El equipo detrás de la película sobre el álbum Nebraska (Scott Cooper, Jeremy Allen White y Jeremy Strong) se reunió en una conferencia moderada por el biógrafo Warren Zanes para hablar sobre inspiración y filmación.

Caracas. Warren Zanes, músico y escritor, es conocido por ser el biógrafo de Tom Petty, de quien hace diez años publicó un libro, así como en 2023 editó Deliver Me from Nowhere: The Making of Bruce Springsteen’s Nebraska, libro que sirve de origen para el guion de la película recién estrenada sobre ese momento de composición y grabación de uno de los álbumes más importantes de Bruce Springsteen.

El martes, 30 de septiembre pasado, una conferencia virtual por Zoom mostró al biógrafo, que por casi una hora sería el moderador del encuentro con periodistas de la región. Frente a él estaban el director y guionista del largometraje Scott Cooper, y los actores Jeremy Allen White —quien hace de Bruce— y Jeremy Strong —el que encarna a Jon Landau, el productor musical fundamental en la vida del compositor.

“Solo quiero decir a modo de introducción que nunca he visto a tres personas tan presentes el uno para el otro en una situación creativa como lo he visto con ustedes. Y es un placer estar aquí”, afirmó Warren Zanes.

Springsteen: música de ninguna parte
Springsteen: música de ninguna parte se encuentra actualmente en la cartelera venezolana

La transmisión la hicieron desde The Stone Pony, ese local de Nueva Jersey en el que comenzaron sus carreras tantos artistas, entre ellos, claro está, Bruce Springsteen.

El escritor sabía que hacer una película biográfica representaba un reto diferente: o se busca meter toda una vida en dos horas o se toma un momento clave para desarrollar emociones.

“Esta pregunta es para ti, Scott. La película y mi libro cubren un período de tiempo estrecho. Y quiero que hables un poco sobre cómo eso fue un beneficio y cómo fue un desafío”.

A lo que el director respondió: “Al leer Deliver Me From Nowhere y también tu increíble biografía de Tom Petty y muchas otras, pareces ser capaz de capturar a los artistas de una manera que, francamente, muchos otros no pueden. Así que el beneficio de que tú escribieras esta historia en particular lo hizo más fácil porque, a lo largo de los años, me han pedido que haga muchas películas musicales, ya que mi primera película, Crazy Heart (2009), tuvo un poco de éxito. Y Hollywood solo quiere que sigas haciendo la misma película una y otra vez”.

El cineasta agregó que se resistió a filmar producciones sobre Elvis Presley, Miles Davis, Chet Baker, Grateful Dead, y muchos más. “Pero cuando leí tu libro, pasaron dos cosas. Nebraska tuvo una gran resonancia personal para mí antes de leer Deliver Me From Nowhere. Pero nunca quise hacer una película sobre un artista que cubra de la cuna a la tumba o, en el caso de Bruce, de la cuna al presente».

Y destacó que el momento de la vida del artista abordado en el libro tuvo especial resonancia en él.

“Hablamos de un capítulo muy reconocido por el propio Bruce como doloroso en su vida, y debido a que el disco tenía tanta resonancia para mí, me pareció el tema perfecto para que yo lo descubriera. Porque Nebraska siempre me está enseñando algo. Y esta es una película sobre muchas cosas, pero es sobre un hombre que está luchando con cuán honesto puede ser en su trabajo y el coraje de mirar hacia adentro y lidiar con su trauma personal”.

Buena parte de la película Springsteen: música de ninguna parte se lleva a cabo en el cuarto del protagonista en una casa alquilada, frente a la grabadora de cuatro pistas. Entonces, hay todo un desafío sobre cómo hacer entretenido todo ese momento.

La siguiente pregunta fue para Jeremy Strong por su interpretación de Jon Landau. “Realmente no sabía nada sobre Jon. Lo primero que hice fue leer tu libro, que fue profundamente revelador. Es un gran libro”.

Al reflexionar sobre el desafío de asumir un papel tan emblemático, el actor confesó sentirse intimidado por la magnitud de los personajes y el respeto que despiertan entre los seguidores.

“Este papel era tan intimidante porque entraba en un mundo… sabes, quizás no haya nadie tan venerado. Bruce es tan venerado como cualquiera en la Tierra. Y la gente que sabe def Bruce y sabe de Jon, sabe muchísimo sobre ellos. Hay como una religión alrededor de eso. Y yo estaba fuera de eso. Y por eso sentí que tenía una tremenda cantidad de trabajo que hacer para obtener una comprensión y, a mi manera, un dominio y una fluidez”.

