Desde hace cinco años, José Gregorio Perdomo espera por el pago de sus prestaciones sociales correspondientes a sus 26 años como supervisor de seguridad de la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez (Unesr), de la que salió jubilado en el año 2019.
Pese a que el artículo 142 de la Ley Orgánica del Trabajo dice que las prestaciones deben pagarse dentro de los cinco días siguientes a la culminación de la relación laboral, Perdomo no ha recibido su pago. Tampoco le han transferido los intereses de mora que, como dice la ley, deben cancelarse en caso de haber un retraso según informó Crónica Uno.
“El año pasado no nos dieron ningún interés de las prestaciones. Este año el Gobierno le dio a la mayoría de empleados activos y jubilados de las universidades, sus intereses de las prestaciones, pero a la Unesr parece ser la única a la que no”, explicó el hombre de 57 años de edad.
Acotó que otros compañeros que se jubilaron antes que él, fallecieron en el proceso de espera por la cancelación del beneficio.
Tras su jubilación, decidió trabajar en otro lugar para tener ingresos adicionales, pero tuvo que dejar de hacerlo para cuidar a su esposa, quien tiene una discapacidad.
“Mi hijo, que está en el exterior, me ayuda, pero eso solo me alcanza para algunos gastos básicos y comida”, lamentó.
Las medicinas que necesita para tratar su hipertensión, las costea “a duras penas” con lo que recibe de las bonificaciones del Gobierno. No obstante, insistió en que estos montos son insuficientes, por lo que siempre trata de encontrar farmacias que vendan el medicamento más económico. Por cada caja de la medicina gasta un aproximado de 200 bolívares.
Protesta de jubilados
Por esta razón, junto a otros trabajadores activos y jubilados de la Unesr, decidió ir a la protesta convocada frente a la sede de la Oficina de Planificación del Sector Universitario (OPSU), en donde, además de las prestaciones, los trabajadores exigieron el pago de fideicomiso de los jubilados, adelanto de prestaciones a los activos, pago de uniformes y un seguro óptimo que les brinde atención cuando la necesiten.
Aunque para él significa un esfuerzo movilizarse debido al gasto que significan los pasajes, alegó que hace el esfuerzo para poder demandar lo que merece por sus años de trabajo.
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Los más perjudicados
Durante la manifestación de este lunes, 9 de julio, Adrián Bolívar, presidente de la Federación de Educación Superior de Venezuela del Sector Obrero (Fenasoesv), condenó que cuando acuden a los seguros establecidos en el acuerdo de la convención, les dicen que los trabajadores no están registrados en la base de datos.
“Nosotros desde el año 1997 venimos recibiendo una serie de beneficios que no nos están dando. Por eso estamos aquí para denunciar y exigir el atropello que hay en contra de los trabajadores universitarios, sobre todo los jubilados. No podemos seguir siendo víctimas de las malas políticas que hay en este país”, reclamó.
En la protesta, se entregó un documento que fue recibido por la directora de despacho de la OPSU, Soribet Chirinos, quien les indicó que las autoridades principales no estaban en la edificación.
“Nosotros les dijimos que íbamos a volver a esta institución y que haríamos a hacer una vigilia de ser necesario, hasta que obtengamos una respuesta”, dijo Bolívar a los asistentes que se encontraban a la espera de la respuesta.
Enfatizó en que en el diálogo con la funcionaria le plantearon que esperan respuesta antes del 28 de julio, fecha en la que se realizarán las elecciones presidenciales.
El próximo encuentro será el próximo martes, 16 de julio, cuando planean regresar por una respuesta al petitorio.
Jubilados y el bono de guerra económica
María Ninoska Gutiérrez, trabajadora del área de servicios generales y secretaria de acta y correspondencia del sindicato de la Unesr, contó que lo que mantiene a los empleados es lo que reciben por concepto de bono de guerra económica. El monto establecido equivale a 90 dólares mensuales en el caso de los empleados activos, 91 dólares jubilados y 45 dólares pensionados.
Afirmó que le gustaría dedicarse a una actividad adicional que le permita obtener ingresos adicionales a su salario, que es de 345 bolívares mensuales y 40 dólares de bono de alimentación (cestatickets). Sin embargo, no tiene la posibilidad porque no tiene quien cuide a su hijo de seis años durante las tardes.
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