La Cámara de Transporte del Centro (Catracentro) cumple 54 años en medio de serias dificultades en Venezuela, como la escasez de insumos, el deterioro de la flota vehicular y el acceso limitado al combustible. Aunque se prevé un posible aumento del 45 % en las tarifas para 2025, el gremio aún enfrenta importantes obstáculos operativos y una profunda falta de financiamiento.
Valencia. En Venezuela, donde cada año parece una prueba de resistencia, cumplir 54 años no es solo un número: es un logro. Y eso es precisamente lo que celebra la Cámara de Transporte del Centro (Catracentro), una organización que ha sobrevivido a la volatilidad económica, la escasez de insumos, el deterioro de las carreteras y hasta al desgaste de sus propias unidades.
Con el aniversario llegó el cambio de la junta directiva del gremio. El relevo asumió hace poco más de un mes. Santiago Rodríguez, un transportista nacido en la región andina, lleva desde entonces las riendas de esta histórica institución.
Su llegada marca un cambio de rumbo: menos ruido, más estrategia. Mientras otros gritan sus demandas, él prefiere tender puentes. Su primer movimiento fue consolidar presencia en la Expo Fedecámaras Carabobo 2025, como parte de un plan que busca alianzas sólidas con otras cámaras y empresarios, ante una nueva tormenta económica que se avecina.
Si bien Rodríguez no ha hecho referencia directa al tema, economistas como Jesús Palacios, de Ecoanalítica, y Jesús Oliveros, decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Metropolitana, advierten de una brecha cambiaria cercana al 30 %, lo que agrava las dificultades operativas que enfrenta el sector transporte.
El acceso a autopartes, combustible y mantenimiento sigue siendo un reto mayúsculo. No obstante, hablar abiertamente de ello, en el contexto actual, puede costar caro: las más de 50 confiscaciones de unidades de transporte público durante la campaña electoral de 2024 han generado un clima de prudencia entre los dirigentes gremiales del sector.
Aumenta el combustible
Uno de los problemas persistentes para los transportistas es el acceso al combustible. Aunque no ha sido abordado de forma pública por la nueva directiva, cifras del Ministerio de Petróleo indican que el consumo de gasolina se ha incrementado en los últimos años.
Incluso, Jonathan Durvelle, representante de la Cámara Regional de Carga, recorrió en febrero más de 180 estaciones de servicio y concluyó que el suministro había mejorado, aunque sin un punto de referencia oficial que permita evaluar la dimensión real del avance.
En mayo de 2024, el consumo alcanzó los 102.000 barriles diarios, un 50 % más que en 2021, según el Ministerio de Petróleo, a cargo entonces del exministro Pedro Tellechea. Sin embargo, esta cifra representa solo una tercera parte del volumen registrado hace una década.
El promedio de consumo entre enero y mayo de 2025 se ubicó en 97.100 barriles por día, 6% por debajo de la meta oficial. No obstante, no hay información pública disponible sobre la producción de las refinerías, lo que impide comparar consumo y oferta.
A pesar de esto, Venezuela mantiene el precio más bajo del diésel en América Latina (0,004 dólares por litro), una cifra que contrasta con la realidad del sector transporte, donde el 70% de la flota se encuentra deteriorada.
Las flotas
Rodríguez reconoce que uno de los principales retos del sector es el acceso al financiamiento. Catracentro avanza en la incorporación de nuevos vehículos y en la certificación de conductores, en una apuesta con la que buscan elevar los estándares de seguridad y eficiencia, puntualizó el gremilista.
“Aquí también incluímos la capacidad de calcular fletes de manera eficiente”.
La Cámara Regional de Carga anunció un posible aumento del 45 % en las tarifas de transporte para enero de 2025. Durvelle explicó que las actuales están desactualizadas desde 2019 y no cubren ni los costos operativos ni los de mantenimiento.
“Están desfasadas y no cubren costos operativos ni de mantenimiento de las empresas de transporte”.
Con una subida de este tipo el salario de los conductores se dignificaría. “Un flete actual tiene un costo promedio de US$280 dólares para recorridos que abarcan más de 120 kilómetros”.
Un vehículo pesado puede requerir más de $6.000 solo en cauchos, sin incluir otros gastos como aceite o reparaciones. Según cálculos del gremio, 70% de la flota está accidentada. El restante 30% permite mantener la operación, aunque el objetivo es llegar al 100%.
Muchos viajes nula ganancia
Un transportista que realiza cinco viajes semanales puede percibir más de mil dólares mensuales, pero gran parte de esos ingresos se consume en reparaciones.
Solo una gandola de 20 ruedas podría necesitar más de $6000 para cubrir el tema de cauchos, sin incluir otros servicios, como aceite, revisión de motor y cualquier otro tipo de imperfección.
Más allá de las dificultades, el transporte venezolano sigue moviéndose. Literal y simbólicamente, es uno de los últimos motores que aún no se detiene.
En el primer trimestre de 2025, el 15,25 % del tráfico pesado en la frontera colombo-venezolana correspondió a exportaciones venezolanas, específicamente en el corredor Táchira-Norte de Santander. Eso equivale a 4553 unidades de carga, de acuerdo con registros de la Cámara Colombo-Venezolana.
Murciélagos tapa huecos
El gobernador reelecto de Carabobo, Rafael Lacava, anunció un ambicioso plan de intervención vial para los 14 municipios del estado. Se comprometió a resolver los principales puntos críticos en materia de asfaltado, normativas de tránsito y cumplimiento legal.
«Este año deben resolverse los problemas de vialidad”, aquí incluyó temas como asfaltado, así como las normativas de tránsito y leyes.
Algunas alcaldías, como Guacara, Valencia y San Diego, ya han iniciado acciones coordinadas. Aunque no es la primera vez que se utilizan momentos electorales para anunciar este tipo de iniciativas, muchos reconocen que en esta ocasión sí se han materializado avances concretos.
“Este nuevo año 2025 las prioridades serán tapar los huecos, resolver el problema de vialidad, garantizar que los motorizados, conductores, transporte de carga pesada, todo el mundo, respete las leyes de tránsito, también habrá un plan de asfaltado y corrección de imperfecciones que tienen nuestras vías”, enfatizó Lacava.
Jonathan Ojeda, con 15 años en el área logística, recordó cómo hace una década la autopista Valencia–Puerto Cabello era una trampa mortal. Santiago Rodríguez destacó, además, que Catracentro cuenta con una escuela de formación avalada por el Instituto Nacional de Tránsito Terrestre (INTT), destinada a capacitar a conductores y empresas del sector.
Este tipo de iniciativas busca profesionalizar al gremio e impulsar una política pública alineada con los estándares de seguridad y responsabilidad vial.
Lea también:
Usuarios del transporte público pagan más en pasaje por escasez de billete de Bs. 5