El proyecto Liderazgo y Empresa, impulsado por la ONG Inspiring Girls, motiva a jóvenes venezolanas de 18 a 20 años a verse como líderes gerenciales. En el programa reciben clases de gestión emocional, finanzas y emprendimiento para enfrentar brechas de género.


Caracas. Cuando Angy, de 20 años, fue convocada a participar en un programa de liderazgo y gestión empresarial para jóvenes mujeres, creyó que sería otra clase convencional. Sin embargo, pronto se dio cuenta de que se equivocaba. Nunca imaginó que en seis sesiones de capacitación hallaría un espacio seguro para aprender de negocios, divertirse y materializar su sueño de ser empresaria.

En un país donde las mujeres jóvenes enfrentan barreras para acceder a empleos bien remunerados, 23 venezolanas de entre 18 y 20 años encontraron en el programa Liderazgo y Empresa un espacio para aprender, emprender y desafiar las estadísticas.

Lo que parecía ser otra clase aburrida se convirtió en un escenario donde descubrieron su potencial y empezaron a materializar sus sueños empresariales.

La joven, quien dirige un emprendimiento de producción de regalos y cuyo sueño profesional es trabajar en el sector bancario, ahora se prepara para impulsar su negocio. Su meta es convertirse en una referente para futuras generaciones de mujeres que, como ella, buscan asegurar su futuro en las finanzas y alcanzar una mejor calidad de vida.

Confesiones y desafíos

En un salón situado dentro del Centro Financiero Provincial, 23 mujeres de 18 a 20 años acudieron a la última sesión del programa Liderazgo y Empresa impulsado por la ONG Inspiring Girls.

Aunque son muy diferentes entre sí, comparten dos cosas en común: estudian para desempeñarse como asistentes administrativas y analistas contables, roles que requieren organización, manejo de información financiera y apoyo en tareas de oficina, muy valorados en el sector bancario.

Y buscan integrarse como personal junior en una institución bancaria que les ofrezca oportunidad de crecimiento.

El encuentro inició con una partida de bingo en la que se preguntan unas a otras sobre situaciones vividas.

El ambiente, marcado por la dinámica de juego —una técnica utilizada en talleres educativos para romper el hielo y fomentar la interacción—, pronto se transformó en un foro de confesiones, donde las jóvenes contrastan sus aspiraciones con el crudo panorama económico del país, al revelar preocupaciones sobre su futuro y los desafíos que deberán enfrentar.

Liderazgo femenino en acción

Inspiring Girls, es una organización internacional que opera en más de 38 países y tiene presencia en Venezuela desde el año 2020. Bajo la dirección de la politóloga Meily Chang, la ONG adapta sus programas globales al contexto venezolano para fomentar el desarrollo profesional y la independencia financiera de niñas y adolescentes en distintas partes del país.

La organización desarrolla dos proyectos principales: La Vuelta al Cole y la nueva iniciativa de Liderazgo y Empresa, que comenzó este año con el patrocinio del BBVA, un banco internacional que apoya programas de educación financiera y desarrollo profesional.

En el marco de esta alianza, el grupo de jóvenes aprendices del Instituto Nacional de Capacitación y Educación Socialista (INCES), una institución venezolana dedicada a la formación técnica y profesional, fue llamado a participar en las sesiones del taller en el que descubrieron sus potencialidades.

Evolución acompañada

Durante el proceso de formación, las estudiantes recibieron clases de liderazgo femenino, gestión emocional, finanzas y emprendimiento con propósito. Esto significa aprender a manejar recursos, planificar proyectos y al mismo tiempo desarrollar habilidades sociales y de autogestión.

Como herramienta de apoyo, les fue entregado un portafolio donde anotaron semana a semana los aprendizajes de cada clase.

Jeimar, una de las participantes, habló sobre la evolución personal alcanzada tras culminar el programa.

“Es muy impresionante ver cómo hemos evolucionado desde el primer encuentro que tuvimos teniendo como referente a las embajadoras y casos de éxito en países como Francia y Países Bajos”,

dijo.

Oportunidad única

Las participantes valoraron la autenticidad de las mentoras al momento de abordar las dificultades que encontraron para forjarse como líderes empresarias. Diliana, otra de las participantes, destacó la utilidad de los conocimientos adquiridos en el manejo de sus ingresos.

“La clase sobre finanzas fue demasiado útil. Yo no me sabía organizar, normalmente gastaba sin planificar, pero ahora sé cuánto gasto diario, cuánto debo gastar mensual. Y eso me ayuda a organizarme. Es muy gratificante porque nos enseñan a administrarnos y a empoderarnos nosotras mismas”.

Meily Chang, politóloga y directora de Inspiring Girls, explicó que el motor que impulsa a la organización consiste en brindar a las jóvenes las oportunidades de mentoría que ella no tuvo a esa edad para construir una vida próspera sin esperar a la adultez.

