Las películas de vampiros suelen tener una escena final, a veces incluye estaca de madera, donde un veloz protagonista se abalanza sobre el sarcófago y lo abre justo cuando, arrancadas las cortinas, entra un potentísimo sol que lo encandila todo. Lo que sigue es espeluznante: el vampiro se cuartea como una muñeca rosada, de las que regalan en navidad, se pulveriza y dispersa en una suave brisa donde se disuelve el mal. Así, más o menos, podría alguien imaginar cómo se producirá el cambio en nuestra universidad, cuando regrese la luz de la libertad y la democracia, y desaparezca el murcielagato.
Algún lector que desconoce lo que ha ocurrido y lo que esconde la casa que vence las sombras, no sólo la UCV, podría sorprenderse si lo pongo al tanto de que a un grupo de estudiantes, profesores y administrativos, que enseñaban a la comunidad universitaria de FACE a ejercer el voto, los agredió un grupo de fornidos personajes; y de que, a patadas bien ensayadas, destruyó el material electoral, alegando que no permitían campaña electoral en la UC. A escasos kilómetros y pocos días antes, la autoridad rectoral y su equipo, menos el Vicerrector Ulises Rojas, habían realizado un acto de agradecimiento con el presidente y el gobernador del Estado, todo transmitido en cadena nacional.
Habría que agregar que, a cien metros de la golpiza, está el comedor universitario, saqueado, destruido, y paralizado durante meses, aún con un convenio de seguridad con la autoridad estadal que supuestamente nos protegía de todo mal. El comedor en honor a la verdad fue restaurado por tercera o cuarta vez.
El evento descrito no es el primero; este es el segundo episodio en menos de un mes, el primero ocurrió en FACES. Nuestros compañeros fueron desalojados a empujones y tumbarranchos.
La pregunta que aflora es quién responde por la Autonomía y la Democracia en la Casa que las sombras tienen rato oscureciendo.
Cualquier profesor de a pie, es decir casi todos, con sueldos que rondan los 20 $ mensuales y cuyos alumnos “ hacen vacas para regalarle comida o zapatos”, se desplazan en sus Facultades, bajo un clima de terror y presión, donde se les amenaza con detener su ascenso, o nombramiento, si no siguen las adhesiones políticas sugeridas por supuestas autoridades.
Lo descrito anteriormente es acallado por presiones de toda índole y una costra cubre la libertad de ideas, el pluralismo y la democracia, precisamente en el centro predestinado históricamente para preservarlas. Se ha creado un microcosmos que reproduce en la Universidad los males de lo que ocurre en el país, autoritarismo y procura de pensamientos excluyentes.
Lo más grave es que personajes tradicionales de la Universidad, salvo justificadas excepciones, callan al interior, mientras fuera de la UC se declaran como un comando de paladines dispuestos a inmolarse por el cambio.
Usted podría dudar sobre lo que aquí se afirma, imaginar que se trata de una exageración propia de confrontaciones electorales. Acérquese al rectorado de la UC, donde podrá abordar autobuses del transporte universitario, con el rostro de los gobernantes del Destructivismo del Siglo XXI y los símbolos (murciélagos) del partido de Gobierno. En Bárbula podrá observar quirópteros impresos en aulas y laboratorios, como si de un Castillo del mal se tratara.
La de Carabobo, necesita volver a ser la Universidad que eduque para la democracia, la libertad, el pluralismo y no para la sumisión y el oportunismo. Eso desangra su autonomía, la cual la ha preservado históricamente del control de los gobiernos de turno, del signo que sean.
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