jardín botánico
Las canchas deportivas que se levantan en Naguanagua, están sobre terrenos del Jardín Botánico. Foto Cortesía

Unos cuantos metros hacia el Este fue trasladado el proyecto de construcción de dos canchas deportivas en terrenos que pertenecen al Jardín Botánico de Naguanagua y Herbario de Carabobo. Es una acción que atenta contra leyes y ordenanzas establecidas y que se ejecuta ante la vista de todos.

Pero pocos saben que el lugar donde se están construyendo estos espacios para jugar pádel, pertenecen jurídicamente al Jardín Botánico. La explicación la da el ambientalista José Manuel Hurtado, miembro del Frente Ecológico Regional Aragua Carabobo.

Están ubicados a un extremo del cajón del puente Mañongo, por donde pasa el río Cabriales, justo al lado de lo que se conoce como “El Samán de Naguanagua” o “La Zona”, que también es parte del Jardín Botánico.

¿Por qué nadie vincula al Jardín Botánico con este terreno? Sucede que, en 1999, un poco más de tres hectáreas de las 15 que conformaban este gran espacio natural, quedaron aisladas con la ampliación y desvío de la avenida Salvador Feo la Cruz, y están fuera de la cerca perimetral. Pero legalmente, es también el Jardín Botánico.

 

I. Movimiento de tierras en el Jardín Botánico levanta alarmas

Durante la segunda semana de abril inició un inusual movimiento de tierra dentro de este espacio que fue concebido, en principio, como parte del Parque Metropolitano de Valencia, antes de la descentralización de los municipios.

Fueron trabajos realizados con maquinaria pesada. Diferentes grupos conservacionistas se pronunciaron en contra, manifestando que sabían que en el lugar se construirían varias canchas de pádel.

José Manuel Pérez Hurtado cuestionó que si se trataba de un mantenimiento, tal como aclaró la alcaldesa Ana González el 23 de abril, no hacía falta emplear ese tipo de equipos.

Jardín Botánico
Parte de árboles talados y de la remoción de la capa vegetal del Jardín Botánico (Foto: Dayrí Blanco)

“Para desmalezar y desmontar se usan ciertas herramientas, como machete y desmalezadora, como siempre lo habían hecho. Pero se suprimió la capa vegetal en, aproximadamente, un 40% del Jardín Botánico. Esto sería casi un 80% del bosque tropófilo semidecíduo conformado por las plantas, helechos y herbáceas que forman parte de ese proceso de vida que tiene el bosque”.

También fueron eliminados los árboles emergentes y los jóvenes que son la generación de relevo de los grandes.

La denuncia de diferentes grupos ecologistas detuvo estas labores y la alcaldesa aseguró que nunca hubo intención de construir canchas ni área gastronómica. “El Jardín Botánico va a ser sometido a un cariño que se merece y que los naguanagüenses anhelaban desde hace más de 15 años, que ha atravesado periodos de sequía y de tristeza y necesitaba de nuestro abordaje”.

II. ¿Cambio de ubicación es una jugada maestra?

Una semana después, inició otro movimiento de tierras pero, en el terreno ubicado en la prolongación de la avenida Salvador Feo La Cruz. Al no estar dentro de las rejas, es muy fácil pensar que no forma parte del Jardín Botánico.

Ya son visibles las canchas en el lugar, en lo que parece una jugada maestra al mudar la construcción a un sitio que, pocos saben, que es un área verde protegida por las leyes. Allí, desde hace unos meses, funcionaba un estacionamiento, en una práctica también ilegal, aseguró Pérez Hurtado.

Canchas de padel en el Jardin botanico
Vista aérea de la construcción de canchas deportivas en terrenos del Jardín Botánico. Foto Cortesía

“Estos terrenos siguen siendo de Jardín Botánico no edificable. Ellos, primero querían construir las canchas dentro del bosque, y ahora las mudaron para acá, por eso es que nosotros decimos que querían el lomito, pero se fueron a comer en la punta trasera porque los ecologistas se activaron”.

En el lugar donde se levantan las nuevas áreas deportivas existe una importante cantidad de bambúes que está siendo cortado. Es una práctica prohibida, al ser considerado como patrimonio forestal nacional, según la Ley de Bosques. La acción amerita un plan de manejo del bambú, que permita la sustentabilidad, potencialidad, integralidad de su uso y la corresponsabilidad entre instituciones y organizaciones comunitarias.

jardín botánico
En el lugar se ha cortado una gran cantidad de bambú (Foto: Cortesía)

III. El Jardín Botánico es cada vez más pequeño

El Jardín Botánico está enmarcado dentro del proyecto denominado Parque Metropolitano de Valencia. Fue creado en 1958 por la Junta de Gobierno, después de la presidencia de Marcos Pérez Jiménez. Ese ente declaró como zona protectora todos los bordes del río Cabriales, desde su nacimiento hasta el sur de Valencia.