La mentoría —acompañamiento y guía de profesionales con experiencia— les permite aprender de errores y aciertos de otras mujeres líderes. La motivación final es que el aprendizaje se replique en sus trabajos, comunidades y círculos cercanos.

El programa Liderazgo y Empresa, el más reciente de la ONG, se centra en que las participantes se perciban a sí mismas como una empresa.

Es decir, que planifiquen y gestionen su vida y proyectos como si fueran un negocio propio, tomando decisiones estratégicas y responsables. Esto implica la internalización de conceptos clave orientados al sector productivo del país.

El desafío de la brecha salarial

Esta iniciativa cobra preponderancia en un país como Venezuela, donde la baja participación laboral femenina y la desigualdad salarial son los mayores desafíos para la igualdad de género en el ámbito económico.

Analistas señalan que las mujeres no solo tienen menos acceso al mercado laboral, sino que además perciben remuneraciones inferiores por su trabajo.

Esta desventaja reduce el potencial de ingresos del hogar y acentúa las desigualdades. Según datos de la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi) 2023 en el país los hombres reciben en promedio un 7,7 % más remuneración que las mujeres

Esta diferencia tan amplia en la brecha salarial con respecto al promedio se debe a que la mayoría de las venezolanas trabajan en empleos de baja cualificación y ocupaciones elementales. Estos indicadores apuntan a las barreras que enfrentan las  mujeres para acceder a trabajos mejor pagados.

De ahí que la experiencia de estas jóvenes adquiere un valor especial. No solo aprenden a emprender y manejar sus finanzas, sino que se empoderan para enfrentar un contexto laboral y económico complejo, transformando su realidad personal y, potencialmente, la de sus comunidades.

Por eso Chang subrayó la importancia de la labor impulsada por la ONG al señalar una oportunidad no vista por otros en el contexto nacional:

“El foco está en nuestro país, por los desafíos estructurales que enfrenta. Nadie se pregunta quiénes serán las veterinarias, doctoras o gobernadoras que vamos a necesitar en 15 años. Nosotros somos los únicos que lo hacemos en este momento”.

Dentro del auditorio del colegio La Salle, Tienda Honda se desarrolla una sesión del programa Vuelta al Cole, la iniciativa insignia que la ONG realiza desde hace cinco años.

Este proyecto consiste en llevar a un voluntariado de mujeres referentes a conversar con alumnas de distintas instituciones educativas para inspirarlas, una estrategia de mentoría temprana que ayuda a niñas y adolescentes a visualizar opciones profesionales y personales.

Diseñando a la mujer ideal

En el colegio La Salle, 51 estudiantes de séptimo a quinto año de bachillerato diseñaron el modelo de una mujer ideal. Primero describieron sus virtudes, limitaciones y conocimientos. Esto sirvió de base para crear un diseño en dos dimensiones.

Luego las jóvenes sugirieron consejos y soluciones para la mujer ideal ante situaciones de conflicto. Este ejercicio proyectivo les permite visualizarse a futuro como profesionales y emprendedoras, una técnica pedagógica que fomenta la reflexión personal y el desarrollo de metas concretas. Las estudiantes también debatieron sobre la importancia de establecer límites y ponerse como prioridad en el ámbito profesional y académico.

“Estas dinámicas son divertidas porque pude acercarme a mis compañeras y sé que pasan por los mismos problemas y que tienen las mismas inquietudes que yo. Tenía una idea equivocada de algunas de ellas y ahora las conozco mejor. Aquí nadie nos juzga y podemos identificar nuestras cosas buenas”, contó María* de noveno grado.

Karina*, una estudiante de séptimo grado, contó que el programa Vuelta al Cole le permitió socializar e integrarse. Aunque al principio le fue difícil incorporarse a las dinámicas. Su sueño es ser repostera y estudiar un posgrado de literatura para ser tan buena escritora como William Shakespeare.

Vuelta al Cole se desarrolla en liceos de las comunidades San Blas en Petare, península de Paria en el estado Sucre, La Pastora, El Paraíso y Altagracia. En estas zonas se encuentran diferentes contextos sociales y económicos del país. El programa ha beneficiado a 644 niñas y adolescentes.

“Esperamos seguir brindando este acompañamiento escolar para que las niñas puedan fijar metas como objetivos realizables. Es nuestro objetivo”, aseguró Chang.

Así, lo que comenzó como un simple taller de liderazgo se convirtió en un espacio donde jóvenes venezolanas se empoderan, aprenden a gestionar sus finanzas y a visualizar un futuro lleno de posibilidades. De este modo, desafian la desigualdad de género y construyendo referentes que inspirarán a nuevas generaciones.

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