La diáspora venezolana, con casi 8.000.000 de migrantes, ha dejado miles de familias fracturadas y adultos mayores en soledad. Abrazos Delivery surge como un emprendimiento social para mitigar el desarraigo mediante regalos personalizados y cuidados a distancia.
Caracas. Cuando Yasmina Carrillo recuerda el instante, lo hace con la emoción aún fresca: “Fue una experiencia bella, mágica, emotiva y llena de detalles”, dice.
Desde Miami, donde reside tras haber migrado de Venezuela en 2019, rememora el día en que su madre, de 88 años y diagnosticada con alzhéimer, recibió una sorpresa a través de Abrazos Delivery, un puente emocional que acorta las distancias entre los venezolanos repartidos por el mundo y sus familiares que permanecen en el país.
Como millones de venezolanos, Yasmina tomó la difícil decisión de emigrar empujada por una crisis política, social y económica que desde hace más de una década ha forzado el éxodo masivo de ciudadanos.
Logró establecerse en Estados Unidos gracias a una visa de inversión, pero su partida fue precipitada: dejó atrás a sus hermanos, sobrinos y, sobre todo, a su madre. Aunque procura visitarla dos veces al año, ya sumaba siete meses sin poder verla.
“Utilicé el servicio de Abrazos Delivery para sorprender a mi mamá en su cumpleaños, enviándole una torta y un regalo, lo que resultó ser una experiencia emotiva y memorable. Jolly se encargó de que este día fuera especial para ambas a pesar de la distancia física”,
relata.

La diáspora ha instalado un muro invisible, para muchos difícil de franquear, entre quienes partieron y quienes permanecen en el país. Pero en medio de esa fractura han surgido iniciativas como Abrazos Delivery, fundada por Jolly García.
Este emprendimiento venezolano busca reconectar los corazones de los migrantes y sus familiares que siguen en el país. A través de entregas personalizadas de regalos, flores, tortas y servicios de cuidado en Caracas, esta pequeña empresa familiar ofrece algo más que paquetes: intenta devolver, al menos por un instante, la sensación de cercanía que la migración ha robado a millones de familias.
Detrás de este servicio está una historia personal que refleja el desgarro de la migración venezolana. Según la Plataforma de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes de Venezuela (R4V), a comienzos de 2024 ya sumaban 7.891.241 los venezolanos que han dejado el país, en muchos casos dejando familias fracturadas, generaciones separadas y afectos a larga distancia.
“Nuestro propósito es conectar a los venezolanos que migraron con sus familiares y amigos a través de detalles y regalos, generando momentos memorables para quienes reciben el gesto de cariño y para quienes lo envían”, explica Jolly García, directora general de Abrazos Delivery.
Una inspiración personal
La motivación de Jolly también nace de su propia experiencia con la migración. Comunicadora social de profesión, vio partir a primos, amigos, ahijados y a su único hermano en 2014, por lo que quedó al frente de una familia dispersa y padres que han envejecido en un país en crisis.
“Fue una etapa de mucha incertidumbre y de vacíos. Padres y abuelos quedaron ‘huérfanos’, y sentimos la necesidad de brindar ayuda y apoyo a quienes se fueron y a quienes se quedaron solos”, detalla.
Aunque la primera chispa del proyecto surgió en 2014, Abrazos Delivery se formalizó en 2018, con el objetivo claro de convertirse en ese canal que permita a los migrantes venezolanos mantenerse presentes en momentos especiales de la vida de sus seres queridos.

“Buscamos impactar positivamente en la comunidad venezolana. Para nosotros, un abrazo puede transmitir mucho, y para quienes se sienten olvidados o deprimidos, puede significar un rayo de esperanza, un alivio”,
afirma.
Atención al detalle
El proceso es personalizado desde el primer contacto: el cliente se comunica por redes sociales o WhatsApp, se agenda una videollamada para conocer las intenciones detrás del detalle y se recopilan los datos necesarios para la entrega.
“Luego buscamos los detalles personalizados para que la entrega sea emotiva y especial. Aunque los productos varían en cada caso, lo más solicitado son flores, tortas y cestas. Todas las sorpresas son entregadas envueltas en la emotividad de un abrazo”, describe.
Disponible los 365 días del año, el servicio va más allá de las fechas emblemáticas. “La respuesta de la comunidad ha sido de aliento y admiración, ya que tener un familiar en el extranjero es un sentimiento común en el país”, añade.
Uno de los públicos que más los conmueve son los adultos mayores. Para Jolly, la migración dejó a muchas familias truncas, con padres y abuelos envejeciendo en soledad. “Aquellos que construyeron su vida y criaron a sus hijos en Venezuela nunca imaginaron que la mayoría se quedarían solos”.
A la soledad se suma el deterioro económico, la incertidumbre de la jubilación y el colapso del sistema de salud. Esto motivó a que Abrazos Delivery se convirtiera también en un apoyo emocional para este segmento de la población.

Pero el servicio no distingue edades: han acompañado a jóvenes cuyos padres emigraron, para organizarles sorpresas en cumpleaños, graduaciones, nacimientos, bautizos e incluso en momentos de duelo como los sepelios.
“También hemos representado a amigos en graduaciones, nacimientos, bautizos e incluso sepelios. Nuestro enfoque es la conexión de las familias venezolanas”,
subraya.
Pandemia y expansión
El inicio de la pandemia de COVID-19 les planteó nuevos retos. La imposibilidad de los encuentros físicos agudizó la necesidad de estar presentes de otras formas.
“Las familias nos indicaron que sus parientes necesitaban asistencia de enfermeras, médicos a domicilio o equipos médicos como concentradores de oxígeno. Afortunadamente, brindamos el apoyo que estuvo a nuestro alcance durante ese momento”, recuerda García.
Tras atender esas nuevas necesidades, hoy ofrecen también servicios de acompañamiento para compras, traslados médicos, asistencia en reuniones sociales y cuidado personal.

“También brindamos servicios de cuidado personal a domicilio, como peluquería, barbería, manicura, pedicura y cualquier otro servicio que requiera el bienestar de nuestros clientes”,
añade Jolly.
En el fondo, el propósito de Abrazos Delivery es ofrecer un consuelo frente al duelo migratorio, mitigar el vacío de las ausencias y sostener los lazos familiares a través de la confianza y el afecto. “Buscamos generar esa confianza y vínculo para que los abuelos no se sientan solos”.
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