Stephany Herrera fundó el espacio, ubicado en Propatria, con la convicción de derribar el estigma asociado al virus de inmunodeficiencia humana, a través de talleres y apoyo psicosocial.
Caracas. Stephany Herrera fundó el Centro Comunitario Pedro Zerolo con la convicción de derribar el estigma asociado al virus de inmunodeficiencia humana (VIH). Esta iniciativa surgió de su propia experiencia, luego de ser diagnosticada con VIH hace 13 años, y vivir con el prejuicio social que tuvo por ser mujer con esta infección.
“Durante muchos años sentí miedo al estigma, al juicio y a la exclusión social, una vida marcada por temores, especialmente por el ‘qué dirán’ siendo mujer. Por mucho tiempo viví en soledad”, cuenta.
A pesar de contar con apoyo y redes de contención, Stephany señala que las mujeres con VIH aún enfrentan obstáculos en el ámbito médico, en el cual percibe una falta de perspectiva de género en la atención.

“Existen vacíos sin resolver. A las mujeres con VIH se nos trata igual que a los hombres, sin considerar las diferencias en nuestros cuerpos y procesos, especialmente en etapas complejas como la maternidad”,
detalla Stephany, quien es licenciada en Enfermería y magíster en Estudios y Políticas de Género.
Por ello impulsa una campaña para que las mujeres acudan al Centro Comunitario Pedro Zerolo, que desde el 2024 se convirtió en un espacio dedicado a la sensibilización, el apoyo y la inclusión, para fortalecer la conexión entre la comunidad y las personas con VIH.
Stephany explica que con frecuencia el diagnóstico de VIH en mujeres está ligado a experiencias de violencia, por lo que son más reservadas al compartir su situación.
“Se debe hablar más del tema y hacer que sea conocido sin tabúes para que sea más fácil para las personas que tienen la enfermedad, más sano, y quieran dar a conocer su diagnóstico”.

La cultura como reflexión
Jhorman Vera, coordinador del área cultural, cuenta que la expresión artística es el mecanismo que usan para conversar sobre el VIH y los miedos que atraviesan las personas con esta enfermedad.
“El arte se convirtió en nuestro medio de resistencia, denuncia y transformación social”, agrega.
En el centro hacen talleres de muralismo, teatro, fotografía y literatura, para visibilizar las experiencias.
“Estas iniciativas buscan no solo sensibilizar, sino también fomentar la participación activa de la comunidad, promoviendo una reflexión profunda y un cambio cultural”,
expresa.

Actividades para la comunidad
Vera señala que el Centro Pedro Zerolo, ubicado en Propatria, municipio Libertador de Caracas, es el primer espacio comunitario de este tipo en Venezuela. Al principio, el temor dificultó la participación, pero actualmente “muchas personas” asisten a los talleres.
“Hay quienes pasan todo el día aquí participando en diferentes talleres y disfrutando de un espacio seguro. También recibimos a aliados de la comunidad LGBTIQ+ que no necesariamente viven con VIH”,
comenta.

Stephany menciona que las actividades se extienden a la comunidad a través de cineforos, escritura creativa y charlas en diversos espacios para generar conciencia y promover el respeto.
“Realizamos jornadas en las calles y espacios no convencionales para fomentar el respeto, la denuncia, la aceptación y el reconocimiento de las personas con VIH”.
Acompañamiento
El Centro Pedro Zerolo también ofrece talleres informativos sobre el VIH y las infecciones de transmisión sexual (ITS). Acompañamiento psicosocial individual y grupal, y pruebas rápidas de detección de estas enfermedades.
“El estigma es realmente letal. La desinformación y los prejuicios llevan a algunas personas a un abandono vital tras recibir el diagnóstico”, advierte Stephany.

Al menos 120.000 personas viven con VIH en Venezuela, aunque 70.000 están registradas, según la Oficina del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA (Onusida).
Por otro lado, la Organización No Gubernamental Acción Solidaria asegura que la falta de diagnósticos y la escasez de tratamiento antirretroviral obstaculizan la atención a los pacientes con VIH en el país.
Además detallada que desde 2016 el Estado venezolano no compra medicamentos para controlar la replicación del VIH (antirretrovirales) y detener el avance del sida. Sin embargo, algunos hospitales fueron dotados de medicamentos desde 2019 por medio de la sociedad civil y el Fondo Mundial para el VIH, la Tuberculosis y la Malaria.