Discriminación laboral por edad: ¿oportunidades limitadas para mayores de 30 años?

En el área de comercio y servicios prefieren contratar a estudiantes y recién graduados con buena condición física para amoldarse a intensas jornadas de trabajo bajo contratos temporales.

Caracas. “Se solicita personal entre 18 y 29 años para el área de ventas”, se lee en la vidriera de una zapatería en Catia, al oeste de la ciudad. En la misma calle, avisos similares en búsqueda de empleados jóvenes se exhiben la entrada de otros comercios. Para Christian López, el panorama es desalentador. 

Él es ingeniero industrial, padre de un niño y está desempleado, por lo que busca cualquier alternativa para generar ingresos. Tiene 34 años de edad, y está en desventaja para conseguir trabajo en esas tiendas. “Empleos de este tipo hay por montón, pero a mí no me llaman. Contratan a puros chamos”, afirmó. 

En un recorrido por negocios del oeste y centro de Caracas, Crónica.Uno encontró que la mayoría buscan emplear a bachilleres, estudiantes y/o profesionales recién graduados para desempeñarse en el área de ventas y servicios. Los salarios oscilan entre los 100 y los 200 dólares mensuales. 

Expertos en derecho laboral consultados para este reportaje coincidieron en que el perfil más solicitado por locales, negocios y también por empresas apunta a los jóvenes, dispuestos a amoldarse a intensas jornadas de trabajo, bajo la modalidad de contratos temporales, no mayores a los seis meses. 

Esta realidad es un desafío para los mayores de 30 años de edad que buscan empleo, incluyendo adultos mayores que, ante los bajos montos de las pensiones y jubilaciones, aún buscan trabajar para sobrevivir. 

El Estado venezolano suscribió en los años setenta el convenio N°111 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que exige a los gobiernos formular políticas que promuevan la igualdad de oportunidades y de trato en materia de empleo y ocupación, con objeto de eliminar toda forma de discriminación.

Los especialistas señalaron que aunque la discriminación en el acceso al empleo está prohibida en la ley, como lo consagra el artículo 89 de La Constitución y los convenios ratificados por el Estado venezolano ante la OIT,  los patronos son libres de aplicar los criterios que consideren convenientes para la selección. Aunque estos estándares sean discriminatorios.

Un estudio publicado por el Fondo Monetario Internacional en 2020 advertía que la tasa de desempleo en Venezuela alcanzaba el 58,3 %. Sin embargo, para 2022 según el presidente Nicolás Maduro el desempleo en el país era de 7,8 %, lo que representaba una disminución respecto a 2021 cuando se ubicaba en 8,9 %. 

Aunque la brecha de desempleo se redujo, a diario la competencia por conseguir empleo es férrea y genera frustración. Según datos de la Encuesta de Condiciones de Vida 2023, en Venezuela hay 1,7 millones de personas que no trabajan por considerar que carecen de oportunidad para obtener un empleo.

¿Por qué buscan empleados jóvenes?

Para la presidenta de la Comisión de Asuntos Laborales de Confederación Venezolana de Industriales (Conindustria), Mary Olga Girán, los estándares de selección para contratar personal en el área del comercio y servicios están regidos por el interés económico, porque para los empleadores es más rentable ofrecer contratos temporales indeterminados sin mayores beneficios.

Los emprendedores y empresarios que invierten en nuevos negocios y locales están sujetos al incierto panorama económico, político y social del país. Por esa razón, dijo la experta, evitan comprometerse a largo plazo al contratar personal fijo, lo que genera un clima de inestabilidad laboral y falta de garantías. 

Tratan de ser cautos y no arriesgarse porque no saben cómo les resultará todo. Esto ocurre sobre todo en las grandes franquicias”, puntualizó Girán.

El director del Observatorio de Empleabilidad de la Universidad Católica Andrés Bello, Oscar Wald, explicó que en el mercado laboral formal e informal hay una gran demanda de empleo en funciones relacionadas con el comercio, manufactura y distribución, pero la oferta es escasa. Por eso los empleadores optan por contratar a quien esté dispuesto a negociar el pago del salario por paquetes cancelados en montos esporádicos o por logro de metas. 

“Esto dificulta las cosas porque los solicitantes con experiencia van a cobrar por encima de lo que la empresa está dispuesta a pagar. Los jóvenes no son la opción más requerida, pero sí la más pagable porque suelen hacer concesiones”, expresó.

Desde hace tres años, Nelson Martínez es gerente de una zapatería en el bulevar de Catia. Tiene a su cargo a cuatro empleados que trabajan desde las 8:00 a. m. hasta las 5:00 p. m. por $180 mensuales bajo la modalidad de contratos temporales. Ninguno supera los 25 años de edad.

“Nuestros vendedores deben tener 18 años cumplidos y no ser mayores de 30 años. Nos interesa los jóvenes porque son más activos, además de vender deben limpiar el local y clasificar la mercancía. Las personas de cierta edad con experiencia tienden a estar a la defensiva y no siempre se amoldan. Tampoco aguantan la jornada”, dijo.

Aunque al principio la posibilidad de tener un primer empleo resulta atractiva, la permanencia del personal menor a los 30 años en la industria y las empresas dura poco. Una vez que reciben el adiestramiento y se insertan en la compañía, suelen decidir irse a trabajar para la competencia o por cuenta propia. “Se van con los competidores por $100 más o deciden emprender sus negocios porque tienen mayor flexibilidad y tiempo para la familia”, explicó Oscar Wald.

