En La Vega nació Jóvenes Barberos, un emprendimiento social inaugurado el 28 de agosto que brinda empleo y formación a estudiantes y bachilleres de 16 a 22 años. Más que cortes de cabello, la iniciativa ofrece disciplina y esperanza de un futuro mejor.
Caracas. En la planta baja del Centro Comercial Colonial de La Vega, un nuevo local atrae a vecinos y curiosos. El zumbido de las máquinas de afeitar invita a los clientes a entrar en un modesto espacio.
Se trata de la primera sede de Jóvenes Barberos, una iniciativa comunitaria creada para ofrecer una oportunidad de empleo a jóvenes que buscan labrarse un futuro como profesionales.
El emprendimiento abrió sus puertas el 28 de agosto pasado, como resultado de años de esfuerzo y planificación.
Los doce jóvenes que forman parte de la asociación tienen entre 16 y 22 años y trabajan en turnos rotativos, desde las 8:30 a. m. hasta las 7:30 p. m. para atender a la clientela. El servicio de corte tiene un costo de $5 y el de barba, $2 o su equivalente en bolívares.

Disciplina, crecimiento y constancia
Este espacio funciona como una escuela de vida para los barberos, un lugar donde desarrollan sus destrezas y, al mismo tiempo, la esperanza de un futuro mejor.
Luis Noriega es uno de ellos. Con tijeras en mano y un aire desenfadado, aporta dinamismo a la barbería recién inaugurada. A sus 20 años tiene una visión clara de lo que representa su oficio.
“Para mí es un arte porque uno puede plasmar lo que tiene en la mente a través de un corte”, contó el joven a Crónica Uno.

El camino de Luis hacia este proyecto se abrió gracias al contacto con Gabriela Vega, conocida en la comunidad como “La Negra”. Ella, en su rol de mentora, lo animó a sumarse a la iniciativa.
Desde entonces, acumuló experiencia. Hoy suma cinco años en el oficio. Su aprendizaje, dice, ha sido un proceso de disciplina, crecimiento y constancia.
“Estoy muy enfocado en sacar mi carrera de Educación Física y, ahora que soy barbero, quiero afeitar a gente famosa para hacerme viral e inspirar a otras personas a que no se rindan, porque con esfuerzo todo puede cambiar”,
señaló.
La mentora detrás del proyecto
Gabriela Vega, “La Negra”, lidera el emprendimiento y guía a los jóvenes de la parroquia. Vio en este proyecto la posibilidad de brindarles herramientas para acceder a una mejor calidad de vida.
El proceso de selección no fue improvisado: solo participaron quienes mostraron mayor compromiso.

Durante más de un año, los participantes recibieron capacitación en barbería, modelo de negocios y contabilidad, conocimientos esenciales para comprender el mercado y manejar un emprendimiento.
La barbería, además de ser un oficio tradicional, se ha convertido en un sector dinámico de la economía popular por su alta demanda y bajos costos de entrada
“Yo de verdad me siento super feliz, orgullosa, porque estamos logrando lo que en realidad quiero para La Vega y para todas las parroquias: que haya oportunidades para los chamos, que se preparen y estudien”, expresó.
Para los jóvenes que se sienten desmotivados, Vega envió un mensaje directo: “Piensen en su futuro, nunca es tarde, son jóvenes. Busquen la oportunidad. Pueden contactarme en las redes de Jóvenes Barberos La Vega, hablen conmigo si están interesados en participar. Crean siempre en ustedes, porque tienen un futuro por delante”, dijo.

De la alta cocina a la silla de afeitar
Tanto Gabriela Vega como los jóvenes barberos reconocen a Álvaro Pérez Miranda como el artífice del proyecto. El restaurateur de experiencias gastronómicas, originario de Caracas, fue quien apadrinó el emprendimiento al conmoverse por la falta de oportunidades que truncaba los sueños de los jóvenes de La Vega.
Un restaurateur es un empresario especializado en diseñar, dirigir o financiar proyectos culinarios y de hospitalidad

Pérez Miranda contó a Crónica Uno que la idea surgió en 2024, durante una visita a La Vega con motivo de la gira promocional de su libro Mi Camino a Japón. En ese recorrido conoció a La Negra y escuchó sobre el proyecto, que de inmediato lo entusiasmó.
“Me vi reflejado en estos jóvenes, esta es mi gente y yo vengo de donde vienen ellos”, afirmó.
El empresario nació en el barrio San Blas de Valencia y es el menor de diez hermanos. Emigró a los 18 años a Los Ángeles, Estados Unidos, donde empezó como ayudante de camarero en un modesto restaurante. Allí aprendió los principios de la atención al cliente.

Su pasión por la alta cocina lo llevó a adentrarse en el mundo culinario. A los 24 años ya dirigía un restaurante en Japón, país donde absorbió la cultura asiática y llegó a fundar una cadena de 33 locales en 15 años.
Un futuro distinto
En la actualidad, Pérez Miranda es coleccionista, comerciante de arte y fundador de un imperio gastronómico. Es el primer latinoamericano en ser nombrado Embajador de Buena Voluntad de la Cocina Japonesa por el Ministerio de Agricultura, Silvicultura y Pesca de Japón.
También ha sido reconocido con dos estrellas Michelin por la calidad de la comida de su restaurante Ogawa. Las estrellas Michelin son uno de los máximos reconocimientos internacionales a la excelencia culinaria.

A pesar de sus éxitos internacionales, el empresario mantiene un propósito sencillo: apoyar a quienes se atreven a soñar y trabajar por sus metas, tal como lo hizo él.
“Lo que quiero es ser un mentor, ayudarlos para que puedan salir adelante y resolver conflictos. También quiero demostrar que los venezolanos somos increíbles y hacemos las cosas con una excelencia que nos abre puertas”, recalcó.
La barbería de La Vega es apenas un local en un centro comercial, pero refleja algo más amplio: la posibilidad de que un oficio y un espacio comunitario se conviertan en una alternativa frente a la falta de oportunidades. En cada corte, los jóvenes barberos no solo ofrecen un servicio: ensayan, a su modo, un futuro distinto.
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