close

Lago de Maracaibo requiere acciones urgentes para el verdín y los derrames petroleros, alerta Codhez

CAMBIO CLIMÁTICO · 22 JULIO, 2023 15:05

Ver más de

Rosmina Suárez Piña | @sciencelover_rs


¿Cómo valoras esta información?

QUÉ CHÉVERE
QUÉ INDIGNANTE
QUÉ CHIMBO

A 200 años de conmemoración de la Batalla Naval del Lago de Maracaibo, el estuario más grande de Sudamérica está cubierto en 70 % de verdín que, según expertos, representa el síntoma de un inminente colapso que urge ser revertido.

Pero no solo es el verdín. Más de mil barriles de petróleo se derraman a diario en el lago, de acuerdo con estimaciones de la Fundación Azul Ambientalistas, y todas sus orillas están rodeadas de basura y plástico, además de familias y pescadores afectados por la gran contaminación que llega a las costas.

Ante la situación, el ministro de Ecosocialismo, Josué Lorca, se movilizó desde el jueves 13 a Maracaibo y el miércoles 19 anunció el plan de “fiscalización de industrias asentadas en la cuenca del lago” en un comunicado suscrito junto con la Universidad del Zulia (LUZ), con quienes acordaron la creación de una comisión para el “monitoreo integral del estuario”.

Sin embargo, hasta la fecha, no han mencionado los casi permanentes derrames petroleros, lo que avivó un malestar entre las distintas organizaciones que tienen años documentando la situación del lago.

La Comisión por los Derechos Humanos del estado Zulia (Codhez) emitió un comunicado de alerta, en el que resaltan que el Lago de Maracaibo necesita de acciones urgentes contra la contaminación tanto por el verdín, como por el petróleo y plástico, pues “los pronunciamientos por parte de las autoridades parecieran no considerar en su totalidad la gravedad del contexto actual que vive la región zuliana”.

El Estado debe asumir su responsabilidad

Codhez recuerda que tener un medio ambiente limpio, saludable y sostenible es un derecho humano declarado por la Asamblea General de las Naciones Unidas, pero también está contemplado en el artículo 127 de la Constitución nacional.

En ese sentido, hacen un llamado al Estado venezolano a que asuma su responsabilidad de proteger el ambiente y priorice la situación actual del Lago de Maracaibo “con la urgencia que merece, de manera que cumpla con su obligación de garantizar que la población se desenvuelva en un ambiente libre de contaminación”.

“Mucho antes de la Constitución, es una responsabilidad histórica porque es un daño histórico. Los Estados tienen responsabilidades propias de evitar los daños generados por el deterioro ambiental. En el caso de Venezuela, también es una responsabilidad absoluta y no la puede eludir”, explica Alejandro Álvarez, director de Clima 21 – Ambiente y Derechos Humanos a Efecto Cocuyo.

No evadir los derrames petroleros en el lago

Uno de los puntos más criticados del comunicado del ministerio de Ecosocialismo y LUZ es que no mencionan los derrames petroleros o que, en cuanto a la fiscalización de las empresas de la cuenca del lago, no aparece Petróleos de Venezuela (Pdvsa), la empresa estatal.

El malestar y los comentarios se extendieron por redes sociales, principalmente Twitter, donde expertos y activistas respondieron a un hilo publicado por Jesús Urbina, coordinador del Capítulo Zulia de la organización Transparencia Venezuela.

“En la Universidad del Zulia hay trabajos de investigación de carácter historiográfico sobre los derrames petroleros, de la década de los 20, cuando empezaba la explotación petrolera en el Lago de Maracaibo; desde allí, había una preocupación por el impacto ambiental. Por eso es grave la omisión de los derrames petroleros como uno de los factores que forma parte del estado de contaminación que tiene el lago”, expone Urbina a Efecto Cocuyo.

“El lago se muere, el Zulia lo defiende”

En la misma semana del anuncio del ministerio de Ecosocialismo y LUZ, más de 20 organizaciones de la sociedad civil zuliana se reunieron en el Parque La Marina, a orillas del Lago de Maracaibo, para también pronunciarse frente a la crisis ambiental del lago.

