Diez artesanas se reúnen cada jueves en la ciudad de Cumaná, estado Sucre, para dar rienda suelta a su imaginación y mantener la tradición de hacer muñecas de trapo.

Cumaná. Arelis Guaita recuerda que a los 17 años de edad hizo su primera muñeca de trapo para regalársela a su novio. Asegura que crecer junto a sus padres, en el campo y rodeada de arte, fortaleció su amor por la cultura. 

“Me crie en ese entorno de música tradicional. Escuchaba joropo, veía a mi papá tocar el cuatro, a otras personas la mandolina y así nació mi interés por la cultura», cuenta.

En 1997 comenzó a trabajar en la Fundación para el Patrimonio del estado Sucre (Fundapatrimonio) y, desde entonces, su interés por el desarrollo cultural aumentó.

Hace dos años, a través del Gabinete de Cultura de la entidad, se integró al Grupo Estable de Muñequeras Tradicionales “Dominga Salazar”, formado con el objetivo de mantener la tradición de crear muñecas de trapo en la entidad.

“Dominga está viva, es una muñequera reconocida en la comunidad de Cerezal, del municipio Ribero y sigue trabajando con mucha fortaleza”, comenta Arelis.

Precisamente, las muñequeras del país celebraron su día el pasado 2 de febrero, en honor a la reconocida maestra Zobeida Jiménez, quien nació en Píritu, estado Portuguesa, en 1942 y falleció en 2012, cuando tenía 70 años de edad.

Los niños en edad escolar conocen la historia de Dominga, de Zobeida y de Arelis, así como de muchas otras muñequeras tradicionales, a través de los talleres que lleva el Grupo Estable a los planteles educativos y espacios públicos del estado Sucre.

Gracias al ejemplo de estas mujeres, que se empeñan en mantener la tradición, 10 muñequeras se reúnen cada jueves para planificar las ideas y dar rienda suelta a la imaginación que les permita crear cualquier tipo de muñeca, coser y formar a otras personas.

“A mí me gusta hacer muñecas barriendo, cocinando, haciendo arepas incluso, tengo una muñeca de Amada Rojas —quien era muñequera, cantora y poeta—, que ahora la llevaremos a una exposición en la Galería Nacional”, añade Arelis.

Un oficio que también es arte

Por su parte Betsy Arnaundes, coordina el grupo estable de muñequeras del Gabinete de Cultura del estado Sucre. Ella es una operadora cultural que inició con actividades de promoción literaria y en la actualidad abarca incluso, artesanía.

En la actualidad, se apoya en su hijo para realizar los talleres y que las muñecas lleven rostros.

Las muñecas de trapo son tradición. Queremos que los niños se enamoren no solo de los juguetes artesanales, sino de la literatura, de la muñequería y también trabajamos con la parte textil en general, desde el diseño de sabanas hasta un traje”, señala.

Sin embargo, del curso de costura solo ofrecen la inducción para que las participantes practiquen en sus casas porque no tienen máquina de coser.   

De esa manera, durante dos años consecutivos realizaron un diplomado que incluyó la presentación de desfiles y la confección de los trajes para las dramatizaciones sobre los héroes patrios como Simón Bolívar, Antonio José de Sucre y Manuela Sáenz.

Las participantes de las capacitaciones de muñequería y costura tradicional, reciben inducción sobre los costos del mercado, debido a que todos los materiales son adquiridos con recursos propios.   

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