierno, más tarde o más temprano. En algunos casos de manera inmediata y en otros casos no, como pasó, por ejemplo, en Perú con Fujimori o como sucedió en Venezuela cuando Pérez Jiménez, en el año 1958, y en otros casos más inmediatos como con Evo Morales, en Bolivia, donde en un momento determinado, los cuerpos de seguridad del Estado le dijeron: no podemos acompañarlo, usted perdió la elección y usted tiene que respetar los resultados”, recordó el analista.
¿Quién ganará la batalla?
Durante una concentración masiva frente a la sede del programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (Pnud) este 30 de julio, Machado, junto a Edmundo González, aseguraron tener en sus manos 84% de las actas con las que se demuestra la victoria electoral del embajador de carrera. Las actas fueron publicadas en una plataforma web en la que el elector con sólo colocar su número de cédula, tiene acceso al acta con los resultados electorales (copia digitalizada) de la mesa donde votó.
Machado pidió a sus seguidores confianza, porque aseguró, van a “cobrar” la victoria en las urnas electorales, pero la gran pregunta sigue siendo cómo, frente al aparato represivo desplegado por Maduro, quien este martes informó que habría patrullaje permanente de la FANB y las policías en todo el país “hasta lograr la paz”.
“Nuevamente, predecir es difícil, pero la realidad es que, en buena parte de los casos a nivel internacional, cuando uno hace análisis comparado de lo que sucede en distintos países, uno encuentra que en muchos de estos casos es el gobierno quien termina de alguna manera perdiendo estas batallas por mantenerse en el poder después de haberse animado a participar en una elección con el ánimo de legitimarse y no haberlo logrado», dijo el analista.
Agregó que «buena parte de lo que va a pasar depende en buena medida de la capacidad que el gobierno tenga para reprimir y de la presión que se genere, internamente de parte de los ciudadanos venezolanos por un lado y la presión internacional que se produzca”, reiteró Alarcón.
Otra movida que desde ya avizora el director del CEPYG-UCAB es el posible adelanto de elecciones de alcaldes y gobernadores para legitimarlos, aprovechando la confusión y el caos y quizás una eventual paralización de la oposición si no logra revertir el resultado electoral presidencial impuesto y Maduro se queda en Miraflores.
En ese sentido, ve probable de nuevo un escenario como el de 2018 con comicios que no serán reconocidos interna ni externamente, con el oficialismo más cerrado por el miedo a hacer elecciones que puede perder y una oposición dispersa.
“Finalmente vendría una migración importante, una ola migratoria que puede alcanzar entre 8% y 10% de la población que se puede traducir en 2 millones y 3 millones de personas en un momento relativamente rápido, estamos hablando que esta salida de venezolanos que pierden la esperanza y deciden que no pueden seguir aquí, puede producirse en un año o menos”, añadió.
Mayor aislamiento internacional
Voces internacionales como los presidentes de México, Brasil, Colombia (aliados de Maduro), Chile, Perú, Argentina, Panamá, Estados Unidos, España y organismos internacionales como Naciones Unidas, Organización de Estados Americanos, entre otros, han solicitado al CNE publicar todas las actas de votación mesa por mesa, a fin de poderse demostrar que ganó Maduro.
Los pronunciamientos han arrojado hasta ahora medidas como la ruptura de relaciones con Perú, expulsión de diplomáticos chilenos, asedio de la Embajada Argentina en Caracas por parte de organismos de seguridad y la suspensión de vuelos entre Venezuela y República Dominicana, Perú y Panamá.
“Todo indica que el contexto internacional se pone más firme sólido y coherente contra el resultado electoral venezolano, muy pocos gobiernos autoritarios han apoyado lo que anunció el CNE. En la región Cuba, Honduras, Nicaragua y Bolivia; fuera de la región Irán, Rusia. ¿Puede mantenerse en el poder con este rechazo tan amplio de la comunidad internacional? La historia reciente dice que sí”, advirtió el internacionalista, Félix Arellano.
El internacionalista resalta que el gobierno venezolano camina en la misma línea de Nicaragua que eliminó partidos políticos, ONG, grupos de presión, gremios y medios de comunicación, entre otros, aunque recordó que, a diferencia del país centroamericano, Venezuela tiene petróleo, juega un papel político relevante en el hemisferio y una diáspora repartida por el mundo que ejerce presión a otras naciones, por lo que la situación nacional en vista con cuidado por la comunidad internacional.
“¿Más aislamiento internacional? Sí, porque grandes aliados, aparentes, como Colombia, Brasil y México han marcado distancia y bueno, la soberbia del poder en Miraflores, el rencor tiende a no perdonar, están en tono de agravar el discurso, entonces sí, claro, habrá más aislamiento”, acotó.
¿Mas sanciones?
“Los Castro se han mantenido en el poder, ahora lo controla todo Raúl Castro desde su mansión; no obstante las sanciones como el embargo de Estados Unidos -en los últimos años- hemos observado cómo los gobiernos sancionados por las democracias occidentales han ido conformando la geopolítica del autoritarismo, el club de los autoritarios y entre ellos se dan la mano. No es para generar bienestar social, es para mantener la cúpula del poder, los beneficios y seguir perpetuándose”, advirtió Arellano.
Tanto Estados Unidos como la Unión Europea mantienen sanciones contra altos funcionarios venezolanos y la industria petrolera por corrupción, violaciones de derechos humanos y socavamiento de la democracia. Sin embargo, Arellano no ve, pese al no reconocimiento de los resultados electorales y por ende de Maduro como presidente para el período 2025-2030, que se impongan nuevas sanciones, al menos desde la administración estadounidense.
“Sanciones no estoy tan seguro porque en Europa no ha impuesto sanciones económicas hasta ahora. Tienen serias dudas sobre la eficiencia de las sanciones para lograr el objetivo. Estados Unidos lo dijo: está a la espera de un resultado concreto, no es que haya un enorme interés por aplicar más sanciones, no lo hay, hay interés en que haya cambio y desmontar las sanciones existentes, es lo que ha demostrado Biden y Europa”, sostuvo.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y su homólogo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, hablaron este 30 de julio por teléfono sobre la crisis en Venezuela tras las elecciones del domingo y coincidieron en que el ente electoral venezolano debe publicar cuanto antes las actas de votación.
“El panorama indica que los dictadores pueden perpetuarse en el poder porque esa idea de la invasión de Estados Unidos no tiene apoyo allá, ni en el Congreso, no ha sido una línea del partido Republicano, no ha sido una línea firme del Pentágono porque tiene costos, porque las experiencias recientes han sido muy costosas y poco exitosas, en Irak, Afganistán, entre otras”, insistió el internacionalista.
Alto costo social
Arellano sostuvo que el objetivo de la presión internacional es la salida democrática y no el hambre de la población, salida que, afirmó, Miraflores demostró rechazar al patear la mesa electoral, lo que, advirtió, está quedando en evidencia ante los ojos del mundo.
“Todo indica que a un altísimo costo social, a un alto costo político, los gobiernos autoritarios pueden perpetuarse en el poder. En el caso venezolano lo inédito es la protesta popular; antes la habíamos visto de clase media, ahora los barrios salen, algunos decían que los cerros bajen, ya se oye cacerolazos, salieron a votar y dan señales de un cansancio enorme, de un rechazo profundo, es una situación inédita, será muy importante el liderazgo porque esa protesta puede ser dispersa, ineficiente y también costosa en términos de vida”, añadió.