La deserción docente y escolar se agudiza en Bolívar. En escuelas del sur, en el ahora estado Guayana Esequiba, profesores deben atender hasta tres grados simultáneos en aulas con menos de 25 estudiantes. El Colegio de Profesores del estado Bolívar calcula un éxodo docente de 98 %.
Puerto Ordaz. Tras las elecciones del 28 de julio de 2024, las amenazas contra el gremio docente se intensificaron, lo que ha agudizado el éxodo de maestros del sistema educativo.
No solo temen ser despedidos por denunciar su precaria situación salarial o las condiciones de las escuelas, sino también sufrir detenciones arbitrarias bajo acusaciones de incitación al odio o traición a la patria.
“No es nada más a los docentes, también es hacia el personal obrero y administrativo, solamente por no estar alineados a la línea de un partido”, denunció Aida González, secretaria general del Colegio de Profesores del estado Bolívar.
Algunos han dejado de recibir sus salarios. Una cocinera, quien pidió mantener su identidad a resguardo por temor a represalias, contó a Crónica Uno que lleva dos meses sin pago a pesar de asistir diariamente. Aunque le ordenaron no volver, ni la directiva ni el Ministerio de Educación le han entregado un documento que avale su despido formal por escrito.
Estas presiones, sumadas a un contrato colectivo vencido desde 2018, salarios inferiores a 10 dólares y condiciones infraestructurales deplorables, han disparado la deserción docente. González calcula que en Bolívar alcanza 98 %.
“Los docentes se han decepcionado tanto que buscan la manera de irse del país o de buscar otra manera de sobrevivir. La mayoría de los que quedan son docentes nuevos, y algunos ni siquiera son graduados, que es lo más triste”,
lamentó González.
En municipios del sur, como Gran Sabana, la crisis es más grave. No solo por la falta de profesores —que deben atender tres grados simultáneamente en un mismo aula—, sino por la alta deserción estudiantil.
“Hay docentes que tienen tres grados: primero, segundo y tercero. Pero en esa aula que es de un solo docente dando clases a tres grados diferentes, asisten 25 alumnos. Desde Upata en adelante, la situación de vida influye mucho en la deserción docente y de estudiantes. Muchos no van porque no tienen la comida garantizada, que era por lo que las madres los mandaban a la escuela para que al menos tuvieran qué comer”, expuso González.
Nuevos docentes en extinción
Algunos docentes lograron migrar para pasar de trabajar en una escuela pública y un colegio privado en Ciudad Guayana.
“Afortunadamente conseguí trabajo en un colegio privado que queda cerca de mi casa y no tengo que gastar en transporte y gano un poco más. Tengo la ventaja de que mis hijos también pueden estudiar allí porque me exoneran de la mensualidad. Igual el sueldo no alcanza y en las tardes me dedico a dar tareas dirigidas en mi casa. Yo me paró todos los días a las 3:00 a. m. para dejar listo el desayuno y el almuerzo”,
relató una docente de primaria a Crónica. Uno.
Paralelamente, la carrera docente pierde atractivo entre las nuevas generaciones por su falta de estabilidad.
Tulio Ramírez, director del Doctorado en Educación de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), advirtió en su conferencia La falta de relevo docente: un daño colateral de la crisis educativa que, de continuar esta tendencia, Venezuela podría quedar sin nuevos profesionales para 2032.
Su análisis se basó en datos recopilados entre 2008-2022 de las Escuelas de Educación de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL), Universidad Central de Venezuela (UCV) y la UCAB, las cuales registraron un descenso de 76 % en el número de alumnos que cursan la carrera.
La cantidad de nuevos inscritos disminuyó en 87%, al pasar de 31 mil estudiantes a poco más de 4000. Además, entre 2008 y 2022, la cantidad de graduados en Educación pasó de más de 14.900 a tan solo 1749.
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