Ayer se cumplieron 87 años del fallecimiento del compositor americano George Gershwin.
Siempre me llamó la atención de Gershwin que, al igual que muchos músicos de su época, vivió en un tiempo en el que la segregación racial era una cruel realidad en Estados Unidos. Sin embargo, Gershwin mismo no fue segregado en el sentido de enfrentar discriminación racial directa, ya que era un hombre caucásico de ascendencia judía. No obstante, su carrera y sus obras sí se vieron influenciadas por las tensiones raciales y las dinámicas sociales de su tiempo. Y no podemos dejar de lado el hecho de ser judío en esos años complicados previos a la II Guerra Mundial.

En cuanto a sus datos biográficos, de nombre real George Gershovitz, nació en Brooklyn el 26 de septiembre de 1898 y falleció en Beverly Hills el 11 de julio de 1937. Músico, compositor y pianista estadounidense. Un genio. Es reconocido, popularmente, por haber logrado hacer una amalgama perfecta entre la música académica y el jazz.

Gershwin se distinguió por su voluntad de colaborar y aprender de músicos afroamericanos, algo que no era común en su época debido a las actitudes racistas predominantes. Su ópera «Porgy and Bess» es un ejemplo notable de esto, ya que trabajó con cantantes y músicos afroamericanos para crear una obra que reflejara auténticamente la vida y la cultura afroamericana en Charleston, Carolina del Sur. Sin embargo, lo que significó en su época un hecho transgresivo, disruptivo, reivindicador, a trasluz de la generación de cristal actual y sus debatibles líneas de pensamiento, esta obra en particular ha sido de nuevo objeto de controversia por su representación de los personajes afroamericanos y la percepción de estereotipos.

Y es que, escuchando la música de Gershwin -no solo la académica sino sus decenas canciones populares y música para películas-, es fácilmente observar que es profundamente influenciada por el jazz y la cultura afroamericana. Obras como «Rhapsody in Blue» (pieza para piano y orquesta) y la ya mencionada «Porgy and Bess» incorporaron elementos del jazz y el blues, estilos musicales que, como sabemos, surgieron de las comunidades afroamericanas. A través de su música, Gershwin ayudó a llevar estos géneros a una audiencia más amplia, aunque las dinámicas de poder y los prejuicios raciales de la época complicaban estas interacciones.

Aunque Gershwin no enfrentó segregación racial personalmente, era consciente de las barreras que existían para los músicos afroamericanos. Mantuvo amistades y colaboraciones con varios de estos artistas, y su música fue influenciada por estas relaciones. Sin embargo, los músicos negros con los que trabajó a menudo no recibieron el mismo reconocimiento y oportunidades que sus colegas blancos, reflejando las injusticias y desigualdades de la época. Caso célebre: Scott Joplin.

Como mencioné anteriormente, la ópera de Gershwin «Porgy and Bess» entre otras obras de su amplio catálogo, sigue siendo debatida en términos de su representación racial. Mientras algunos consideran dicha ópera una obra maestra que dio voz a la cultura afroamericana, otros critican sus estereotipos y la falta de auténtica representación en la creación de la ópera. Estas discusiones reflejan la complejidad de la relación de Gershwin con la segregación y el racismo de su tiempo.

Dicen que una vez George viajó a Europa y allí conoció a Maurice Ravel y le pidió ser su discípulo. Ravel, al notar el enorme talento del joven judío estadounidense, le respondió: ¿Para qué quieres ser un Ravel de segunda si puedes ser un Gershwin de primera?.
George hizo una perfecta dupla con su hermano Israel “Ira” Gershwin, quien a menudo hacía las letras de sus canciones.

Una simpática y poco conocida anécdota corresponde a su más célebre pieza, para piano y orquesta, “Rhapsody in Blue”. Una rapsodia es una pieza musical muy usada en el romanticismo europeo, compuesta por diferentes melodías, unidas libremente y sin relación alguna entre ellas. Es necesario acotar que la traducción al español “Rapsodia en azul” es errónea, pues blue en inglés es tristeza, nostalgia, melancolía… De allí, el blues americano nacido a finales del siglo XIX.

La anécdota en cuestión fue que Ira Gershwin tuvo un encuentro casual con Paul Whiteman, exitoso productor musical neoyorquino. Whiteman, conocido como el «Rey del Jazz», estaba organizando un concierto titulado «An Experiment in Modern Music» para el 12 de febrero de 1924 en el Aeolian Hall de Nueva York. Su objetivo era demostrar que el jazz, considerado por muchos en la época como una forma de música popular inferior, podía ser elevado a un nivel de arte serio.

Whiteman encargó a George Gershwin, a través de Ira, que escribiera una obra para piano y orquesta que integrara elementos de jazz y música clásica. George dijo que sí, pero poco caso hizo. Cierto día, mientras George jugaba al billar, Ira, quien estaba a su lado sentado en un sillón, leyó en la prensa que “en quince días se estrenaba una pieza para piano y orquesta de George Gershwin”. Le preguntó a su hermano cómo iba la composición, y este, con las manos en la cabeza, espantado, le dijo que no había escrito nada aún. ¡A correr!

El estreno fue, efectivamente, el 12 de febrero de 1924 -¡hace cien años!-; al piano como solista, el propio George Gershwin quien también dirigía la orquesta desde el instrumento. La leyenda dice que sus melodías fueron ideadas en un tren; que lo que tocó en el estreno fue improvisado y luego, con calma, escribió y editó lo que actualmente conocemos. ¡Quién sabe qué maravilla habría sido ese estreno!

Gershwin falleció prematuramente a los 38 años, a causa de un tumor cerebral. En resumen, la música de Gershwin estuvo ligada a las dinámicas raciales de la época. A través de sus colaboraciones y la influencia de la música afroamericana en su obra, Gershwin jugó un papel en la compleja interacción entre diferentes comunidades musicales durante una época de significativa segregación y racismo en Estados Unidos.

Para escuchar, a propósito de George Gershwin, recomiendo dos de sus obras: su pieza “I Got Rhythm”, tocada por él mismo, y la versión para piano solo de “Rhapsody in Blue” interpretada por Jack Gibbons, con curiosas fotos del manuscrito original:
https://www.youtube.com/watch?v=oQdeTbUDCiw&t=178s
https://www.youtube.com/watch?v=nLe8Og8r1II

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