Junior José Mendoza, de 24 años de edad, y Jeison Gabriel España Guillén, de 18 años fueron asesinados el 29 de julio de 2024, cuando participaban en las protestas contra el resultado de las elecciones presidenciales emitido por el Consejo Nacional Electoral (CNE). Ambos murieron por disparos de armas de fuego.
Al Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses (Senamecf), conocido como la morgue de Bello Monte, llegaron este miércoles los familiares de Mendoza y España Guillén para hacer los trámites funerarios de Junior José y Jeison Gabriel, cuyas muertes se suman a las 11 que maneja el Foro Penal.
Los familiares señalaron a periodistas que cubren los hechos violentos que ocurren en la ciudad, a las afueras de la sede del Senamecf, que la muerte de Mendoza se produjo alrededor de las 7 de la noche, en la parroquia Antímano, un sector popular en el oeste de Caracas, donde vecinos salieron a repudiar el anuncio hecho por el CNE, que dio por ganador de las elecciones presidenciales a Nicolás Maduro frente a Edmundo González Urrutia, de la oposición.
El joven había salido a protestar en la zona y fue herido por un arma de fuego. Los familiares desconocen quiénes fueron los victimarios.
Mendoza fue llevado a la emergencia del Hospital Dr. Miguel Pérez Carreño, pero llegó sin signos vitales al centro de salud.
Junior laboraba en un local de comida en Antímano y anteriormente había emigrado a Colombia, por la crisis humanitaria compleja en Venezuela; luego se fue a Chile, pero después regresó al país para volver a probar suerte.
Vivía en Caracas desde hace siete meses.
Mendoza era oriundo de Las Tejerías, estado Aragua, y tenía una hija de un año y seis meses de edad.
Un estudiante asesinado en San Martín
Otra de las personas muertas producto de la represión en Caracas es Jeison Gabriel España Guillén, de 18 años de edad.
El joven se encontraba protestando en la avenida San Martín, de Caracas, el lunes 29 de julio, cuando fue herido por un arma de fuego en el tórax, dijeron sus familiares en la morgue.
España Guillén fue trasladado hasta el hospital militar Carlos Arvelo, en San Martín, pero lamentablemente ingresó a la sala de emergencia sin signos vitales.
Un barbero asesinado en El Valle
Olinyer Montaño, de 23 años de edad, también fue asesinado en el marco de las protestas contra los resultados electorales publicados por el CNE.
El joven fue herido de bala aproximadamente a las 8 de la noche del 29 de julio, en la avenida intercomunal de El Valle, de donde era oriundo.
Familiares del joven informaron que trabajaba como barbero en la parroquia El Valle.
Muertes
El balance emitido por la organización Foro Penal señala que, desde el 29 de julio hasta las 9 de la mañana, de este 1 de agosto, en el país han ocurrido 672 detenciones y 11 asesinatos tras las manifestaciones poselectorales.
Por su parte, la Encuesta Nacional de Hospitales contabilizó hasta el 31 de julio, al menos 13 personas fallecidas y 93 personas heridas, entre ellos cuatro niñas, niños y adolescentes.
En la ciudad de Caracas, Efecto Cocuyo registró los asesinatos de Antoni Cañizales, de 19 años de edad, y Jeison Javier Bracho Martínez, de 22 años, que murieron en medio de las protestas.
El primero iba a llevarle comida a un familiar que estaba hospitalizado en el Materno Infantil de El Valle, y quedó atrapado en una protesta que fue reprimida a disparos de armas de fuego por hombres aún no identificados.
Mientras que Jeison Javier fue asesinado por una pareja de motorizados cuando se encontraba manifestando en el barrio El Limón.
Misión de la ONU
La Misión Internacional Independiente de la ONU para Venezuela expresó su preocupación por la violencia y abusos de derechos humanos en el país tras las protestas y subrayó que es una muestra de la «reactivación de la maquinaria represiva» emprendida por el Gobierno de Nicolás Maduro.
«Estamos asistiendo a la reactivación acelerada de la maquinaria represiva que nunca fue desmantelada y ahora es utilizada para socavar las libertades públicas de los ciudadanos», señaló en un comunicado la jurista argentina Patricia Tappatá, miembro de la misión tripartita.
La misión, presidida por la portuguesa Marta Valiñas, dijo que recibió denuncias de violencia desplegada en los últimos días por cuerpos de seguridad y grupos de civiles armados que apoyan al Gobierno (conocidos como «colectivos») con al menos seis muertes, así como decenas de heridos.