El objetivo era crear una serie de infraestructuras naturales y recreacionales, por lo que se hicieron con el paso de los años el Parque Metropolitano, donde está la sede de Inparques; el velódromo; el Parque Juan Cuchara; el Negra Hipólita; Fernando Peñalver y el Jardín Botánico, entre otros.

jardín botánico
Plano del Parque Metropolitano (Foto: Cortesía Frente Ecológico Aragua Carabobo)

Pero en la década de los 90 se modificaron sus usos para permitir la construcción de centros sociales. Se hizo a través de una ordenanza para legalizar la edificación de inmuebles que no sean residenciales ni industriales, como los clubes y espacios educativos.

En el año 1992 se inició la construcción de la Villa Olímpica, que le restó una importante extensión de terreno al Jardín Botánico. Luego se sumó el Complejo Deportivo Bicentenario, con varias canchas y un gran estacionamiento. Más recientemente, se agregó un Centro de Diagnóstico Integral (CDI), con lo que el Jardín Botánico quedó en 15,6 hectáreas.

 

 

IV. El cambio de normativa que dividió el Jardín Botánico

Con planos en mano, Pérez Hurtado explicó que, según Gaceta Municipal de Valencia del 21 de mayo de 1993, se sancionó la Ordenanza Sobre el Plan Especial de Reorganización y Ordenación del Núcleo “D” de la Urbanización La Granja, que contempla todos esos cambios.

La parcela “D”, que era en su totalidad el Jardín Botánico, se dividió en tres partes. El sector “D1”, correspondiente al complejo Bicentenario; el “D3” para la Villa Olímpica; y el “D2” para el Jardín Botánico. Este último contemplaba toda la extensión sin división hasta donde hoy se construyen las canchas de pádel. Se incluyen la parte de “El Samán” o “La Zona”, ya que la avenida no existía en ese momento.

Jardín Botánico
Plano de la urbanización La Granja con la segmentación de la parcela D (Foto: Cortesía)

En el año 1999 se realizó la prolongación de la avenida Salvador Feo La Cruz, cuya proyección inicial era pasar por un lado del Cabriales. “Pero el problema era que afectaba a los clubes y se propuso hacer un desvío con el argumento de que se ahorrarían un puente, pero eso dividió el Jardín Botánico en dos”, denunció Pérez Hurtado.

 

 

Estos trabajos se realizaron con la promesa de que conectarían el Jardín Botánico de alguna manera, con una pasarela o un túnel peatonal. Eso no se hizo y así quedaron  casi cuatro hectáreas del otro lado de la avenida que, para muchos, no son parte del Jardín Botánico.

V. La violación de las normas jurídicas

El artículo 2 de la Ordenanza Sobre el Plan Especial de Reorganización y Ordenación del Núcleo “D” de la Urbanización La Granja  establece detalladamente que los usos de la sección “D2” son: plazas, edificaciones administrativas, invernaderos y umbráculos, viveros, cafeterías, teatros al aire libre, pódiums, áreas de niños y parques infantiles, ermitas, bibliotecas, depósitos, área de mantenimiento, zona de invidentes; además de locales para artesanía, librería, especímenes vegetales, eventos científicos y/o culturales y exposiciones.

“En ningún lado aparece el uso deportivo, porque sería ilógico después de haberle quitado tanto espacio al Jardín Botánico para fines deportivos. Por eso, esas canchas de pádel que están dentro de la zona “D2” son de uso no conforme, no está apegado la legalidad. Es ilegal”.

Lee también: Asamblea Nacional discutirá afectaciones al Jardín Botánico de Naguanagua

A esto se suma que los jardines botánicos están protegidos por un convenio internacional que suscribió Venezuela en el año 1992, que es el convenio de diversidad biológica. Además de su ley aprobatoria, que es la Ley de Gestión de Diversidad Biológica y que contempla en su artículo 35 que, para intervenir un área de conservación, se tiene que pedir permiso al Ministerio de Ecosocialismo y consultar a la comunidad. “Esos dos elementos fueron violentados, pero también está siendo violentado el uso no conforme”.

El Jardín Botánico es administrado por una fundación conformada por tres representantes que nombra la alcaldía, uno el Concejo Municipal, y otro la gobernación. Sus decisiones deben ser tomadas por mayoría y, según aseguró Pérez Hurtado, en este caso de las canchas no hubo consulta ni siquiera de entre ellos mismos.

VI. Privatización de espacios públicos

El terreno del Jardín Botánico donde se construyen las canchas ya se usaba con fines lucrativos a través de un estacionamiento. De acuerdo a Pérez Hurtado, las labores actuales corresponden a una concesión que se le dio a una empresa privada.

