El Mercado Libre de Maracay enfrenta una baja afluencia de compradores, lo que ha afectado la venta de ingredientes navideños como pernil y aceitunas. La crisis económica obliga a las familias a reducir cantidades y priorizar gastos, adaptando sus tradiciones.
Maracay. La baja afluencia de compradores marca el ritmo del Mercado Libre de Maracay este diciembre, uno de los principales mercados municipales del estado Aragua, conocido por concentrar la venta de alimentos frescos y productos tradicionales.
Aunque tradicionalmente es el punto de referencia para adquirir los ingredientes de la hallaca, el pernil y otros platos navideños, los comerciantes aseguran que los pasillos lucen “desolados”.
Con más de cinco años dedicado a la venta de pernil, Marcos* señala que esta es la primera vez que enfrenta un diciembre con ventas tan bajas, incluso después de la quincena, momento en el que tradicionalmente se incrementa el poder de compra por el pago de salarios o bonificaciones.
El comerciante ofrece el kilo de pernil en $9,5, una referencia en moneda extranjera común en la economía venezolana actual. Sin embargo, la demanda se ha reducido a compras mínimas, ya que los consumidores adquieren medio kilo o la cantidad que su presupuesto les permite. El contraste entre la vitrina repleta de pernil y los pocos cortes que salen vendidos resalta el momento crítico que vive el mercado, donde la oferta no se traduce en consumo.
“Estamos esperando. Tenemos fe en Dios para que las ventas mejoren poco a poco. Mucha gente viene es a preguntar”, contó a Crónica Uno.

Tristes pasillos
Claudia*, encargada de un local de venta de pollo, proteína básica en la dieta venezolana por su menor costo relativo, coincidió en que la actividad económica se ha visto restringida.
A su juicio, la combinación de un dólar en alza y salarios deprimidos explica la escasa concurrencia en el Mercado Libre. Ese dólar elevado —que encarece productos importados y ajusta precios locales— afecta la capacidad de compra de los consumidores.
La ausencia de clientes durante las horas de la tarde ha llevado a la joven vendedora a cerrar la santamaría antes de lo habitual, ante el bajo movimiento que se registra en el mercado municipal.
“Esto es triste. Ya ni los fines de semana se llena como hace años. Son las 2:00 p. m. y ya nos vamos porque las pocas personas que compran vienen tempranito”,
añadió.
De acuerdo con el Centro de Documentación y Análisis de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM), organismo independiente que monitorea el costo de vida en el país, la Canasta Alimentaria Familiar supera los $500 desde junio, un monto que estima el gasto mensual de una familia promedio de cinco personas.
En los pasillos del mercado, la carne para guisar se comercializa en $12 y el pollo entero en $4,5, ambos ingredientes tradicionales de la hallaca.
Consumidores priorizan gastos
Los pocos clientes que recorren el Mercado Libre de Maracay en busca de alcaparras, pasas o aceitunas, ingredientes considerados esenciales pero no prioritarios, compran solo lo indispensable. No llevan grandes cantidades, sino porciones pequeñas destinadas a fechas específicas como el 24, 25 y 31 de diciembre, días centrales de la celebración navideña en Venezuela.
Julio Tovar, comprador habitual del Mercado Libre de Maracay, destacó que hace apenas algunos años adquiría más de dos kilos de aceitunas rellenas, uno de los ingredientes más costosos de la hallaca. Hoy, la crisis económica lo obliga a conformarse con un solo kilogramo. Es decir, tuvo que reducir la cantidad de hallacas que prepara en su hogar, una decisión que impacta directamente en la tradición familiar.
“Mi esposa y yo solíamos preparar hallacas desde la primera quincena de diciembre. Ahora solo haremos unas cuantas para unos tres o cuatro días. Hemos tenido que priorizar nuestros gastos”.
El kilo de aceitunas con hueso puede conseguirse en $5,5, mientras que las rellenas alcanzan los $8. Las pasas y las alcaparras se ubican en $6,5 cada una, precios elevados en comparación con ingresos promedio. A comienzos de diciembre, estos productos se vendían entre $4 y $7.

El “resuelve”
Los denominados “combos hallaqueros” se han convertido en una alternativa para muchas personas, paquetes cerrados de alimentos diseñados para reducir costos, que recurren a estas ofertas para garantizar la cena de Navidad y Año Nuevo.
Aunque no se comercializan en los mercados municipales, sino a través de comercios privados o iniciativas puntuales, representan un alivio parcial para algunas familias en medio de la crisis.
Estas promociones se ofrecen en $19 e incluyen lo básico: dos harinas de maíz precocidas, base de la masa de la hallaca, 400 gramos de carne para guisar, una pechuga de pollo, aceite y 250 gramos de aceitunas rellenas, alcaparras y pasas.
“Es primera vez que compró así. Si me pongo a comprar ingrediente por ingrediente al final terminado gastando más, porque le dinero se evapora como agua. Cada día es más difícil comprar comida en este país”, recalca Beatriz Suárez.
Más allá de la caída en las ventas, el Mercado Libre de Maracay revela una metamorfosis en los ritos de la Navidad. En medio de un escenario económico complejo, mantener viva la tradición se ha convertido en un acto de adaptación, contención y resiliencia.
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