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Una gerente de la tienda departamental Mundo Total, que prefirió no dar su nombre, explicó que la empresa no busca un perfil determinado para captar al personal en sus 70 agencias. Solicitan técnicos superiores, choferes, vendedores y administradores y, aseguró, que para ocupar estos cargos prefieren la experiencia. 

No obstante, reconoció que en el área de atención al público importa la apariencia. “Tenemos empleados de 30 o 35 años atendiendo a los clientes porque se ven bien, cumplen con su trabajo y eso es lo que nos funciona. Además les ofrecemos incentivos y capacitación”, subrayó.

Ahora, con el auge de las redes sociales los emprendedores buscan posicionar sus negocios en las plataformas virtuales para captar más clientes. Mary Olga Girán indicó que en esos casos cobra preponderancia las tendencias del marketing. “Está científicamente comprobado que al público le gusta la gente joven, les resulta más atractivo”, señaló. 

Igualdad de oportunidades

Samuel Lizcano tiene 39 años de edad y es empleado administrativo en una escuela donde cumple una jornada de seis horas diarias a cambio del salario mínimo, un bono de $50 y una bolsa de comida. Se graduó hace tres años como técnico superior en informática y desea ejercer su carrera, pero no le ha llegado la oportunidad.

A principios de 2023 se desempeñó en una empresa de tecnología en la que fue discriminado por su edad y apariencia. “Ganaba casi $500 al mes, pero allí duré poco porque los jefes querían empleados jóvenes y bonitos para hacer contenido en redes sociales. Como yo no encajaba, me despidieron”, recordó.

El Decreto de Ley Orgánica del Trabajo en su artículo 18 menciona la prohibición sobre todo tipo de discriminación “por razones de edad, raza, sexo, condición social, credo o aquellas que menoscaben el derecho a la igualdad ante la ley y por cualquier otra condición”.

El presidente del Movimiento Laborista y especialista en estudios de América Latina, Froilán Barrios, señaló que siempre ha existido un patrón discriminatorio en el acceso al empleo por sexo, orientación política, raza y religión. No obstante, a causa de la diáspora, que según Acnur asciende a 7,7 millones de venezolanos, se agravó la exclusión para un amplio sector de la población.

Los padres de familia y abuelos buscan un lugar en el mercado de trabajo que les permita un ingreso adicional para atender a los nietos, aun cuando reciban alguna remesa de los parientes que están fuera del país”, enfatizó.

Mary Olga Girán destacó que establecer la edad, la buena presencia o ciertos atributos físicos como requisitos excluyentes, bien sea a través de un cartel o de manera expresa, incurre en una ilegalidad que debe ser sancionada, siempre y cuando existan pruebas comprobables.

En ese caso cualquier postulante objeto de discriminación puede dirigirse a la Inspectoría del Trabajo y hacer una denuncia anónima ante la oficina de la procuraduría. “En esos casos se cita a la empresa bien sea pública o privada”, indicó Barrios.

El convenio N° 111 compromete al Estado a crear políticas para proteger el acceso al empleo y la igualdad de trato, pero para Barrios muchos de estos acuerdos son incumplidos e ignorados, porque a comparación de otros países la participación de adultos mayores en el mercado laboral es baja.

“En otros países es normal conseguir a personas de 60 y 70 años trabajando en todo tipo de actividades manuales. En Estados Unidos hasta el 35 % de la mano de obra son adultos mayores”, indicó.

Según la Encovi para el año 2020 la participación en la fuerza de trabajo de la población entre los 55 y 64 años de edad rondaba 51 %; sin embargo, al alcanzar los 65 años este porcentaje se reducía 19 %. Estos datos son sustentados con lo que arrojó la OIT en su informe anual de perspectivas sociales y de empleo en el mundo para 2020. 

En este documento la organización calificó a Venezuela como uno de los países con mayor riesgo de conflictividad social en el ámbito mundial, debido a la alta tasa de precariedad laboral, el subempleo, la informalidad y la carencia de oportunidades necesarias para encontrar empleos dignos. 

Mercado de trabajo golpeado

En la entrada de una tienda de maquillaje y perfumería, ubicada en La Hoyada, Yusmary Pacheco de 19 años de edad anima a los transeúntes a probar un dúo de fragancias en promoción. Se graduó de bachiller hace casi dos años y quiere estudiar turismo, pero por falta de recursos postergó sus aspiraciones para salir a trabajar. Gana $20 dólares semanales y solo tiene los domingos libres. 

“Al principio es fuerte. No me acostumbraba porque estoy de pie casi todo el día, pero al menos gano algo para colaborar en mi casa solo con lo básico porque tampoco me alcanza para mucho. Espero volver a estudiar cuando todo mejore en el país”, expresó.

Para Froilán Barrios, la pérdida del poder adquisitivo y la merma de la capacidad de las empresas y grandes industrias a causa de la crisis económica ha perjudicado el mercado de trabajo en todas las escalas. A su juicio, los afectados no son solo adultos y personas mayores, sino también la población más joven a causa de la disminución en los puestos de trabajo. 

“Hay que analizar el sistema de relaciones de trabajo con políticas actualizadas que ofrezcan garantías a los trabajadores. Que el gobierno y los empresarios se sienten a discutir en igualdad de condiciones porque estamos ante una crisis social que amenaza con empeorar en los próximos años”, dijo.