La precampaña presidencial de Venezuela para el proceso electoral del próximo 28 de julio se desarrolla en medio de una fuerte polarización y el uso estratégico de imágenes de figuras emblemáticas que no son candidatos, como María Corina Machado y el fallecido expresidente Hugo Chávez.
El gobierno de Nicolás Maduro ha optado por una campaña como tal, aunque oficialmente debería comenzar el 5 de julio y extenderse hasta el 25 del mismo mes. Además, ha utilizado los medios públicos y privados para transmitir mensajes, desde el día que el presidente se inscribió como candidato.
“A diario vemos esa propaganda con una canción bien pegajosa”, señaló el politólogo Daniel Santolo. sostiene que este despliegue mediático no solo refuerza la presencia de Maduro en la precampaña, sino que también revive la imagen de Chávez, evocando su legado y promesas a través de diversos medios audiovisuales.
La oposición juega sus fichas en este tablero con la figura de María Corina Machado. Utiliza su imagen como un símbolo de resistencia y cambio, a pesar de que ella no sea candidata inscrita.
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El politólogo aseguró que esta estrategia de precampaña busca movilizar a sus seguidores y presentar una fuerte oposición al gobierno actual.
Santolo destacó que esta dinámica perpetúa la polarización en el país: «Parece que seguimos en una campaña eterna, con el gobierno utilizando todo el poder del estado y los medios de comunicación para mantenerse en el poder».
Algunos de los candidatos fuera de polarización Gobierno-Unidad también echan mano de la precampaña, con publicidad paga en redes sociales. Ya se ha visto en Meta post publicitarios de Javier Bertucci.
Precampaña demuestra que el gobierno no se prepara para entregar el poder
Una de las críticas más fuertes que enfrenta el gobierno de Nicolás Maduro es la percepción de que no está dispuesto a entregar el poder, independientemente del resultado electoral. Santolo lo explica con claridad: «El gobierno no está jugando a entregar el poder. Sabe que se juega su existencia, ya que muchos de sus dirigentes enfrentan serias amenazas legales y hasta recompensas por sus capturas».
La narrativa gubernamental sugiere que cualquier cambio de poder podría resultar en persecución y represalias contra sus líderes. Esto ha llevado a una precampaña que no solo busca la reelección, sino también la protección y supervivencia de sus altos mandos.
Esta perspectiva se ve reforzada por la insistencia en culpar a las sanciones internacionales y a la oposición de los problemas económicos del país. Es un argumento utilizado para consolidar su base y justificar su permanencia en el poder.
¿A quién favorece la abstención?
La abstención siempre es un factor fundamental en las elecciones venezolanas. En este contexto de extrema polarización, la participación electoral se convierte en un termómetro del apoyo a los diferentes sectores políticos. Según Santolo, «si la abstención es alta, el gobierno tiene una mayor probabilidad de ganar, ya que su base de apoyo es más consistente y movilizada».
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En contraste, una alta participación podría significar un descontento generalizado con el gobierno. Y una mayor posibilidad de que la oposición capitalice ese sentimiento para obtener una victoria.
El gobierno de Maduro es criticado por no crear las condiciones adecuadas para una participación electoral amplia y transparente. La precampaña oficial, según varios observadores, ha estado marcada por el uso de recursos del estado y una maquinaria propagandística. Esto busca desalentar a los votantes opositores o indecisos, fomentando la idea de que la abstención favorece a la estabilidad del gobierno actual.
