close

Es la ópera prima de Michael B. Jordan, protagonista de la película. Las escenas de pelea son clave, pero su historia puede desinflarse fácilmente

Creed III es la primera película de la franquicia de Rocky sin Sylvester Stallone. En la historia, son tiempos en los que Adonis Creed (Michael B. Jordan) está retirado del ring.

Su vida está dedicada al gimnasio en el que entrenan los futuros campeones y a su familia. Hay toda una agenda delineada en formar a Félix Chávez (José Benavidez) como estrella imbatible, pero todo empieza a cambiar cuando Damian (Jonathan Majors) sale de la cárcel.

Es un amigo de la infancia de Adonis, quien fue apresado por un enfrentamiento de la adolescencia en el que estuvo involucrado en el protagonista. Su intención era también ser boxeador; de hecho, era una promesa, pero los años tras las rejas pausaron todo. Pero en el encierro se acrecentó su intención, mientras veía como su viejo amigo se convertía en campeón.

Una vez que se reencuentran, surge el conflicto de la película, pues Adonis cree estar en deuda con Damian, a quien le da la oportunidad de subirse al ring para obtener el deseado cinturón, pero todo explota cuando se ven las costuras de quien durante años estuvo al acecho de los logros del otro.

Creed III
Las películas sobre boxeo suelen ser siempre una lectura de conflictos internos por superar

Creed III es además el debut como director de Michael B. Jordan, quien se basa en un guion escrito por Keenan Coogler y Zach Baylin en un proceso en cuya historia participó también Ryan Coogler, director de la primera entrega de la saga.

El largometraje plantea muy bien el conflicto, no solo entre los otrora amigos y ahora rivales, sino también en las consecuencias en el hogar. La armonía familiar de Adonis y su esposa Bianca Creed (Tessa Thompson) y la hija Mila Davis-Kent (Amara Creed).

Se adentra muy bien en el dilema del protagonista, removido por la culpa y las verdades que salen a relucir sobre su pasado, recuerdos que prefirió guardar hasta para su círculo más íntimo, que tiene que enfrentarse al limbo emocional en el que cae el personaje,

Sin embargo, llega un momento en el que Creed III sigue una línea poco sorprendente en su desarrollo predecible. Por más que se pueda intuir cómo terminará todo, no hay formas contundentes que sean aliciente ante lo previsto, más allá de las sentencias bien marcadas sobre lealtad, compromiso, resentimiento y redención, temas que quedan bien claros en la propuesta.

Tal vez muchos extrañen a Sylvester Stallone como Rocky, pero esta saga podría despegar muy bien sin él, solo que se necesita un mejor gancho para derribar ese pasado y mantenerse en pie.

Creed III
La familia de Adonis es afectada por un antagonista dispuesto a trastocar todo

Además, es un largometraje propio de los tiempos de la inmediatez, pues todo va pasando de manera acelerada, como una revisión de reels en redes sociales, salvo las escenas de los combates, expuestas de una manera que absorbe al espectador, y con una simbología importante sobre las luchas individuales. Uno de los grandes aciertos de la película, actualmente en la cartelera venezolana. Pero de resto, es mucho pasado sin mucho revestimiento de novedad.

Creed III es una película que se ve rápido, muy entretenida, pero también que se pueda interpretar como necesaria para la transición, como un gesto hacia la promesa de lo que podría venir, un abrebocas para historias más enormes, como las mejores de la franquicia.

La ballena, el camino espinoso de la verdad

Los espíritus de la isla, una historia de miedo y soledad

Ofrenda al demonio se salva gracias a su final

Andor, otra serie que respeta el universo de Star Wars

Babylon, la excusa de Damien Chazelle para atropellarse

Los Fabelman, la vida infinita de Steven Spielberg en una película

Un vecino gruñón, la película para comenzar el año


Participa en la conversación