“Este grupo de organizaciones civiles nace para intentar llegar a un discurso único; los ciudadanos merecen saber la verdad, la gente está muy confundida con el tema y la incertidumbre solo genera más desconfianza”, explica la bióloga venezolana Mariana Hernández, miembro del Proyecto Biciola, una de las organizaciones firmantes.

Hernández expone que, desde su perspectiva como bióloga y estudiante de doctorado en la Universidad de Manchester, es importante que más gente se una a la causa sin generar alarma, pero “enviando un mensaje claro de que la resiliencia del ecosistema [Lago de Maracaibo] se ve comprometida con la aparición de las cianobacterias, ya que es un elemento más que compromete su salud”.

Con el lema “el lago se muere, el Zulia lo defiende”, las organizaciones y activistas suscribieron un comunicado donde exigen, entre varios puntos, la reactivación de los planes de contingencia para prevenir y controlar los derrames petroleros; la implementación de políticas de gestión de residuos sólidos y líquidos; y la preservación de los ecosistemas de manglar, vitales para la mitigación del cambio climático.

“Es posible que la semana próxima ya no veamos ese verdín en el lago, pero esto no quiere decir que la calidad del agua ha mejorado, sino que las corrientes y condiciones han cambiado: con olas de calor, la intensificación de los derrames petroleros, la deforestación en la cuenca alta, el incremento de camaroneras, y la falta de monitoreo, estamos condenados a repetir estos episodios de manera frecuente, porque todas las condiciones están dadas para eso”, añade Hernández.

Se debe tomar en cuenta a la sociedad civil

Para obtener resultados efectivos, Codhez también recomienda “a los tres niveles de gobierno a tomar en cuenta los recientes pronunciamientos e investigaciones compartidas por académicos, ecologistas, biólogos, activistas y organizaciones de la sociedad civil dedicadas a la defensa de los derechos ambientales y consultar sus conocimientos y opiniones para el desarrollo de planes de acción efectivos que permitan sanear el lago”.

CAMBIO CLIMÁTICO · 22 JULIO, 2023

Lago de Maracaibo requiere acciones urgentes para el verdín y los derrames petroleros, alerta Codhez

Texto por Rosmina Suárez Piña | @sciencelover_rs

A 200 años de conmemoración de la Batalla Naval del Lago de Maracaibo, el estuario más grande de Sudamérica está cubierto en 70 % de verdín que, según expertos, representa el síntoma de un inminente colapso que urge ser revertido.

Pero no solo es el verdín. Más de mil barriles de petróleo se derraman a diario en el lago, de acuerdo con estimaciones de la Fundación Azul Ambientalistas, y todas sus orillas están rodeadas de basura y plástico, además de familias y pescadores afectados por la gran contaminación que llega a las costas.

Ante la situación, el ministro de Ecosocialismo, Josué Lorca, se movilizó desde el jueves 13 a Maracaibo y el miércoles 19 anunció el plan de “fiscalización de industrias asentadas en la cuenca del lago” en un comunicado suscrito junto con la Universidad del Zulia (LUZ), con quienes acordaron la creación de una comisión para el “monitoreo integral del estuario”.

Sin embargo, hasta la fecha, no han mencionado los casi permanentes derrames petroleros, lo que avivó un malestar entre las distintas organizaciones que tienen años documentando la situación del lago.

La Comisión por los Derechos Humanos del estado Zulia (Codhez) emitió un comunicado de alerta, en el que resaltan que el Lago de Maracaibo necesita de acciones urgentes contra la contaminación tanto por el verdín, como por el petróleo y plástico, pues “los pronunciamientos por parte de las autoridades parecieran no considerar en su totalidad la gravedad del contexto actual que vive la región zuliana”.

El Estado debe asumir su responsabilidad

Codhez recuerda que tener un medio ambiente limpio, saludable y sostenible es un derecho humano declarado por la Asamblea General de las Naciones Unidas, pero también está contemplado en el artículo 127 de la Constitución nacional.