El intérprete explicó, además, que su proceso de preparación implicó una investigación exhaustiva y una inmersión total en la vida y obra de los personajes a los que debía dar vida.

“Necesitas saber todo sobre a quién estás interpretando. Necesitas devorar todo lo que se ha escrito sobre ellos, por ellos, dicho por ellos, estudiarlo sin cesar, internalizarlo. Así que tuve mucho que ponerme al día. Y, sabes, cuanto más me adentraba en esto, más me llenaba, estando en presencia de lo que han creado, lo que han hecho juntos”.

Springsteen: música de ninguna parte
Jeremy Allen White como Bruce Springsteen y Jeremy Strong como Jon Landau en 20th Century Studios

En el rodaje

Habló de un proceso de filmación que tuvo tanto a Bruce Springsteen y Jon Landau en el set. “Pero en realidad, tenerte a ti en el set fue uno de los verdaderos desafíos para mí. Pensé que si podía creerme a mí mismo como Jon estando Warren allí, entonces estábamos bien. Así que, sí, todo esto ha sido una especie de sueño de principio a fin”, acota Jeremy Strong.

“En tu caso Jeremy Allen White, siento que aprendí algo sobre Bruce Springsteen al verte interpretarlo. Y no puedo decir eso de muchos actores interpretando un papel. Pero sin duda… y este es un trabajo colosal. ¿Dónde empezaste y cuáles fueron algunos de los momentos clave para afianzarte en el personaje?”.

“Gracias por decir eso. Significa mucho, especialmente viniendo de ti. Sabes, empecé en un lugar de miedo real, para ser honesto. Sabes, recuerdo haberme comprometido con Scott, y estaba muy emocionado de trabajar con Scott, y me encantó el guion. Pero sé lo querido que es Bruce, sabes, y sé lo íntimas y personales que son las relaciones entre la audiencia, los fans y los músicos, especialmente músicos del nivel de Bruce Springsteen”.

Al principio, él creía que se estaba dejando llevar por demasiadas ideas externas. Como era de esperar, había leído el libro de uno, el libro del otro, y consistentemente había escuchado el audiolibro y visto el material de archivo de ese periodo. Él sentía que la figura de Bruce, tan conocida, lo estaba abrumando o «enterrando» durante un tiempo.

Springsteen: música de ninguna parte
Jeremy Allen White y Odessa Young as Faye en 20th Century Studios

Su avance inicial fue intentar sacar a Bruce de la ecuación por un momento para poder acercarse al hombre real durante ese período específico de 1981 y 1982: un músico que volvía a casa después de una gira, esperando quizás encontrar algo de paz, pero hallando algo distinto. Un hombre inmerso en su proceso creativo, buscando la inspiración.

“Y una vez que comencé a acercarme a Bruce Springsteen como un hombre en lugar de un dios, fue entonces cuando comencé a encontrar mi base. Luego creo que uno de los otros momentos realmente importantes, sabes, no solo está la tarea de retratar a este hombre que es tan conocido, sino la tarea de hacer mi mejor esfuerzo para aprender a tocar la guitarra y cantar sus canciones lo mejor que pueda. Hay un momento en Nashville, grabamos gran parte del disco Nebraska en Nashville en RCA. Y sentí una cercanía real con Bruce”.

Y fue eso muy clave: cantar palabras que no son de él, que son aprendidas, pero tratar de hacerlas de él. Recordó haber tenido un verdadero avance en Nashville y sentir una cercanía y una afinidad con Bruce, por primera vez en todo el proceso

Warren Zanes: Scott, llegaste a una película increíble. (Risas). Pero recuerdo la segunda vez que te reuniste con Bruce, verte leer el guion por primera vez…

Scott Cooper: ¡Oh, Dios mío, todos los diálogos y la acción!

Warren Zanes: … a Bruce.

Scott Cooper: Todo.

Warren Zanes: Haciendo todos los personajes.

Scott Cooper: A Bruce y Jon Landau. Lo leí todo.

Warren Zanes: Y yo solo estaba sentado allí en silencio. No tenía trabajo en esa sala. (Risas). Solo observar. Y pensé, esto es una de las cosas más atrevidas que he visto hacer. Y al final, Bruce dijo: «Gran trabajo.» Aplaudió.

“Vaya. Warren, había olvidado eso hasta que lo mencionaste. No estoy muy seguro de cómo lo había olvidado. Fue intimidante cuando Bruce dijo: ‘Sí, solo ven y lee el guion completo. Lee todos los personajes’. Eso hice”.