“Eso es algo sumamente grave en la historia del urbanismo en Venezuela. Hay que parar la privatización de los espacios públicos, porque nosotros vivimos en una república que significa la cosa pública, lo que es común a todos. Si no eres república eres un monarca donde el dueño es el rey, entonces, nosotros tenemos que salirle al paso a todos aquellos que quieren privatizar lo que constituye nuestra república”.

Hurtado repudió que esta obra se realice sin la consulta de la comunidad ni los debidos permisos, además de que está fuera de la legalidad.

Jardín Botánico
La construcción de las canchas avanza rápidamente (Foto: Cortesía)

“Mientras por un lado nos está diciendo la alcaldesa que en ningún momento se pretendía construir canchas en el Jardín Botánico, lo que hicieron fue trasladarlas a otro extremo de los terrenos”

VII. Un juicio tardío en defensa del Jardín Botánico

Cuando en 1999 se realizó la desviación de la avenida Salvador Feo La Cruz, grupos de ecologistas y urbanistas lo denunciaron. Dijeron que eso representaba un cambio de uso del Jardín Botánico, de área verde recreativa y centro de conservación a un área de servicio, para favorecer a algunos clubes privados.

Por ello se constituyó un comité por la defensa del Jardín Botánico. En aquel entonces sus integrantes acudieron a la Defensoría del Pueblo, cuya titular, Dilia Parra Guillén, acompañó a los conservacionistas en esa lucha para pedir un juicio de nulidad. La Ley Orgánica de Ordenación Urbanística, en su artículo 69, dice que las áreas de parque y recreación no pueden ser cambiadas de uso.

“Cualquier otro uso es considerado de nulidad absoluta. Por eso fuimos al juzgado contencioso administrativo del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), y con ponencia de Carlos Escarrá se dijo que el caso se enviaba a Carabobo. Fue engavetado por más de 14 años  hasta que se hizo la reposición de la causa y se determinó que no se debió hacer el desvío de la avenida. Y ese pedazo que hoy está disponiendo la alcaldía de Naguanagua en donde las anteriores administraciones construyeron unas tarimas, una pista de karting y ahora se hacen unas canchas de pádel es del Jardín Botánico, incluyendo la avenida, por eso, si el Jardín Botánico quiere cobrar peaje, puede hacerlo”.

VIII. Sin apoyo público al Jardín Botánico

Desde el nacimiento del Jardín Botánico, Hurtado, integrante del Frente Ecológico Regional, señaló que la administración pública lo único que ha hecho es quitarle terreno.

“La actividad deportiva está plenamente justificada, pero hay bastante espacios para desarrollarla y no los terrenos botánicos”.

La cerca perimetral del Jardín Botánico se construyó con recursos que se consiguieron con lo que era Ministerio de Infraestructura. Para el pozo de aguas profundas se contó con el apoyo del Consejo Legislativo. Los promotores originales lograron la ermita y la plaza central del árbol del samán, además del primer sendero de interpretación, que fue construido por el Centro de Ecología de la Universidad de Carabobo, y el segundo que se logró gracias a la Fundación Tierra Viva.

“O sea, todo lo que se ha hecho en el Jardín Botánico, incluso la primera vigilancia que era de la dirección de seguridad y protección de la Universidad de Carabobo, que ponía unos vigilantes para conservar esas cosas que se estaban construyendo, lo hizo la sociedad civil. Nada lo ha puesto ni la gobernación ni la alcaldía”.

Hurtado cuestionó la falta de voluntad política y el enorme desconocimiento que existe entre las autoridades de lo que es un jardín botánico. Y más aún de su importancia como centros de conservación de la diversidad biológica.

“Es necesario que estas instituciones no tengan puestos burocráticos ni políticos, porque esto es una institución técnica, educativa, científica. Requiere profesionales que, evidentemente, tengan un currículum, que les permita hacer una buena y adecuada administración y mantenimiento de nuestro Jardín Botánico”.

 

NOTA: La alcaldía de Naguanagua no respondió a solicitudes de información sobre el contenido de este reportaje.

 

 

¿Quieres recibir nuestros titulares diarios, matutinos y vespertinos?

Puedes unirte a nuestros canales

Telegram: https://t.me/titularesec

Whatsapp: https://goo.su/KWjI

O si prefieres nuestro grupo en WhatsApp: https://goo.su/Sqh8J

Con gusto te enviaremos las noticias más relevantes del día

También puedes seguirnos en Google Noticias: https://goo.su/BAb5z




Estimado lector: El Diario El Carabobeño es defensor de los valores democráticos y de la comunicación libre y plural, por lo que los invitamos a emitir sus comentarios con respeto. No está permitida la publicación de mensajes violentos, ofensivos, difamatorios o que infrinjan lo estipulado en el artículo 27 de la Ley de Responsabilidad en Radio, TV y Medios Electrónicos. Nos reservamos el derecho a eliminar los mensajes que incumplan esta normativa y serán suprimidos del portal los contenidos que violen la Constitución y las leyes.