En ese sentido, hacen un llamado al Estado venezolano a que asuma su responsabilidad de proteger el ambiente y priorice la situación actual del Lago de Maracaibo “con la urgencia que merece, de manera que cumpla con su obligación de garantizar que la población se desenvuelva en un ambiente libre de contaminación”.

“Mucho antes de la Constitución, es una responsabilidad histórica porque es un daño histórico. Los Estados tienen responsabilidades propias de evitar los daños generados por el deterioro ambiental. En el caso de Venezuela, también es una responsabilidad absoluta y no la puede eludir”, explica Alejandro Álvarez, director de Clima 21 – Ambiente y Derechos Humanos a Efecto Cocuyo.

No evadir los derrames petroleros en el lago

Uno de los puntos más criticados del comunicado del ministerio de Ecosocialismo y LUZ es que no mencionan los derrames petroleros o que, en cuanto a la fiscalización de las empresas de la cuenca del lago, no aparece Petróleos de Venezuela (Pdvsa), la empresa estatal.

El malestar y los comentarios se extendieron por redes sociales, principalmente Twitter, donde expertos y activistas respondieron a un hilo publicado por Jesús Urbina, coordinador del Capítulo Zulia de la organización Transparencia Venezuela.

“En la Universidad del Zulia hay trabajos de investigación de carácter historiográfico sobre los derrames petroleros, de la década de los 20, cuando empezaba la explotación petrolera en el Lago de Maracaibo; desde allí, había una preocupación por el impacto ambiental. Por eso es grave la omisión de los derrames petroleros como uno de los factores que forma parte del estado de contaminación que tiene el lago”, expone Urbina a Efecto Cocuyo.

“El lago se muere, el Zulia lo defiende”

En la misma semana del anuncio del ministerio de Ecosocialismo y LUZ, más de 20 organizaciones de la sociedad civil zuliana se reunieron en el Parque La Marina, a orillas del Lago de Maracaibo, para también pronunciarse frente a la crisis ambiental del lago.

“Este grupo de organizaciones civiles nace para intentar llegar a un discurso único; los ciudadanos merecen saber la verdad, la gente está muy confundida con el tema y la incertidumbre solo genera más desconfianza”, explica la bióloga venezolana Mariana Hernández, miembro del Proyecto Biciola, una de las organizaciones firmantes.

Hernández expone que, desde su perspectiva como bióloga y estudiante de doctorado en la Universidad de Manchester, es importante que más gente se una a la causa sin generar alarma, pero “enviando un mensaje claro de que la resiliencia del ecosistema [Lago de Maracaibo] se ve comprometida con la aparición de las cianobacterias, ya que es un elemento más que compromete su salud”.

Con el lema “el lago se muere, el Zulia lo defiende”, las organizaciones y activistas suscribieron un comunicado donde exigen, entre varios puntos, la reactivación de los planes de contingencia para prevenir y controlar los derrames petroleros; la implementación de políticas de gestión de residuos sólidos y líquidos; y la preservación de los ecosistemas de manglar, vitales para la mitigación del cambio climático.

“Es posible que la semana próxima ya no veamos ese verdín en el lago, pero esto no quiere decir que la calidad del agua ha mejorado, sino que las corrientes y condiciones han cambiado: con olas de calor, la intensificación de los derrames petroleros, la deforestación en la cuenca alta, el incremento de camaroneras, y la falta de monitoreo, estamos condenados a repetir estos episodios de manera frecuente, porque todas las condiciones están dadas para eso”, añade Hernández.

Se debe tomar en cuenta a la sociedad civil

Para obtener resultados efectivos, Codhez también recomienda “a los tres niveles de gobierno a tomar en cuenta los recientes pronunciamientos e investigaciones compartidas por académicos, ecologistas, biólogos, activistas y organizaciones de la sociedad civil dedicadas a la defensa de los derechos ambientales y consultar sus conocimientos y opiniones para el desarrollo de planes de acción efectivos que permitan sanear el lago”.

¿Cómo valoras esta información?

QUÉ CHÉVERE

QUÉ INDIGNANTE

QUÉ CHIMBO