Y el cineasta añadió: “Solo estábamos haciendo una película sobre un hombre que resulta ser Bruce Springsteen, pero que está sufriendo un trauma no resuelto, que simplemente resulta ser uno de los grandes cantautores que América ha producido, no Bruce Springsteen (el icono). Bruce lo entendió, y estuvo abierto a ello. Y me contó cosas que nunca le había contado a nadie. Jon Landau se me acercó y me dijo: ‘Sabes, Scott, hay cosas que están en esta película que nunca han sido reveladas’. Sentí entonces un gran honor, un gran afecto por parte de Bruce”.

Y en medio de la charla, entre elogios por la química de los actores y más, Jeremy Strong hizo un comentario que resume lo que suele ser una buena relación entre músico y productor:

“Sabes, en cierto modo, Jon es como un jardinero y Bruce es como una flor exótica, sabes. Y siempre hay una sensibilidad a las condiciones, al entorno. Sabes, ¿qué necesita él ahora mismo para florecer y crecer? ¿Necesita más luz? ¿Necesita…? No quiero extender la metáfora, pero, sabes. Así que tuve una sensación de esa solicitud y protección hacia Jeremy y una sensación de no interpretas la cosa. La pones en práctica. La haces”.

Springsteen: música de ninguna parte
Jeremy Allen White como Bruce Springsteen en 20th Century Studios

Temas duraderos

Para el autor del libro, hay una serie de temas que cobran vida cuando se ve la película: la relación entre padre e hijo, hacer arte que puede ser difícil para el público, la confianza en la profundidad que se trabaja al componer. ¿Pero cuáles son los temas que tanto el director como el par de actores consideran serán tomados para la reflexión por el público?

El director fue el primero en responder. Considera que es un aspecto interesante de su carrera porque, desde Crazy Heart hasta Springsteen: música de ninguna parte, siempre se ha esforzado por crear obras de cine increíblemente humanas.

Generalmente, sus historias se centran en personas que viven en los márgenes de la vida y buscan desentrañar temas que a menudo resultan difíciles de abordar para el público: la adicción, el racismo, las enfermedades mentales, la reconexión familiar, el distanciamiento y la soledad. Son temas con los que, asegura, han estado lidiando en Estados Unidos desde que él se convirtió en cineasta.

En términos de los temas de la película, Scott Cooper enfatizó en que siempre hace películas por dos razones: la primera es para crear una obra que él mismo querría salir corriendo a ver un viernes por la noche, y la segunda es para que tanto él como la audiencia, con suerte, puedan verse reflejados en sus trabajos.

“Debutamos en el Festival de Cine de Telluride. Y lo que es alentador, y este es el poder del cine, y nuestra película resulta ser un recipiente para eso, es que la gente se acercará a ti en la calle y dirá: ‘Scott, gracias por desestigmatizar la enfermedad mental. Gracias por mostrar cómo dos hombres distanciados, por la razón que sea, pueden unirse. Mi padre nunca me dijo que me amaba; mi padre nunca me dijo que estaba orgulloso de mí. Mi hijo sufre de enfermedad mental. Espero que pueda ver esta película’”.

Otro dato que salió a relucir en la conversación es el de la canción de Nebraska que más le llegó a los entrevistados. El director comentó sin dudas que “My Father’s House”, pues su padre falleció un día antes de comenzar a filmar.

“Él fue quien me hizo conocer este disco. Entonces tiene una resonancia particular para mí. Y los padres y los hijos siempre tienen relaciones muy complicadas, incluso en los mejores términos. Y esa es una canción que me enseña algo nuevo cada vez que la escucho y a veces es difícil de terminar de escuchar”.

En Springsteen: música de ninguna parte, Jeremy Allen White interpretó también las canciones del cantautor. Y como anécdota mencionó lo difícil que fue “Born in the USA”.

“Fue aproximadamente una semana antes de comenzar el proceso de filmación. No puedes simplemente cantar esa canción. Tienes que gritarla. Y recuerdo que me dejó destrozado. Pasé unas dos horas cantando esa canción con nuestro maravilloso supervisor musical, Dave Cobb. Y estaba de espaldas cuando terminamos, y perdí la voz durante unos cuatro días. No estaba seguro de si podríamos empezar a filmar a tiempo. Pero al final, de hecho, me gustó el sonido de mi voz. Recuerdo gritar contra una almohada a menudo por la mañana para tratar de recuperar ese… ese tono áspero”.

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