Reciente al enfrentamiento en el cual asesinaron a Wilexis Acevedo, cabecilla de la megabanda que operaba entre las zonas 6 y 10 de la comunidad, los planteles educativos suspendieron las clases por temor.


Caracas. Cuando se escuchan tiros las nietas de Berenice*, entre tres y 11 años de edad, saben que deben correr y resguardarse en un cuarto del segundo piso de su casa, ubicada en una de las zonas medias del barrio José Félix Ribas, en Petare.

Aunque no pueden alejarlas completamente de la realidad su abuela y otros familiares intentan que las niñas olviden lo que pasa en la comunidad, con el sonido a todo volumen de las comiquitas que ponen en el televisor.

“Ellas casi no salen”, cuenta Berenice, quien evita ir a la calle a menos que sea necesario. Intenta cuidarse, por su edad no puede correr rápido si lo requiere.

El miércoles 22 de enero murió Wilexis Alexander Acevedo Monasterios en un enfrentamiento con funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Penales y Criminalísticas (Cicpc) en Filas de Mariche. Wilexis era el cabecilla de la megabanda que llevaba su nombre y controlaba desde la zona seis hasta la 10 de José Félix Ribas.

Ese día las nietas de Berenice no asistieron al colegio.

“Estaba lloviendo en la mañana, por eso decidimos no enviarlas. Fue la mejor decisión porque minutos más tarde los colegios donde estudian las niñas notificaron que por seguridad, no tendrían clases”.

recuerda la abuela de las niñas.
José Félix Ribas
Foto referencial: Tairy Gamboa

Wilexis, de 39 años de edad, estaba solicitado por extorsión, secuestro y microtráfico de drogas, según el director del Cicpc, Douglas Rico.

El domingo, 26 de enero, Rico también informó que a Carlos Alberto Aguilar Flores, lugarteniente de Wilexis, lo asesinaron durante un enfrentamiento con la policía científica, en Guaicoco.

Aguilar, conocido como “cara de muerto”, era de la zona 6 de José Félix Ribas y luego de la muerte de Wilexis se ocultó en Guaicoco.

Colegios sin clases

Algunos docentes y representantes que viven en otras zonas de Petare, como en Julián Blanco, un barrio que colinda con José Félix Ribas, contaron a Crónica Uno que las clases fueron suspendidas por seguridad hasta el viernes, 24 de enero.

Si no se presentaba ningún evento que representara peligro, retomaban las clases con normalidad este lunes, 27 de enero.

Desde la parte baja hasta la más alta del barrio ubicado en la parroquia petareña, hay colegios públicos, privados y preescolares. Según los vecinos al menos cinco planteles suspendieron las clases hasta el viernes pasado, tras los operativos policiales.

Foto: Tairy Gamboa

No es la primera vez

La banda delictiva de los Chicorrios, que opera en entre las zonas tres y cuatro de José Félix Ribas, se disputa el control del territorio con Los Pitufos, cuyas operaciones son en el sector Julián Blanco. Ambos grupos también tenían rencillas con el Wilexis.

En noviembre de 2024, mientras las nietas de Berenice regresaban de sus escuelas en horas de mediodía, los disparos las hicieron correr a una casa vecina.

“Nos llamaron y nos dijeron que tuvieron que meter a las niñas allí. No pudimos buscarlas cuando todo terminó porque después eso estaba lleno de policías que no dejaban pasar a la gente”,

recuerda.

Con angustia Berenice cuenta que muchas veces los uniformados son los que causan miedo en la comunidad, porque los vecinos deben abrir las puertas de sus casas para que ellos les revisen la vivienda o los celulares, aunque no estén involucrados con los delincuentes del sector.

Los delincuentes han dejado mensajes en las calles y levantaron las alcantarillas en varios sectores. Foto: Cortesía vecinos

La zozobra

“El mío no fue al colegio desde el mismo miércoles”, contó un representante quien tiene a su hijo inscrito en un colegio de Fe y Alegría, ubicado en la zona 10 de José Félix Ribas.

Su miedo responde a durante años vio las consecuencias de los enfrentamientos que, en más de una ocasión, lo obligaron a irse a casa de una familiar, en Guarenas, para resguardarse.

Otro de sus temores es que algunos de los funcionarios que patrullaban el barrio desde diciembre molestaran a su hijo, o que algún integrante perteneciente a una banda tratara de captar al menos de edad.

“Aquí mucha gente se ha ido. Un amigo que es mototaxista tuvo que hacer lo mismo un tiempo porque él manejaba dinero. Cuando se dieron cuenta los secuaces de Wilexis empezaron a extorsionarlo”.

Captación de adolescentes

Según Douglas Rico, director del Cicpc, Wilexis presuntamente captaba a niñas y adolescentes de 11 a 15 años de edad.

“Las seducía y enamoraba y una vez que ganaba su confianza, amenazaba a sus progenitores para llevárselas a la fuerza manteniéndolas secuestradas y abusando sexualmente de ellas”,

dijo en un post difundido en su cuenta oficial de Instagram.

Rico indicó que el jefe de la megabanda, por quien el Gobierno ofrecía 150.000 dólares a quien diera información de su paradero, acusaba a estas jóvenes de ser informantes de los organismos de seguridad.

“Las secuestraba, las grababa desnudas, las golpeaba y luego en el barrio lo reproducían en toda la comunidad del barrio José Félix Ribas de Petare. Esto con la finalidad de generar miedo en el resto de la población”.

Un habitante de la zona 2, quien pidió no ser identificado, relata que la banda de Wilexis también captó a jóvenes que cansados de encontrar empleos mal remunerados, se dedicaron a “gariteros”, cuyo trabajo es estar pendientes de los movimientos en cada zona.

Wilexis

De acuerdo con los vecinos a Wilexis Acevedo lo nombraron juez de paz en el primer mandato (año 2000) de José Vicente Rangel Ávalos, actual alcalde del municipio Sucre, para resolver conflictos en la comunidad.

Vecinos cuentan que Wilexis repartía regalos a los niños y niñas, brindaba ayudas sociales y organizaba actividades para la comunidad. Algunos habitantes de José Félix Ribas lo vieron como quien “acabó” con la inseguridad en el barrio.

Este hombre, entre los más solicitados por el Ministerio de Interior, Justicia y Paz, impuso sus leyes en la zona y no permitía que robaran a los vecinos.

Fotógrafo: Tairy Gamboa

Sin embargo, desde 2019 el cabecilla de la megabanda se convirtió en un objetivo del Gobierno tras defender a los habitantes de Petare de la represión policial, durante las protestas en contra de Nicolás Maduro.

Los operativos para encontrar a Wilexis iniciaron antes de las elecciones presidenciales de julio de 2024 debido a que el Gobierno lo acusó de estar vinculado con planes desestabilizadores de la oposición y el narcotráfico de Colombia.

Según denuncias extraoficiales los integrantes de esta megabanda extorsionaban a comerciantes de Petare, los obligaban a cancelar vacunas.

(*) Se modificaron los nombres por medidas de protección a las fuentes

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