Emprender desde el hogar: opción que toma fuerza en Caracas

Caracas.- Gioconda Márquez se preguntó, después de su jubilación como docente y un divorcio, qué podía hacer para seguir sosteniendo a sus tres hijos: terapista de masajes fue la respuesta que eligió. Con 52 años de vida y un año y medio ofreciendo este servicio desde su hogar, siente que recorre un camino de satisfacción cada vez que un cliente le dice que quedó como nuevo, listo para seguir trabajando.

«Lo bello de todo esto es que mis hijos y amigos me hicieron reflexionar que a la hora de escoger mi negocio propio me tenía que enfocar que fuera algo que me gustara, y como siempre me llamó la atención lo de los masajes, me fui por allí y gracias a Dios ya tengo año y medio ayudando a todo el que me necesite», comentó la emprendedora caraqueña.

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Márquez explicó que no tenía el dinero para certificarse y que gracias a unos amigos pudo hacer el curso en la Fundación Fundasoma, ubicada en Chuao. «Pedir ayuda, hablar sobre lo que nos pasa no nos hace débiles frente a las personas que nos valoran».

Comienzo

Al ayudar a un compañero de trabajo de su hija que sufría una tensión fuerte en su hombro, esta emprendedora se convenció de que tenía esta habilidad, «y fue irónico, recuerdo que en ese momento llegué fue como costurera a entregar una ropa que había arreglado «.

«Por eso, cuando me pregunté cómo hacer dinero con algo que me guste, no dudé en certificarme en esta área de terapia de masajes, no solo porque ofrecemos bienestar a otros, sino porque reconforta saberse útil, que la gente te agradezca, que seas el medio para sanar la tensión en el cuerpo de una persona, y sobre todo porque es una terapia que no necesita de medicinas», relató.

 «Mucha paciencia»

La emprendedora explicó que no se puede esperar respuestas o resultados de un negocio propio a los pocos días o meses, ya que se debe cumplir con etapas, formar en su totalidad el perfil del servicio, hacer reajustes. «Es necesario ser paciente, porque esto es un proceso y lo ideal es que el emprendimiento sea creativo, innovador, útil; que aporte a los usuarios beneficios comprobables, apego, que se puedan lograr respuestas de aceptación y, sobre todo, que el cliente quede interesado, consultando».

Acotó que todos los conocimientos acumulados en sus 52 años de vida le han ayudado en el ejercicio actual como terapista de masajes. «Es inevitable que la gente que recibe el servicio converse mucho, porque se le despierta la memoria corporal; por eso se hace necesario saber escuchar, deslastrarse de los juicios y aceptar sus opiniones con respecto a temas que no son de nuestro agrado».

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Como habitante de la parroquia Caricuao, se confiesa una enamorada de esta comunidad; por eso se preocupa por brindarles atención a todos los vecinos que la necesiten. Está convencida de que esta parroquia tiene de todo: buenos técnicos, profesionales y gente con un corazón inmenso que pueden recuperarla. “Siempre he considerado a mi Caricuao como un terruño creativo. Actualmente, lo que nos pasa es que nos está costando despertar en su totalidad estas potencialidades».

Al consultarle recomendaciones para personas que quieran ejercer en esta área, dijo que lo esencial es entender que el miedo al fracaso lo vamos a tener en cada cosa que hagamos, que no tenerlo es imposible. «Recomendar para mi es algo complicado, porque no todos los casos son iguales, pero creo que cuando nos movemos bajo los motores de la fe en Dios, del amor a la familia y, sobre todo, con la idea de ganarnos el sustento de vida haciendo lo que te gusta, sin un jefe, eso puede servir como recomendaciones básicas».

La consultada por El Pitazo en la Calle explicó que emprender en esta área es recomendable porque se encuentra poco desarrollada, en pañales: «Es un nicho ideal para crear, para llevar salud a todas partes, a domicilio, a oficinas, instituciones educativas; lo que es necesario es que los que apuesten en este campo lo hagan con responsabilidad, con ética, que entiendan que es importante la preparación».