El sacerdote Gino Bernardi llegó a El Pao el 11 de abril de 1950, procedente de Italia, por disposición de monseñor Gregorio Adam. Hasta entonces la localidad no disponía de sacerdote desde hacía más de 30 años.
A su llegada empezó a recorrer a caballo los diferentes caseríos que conformaban la extensa parroquia, adelantó las gestiones ante el gobernador Clemente Valladares Torres, un altar para la iglesia, un equipo de cine RCA con el que el 4 de junio de 1950 proyecta la primera película en El Pao. Consigue del gobernador una planta eléctrica.
El 11 de junio instala en la torre de la iglesia un altoparlante con amplificador y micrófono, empleado para invitar a la feligresía a misa y durante las tardes reproducía música para el esparcimiento de los parroquianos.
El 24 de junio de 1950, día del Santo Patrono San Juan Bautista, bajo la gestión del padre Bernardi, se restaura el viejo órgano del templo que había llegado a El Pao en 1865 y no se escuchaba desde 1922.
Funda la casa para las Hermanas de la Caridad, con apoyo del gobernador Aldo Novellino; funda el Salón de Música, pone en funcionamiento el comedor escolar e inicia los trabajos de arreglo y restauración del templo y la casa cural, que duraron hasta el 1 de abril de 1959, gracias a los aportes del gobierno nacional y la gobernación del estado Cojedes.
El 5 de agosto de 1951 funda la tropa de Boys Scouts con 35 muchachos y el apoyo del ingeniero Francisco Mendini. En diciembre de 1950 inaugura las seis campanas nuevas y el reloj en la torre del templo, importadas de Suiza.
El 12 de julio de 1953 funda la escuela de labores femeninas, dirigida por la Hermanas Ravasco, llegadas de Italia y el 12 de octubre de ese año se funda, con su auspicio, la única tropa juvenil femenina de Scouts del país existente en esa época y de nombre Las Exploradoras.
El 16 de septiembre de 1954 fundó un kinder con 30 niños y el 20 de noviembre logra la instalación del servicio de luz eléctrica en el poblado, luego de entablar una acción jurídica contra la compañía eléctrica El Pao y la Cumaca, y llevada adelante por el abogado José Carrillo Moreno. Con la ayuda de la gobernación del estado Cojedes logra la construcción del convento que, junto al Kinder, ocupó la vieja área del antiguo Beaterio de las Carmelitas.
El 24 de junio de 1961 inauguró una capilla en el caserío Gamelotal, obra ejecutada por todos los vecinos de la localidad, y en la que fue colocada una imagen de la Virgen del Perpetuo Socorro.
En sus diecisiete años de labor constante impulsó y promovió muchas otras actividades y servicios, como una pista de aterrizaje en el caserío Simona y otra pista en el caserío Laya; una piscina pública en el jardín de infancia, donada por el Central yuquero El Pao; la promoción del deporte; la instalación del alumbrado nocturno en la cancha deportiva de la iglesia para ampliar el horario de disfrute de este espacio; la creación del parque recreacional Fray Nicolás de Igualada, creado en dos hectáreas de terreno cedido por la municipalidad.
Es trasladado a Puerto Cabello por orden de monseñor José Alí Lebrum, obispo de Valencia, para ocupar el cargo de capellán de la Base Naval y la Escuadra de Infantería de Marina. Murió el 3 de enero de 1999 en Puerto Cabello y sus restos fueron sepultados en la catedral Inmaculada Concepción de Valencia, estado Carabobo.
¡Preservemos y salvaguardemos la vida y obra, saberes, conocimientos y técnicas de la tradición, prácticas y trayectorias, de Gino Bernardi, portador patrimonial de la Nación!
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