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En Las Tejerías el regreso a clases busca la normalidad tras la cicatriz que dejó el deslave

cicatriz del deslave

En el municipio Santos Michelena iniciaron las clases de forma progresiva y según las posibilidades de los estudiantes, de acuerdo con Richard Rivas, presidente del Colegio de Profesores del estado Aragua. De las 41 escuelas que hay en el municipio, al menos 27 fueron recuperadas luego de la tragedia del 8 de octubre.

Las Tejerías/Enviados especiales. Yusdalis Herrera limpiaba la parte de afuera de su casa. Echaba agua en un envase azul, que en el fondo también tenía tierra, para sacar el barro de la fachada. El piso estaba lleno de lodo y la pared todavía tenía la marca del agua aunque habían pasado 11 días de la tragedia

Su esposo, Juan Barrios, la ayudaba, hasta que una vecina les avisó que a pocas cuadras hacían una nueva lista para un beneficio. Los afectados se anotan y se censan cuantas veces sea necesario, para recibir alguna de las ayudas que prometió el gobierno de Nicolás Maduro en Las Tejerías

Al hijo de Yusdalis se le murió un amiguito en el deslave. Ambos jugaban todas las tardes en el callejón, al final de la calle Victoria, pero el niño fue arrastrado por la ferocidad del agua y el lodo, el 8 de octubre de 2022, cuando se desbordó la quebrada Los Patos. 

Él me dice a cada rato que a su amiguito lo arrastró el agua. Es un golpe muy difícil para él que le costará superar. Él nos ve a nosotros día y noche pensar qué vamos a hacer, es difícil no tener nada de la noche a la mañana, dijo la madre.

La tarde de ese sábado, que quedará plasmada en la memoria de todos, las casas temblaron cuando se aproximaba la ola de barro. La ola de la que tanto hablan los afectados, quienes la vieron y quienes no. 

En la calle Victoria de Las Tejerías, donde jugaba el hijo de Yosladis con su amiguito que falleció, hubo grandes daños.| Foto: Gleybert Asencio

La ferocidad del agua arrastró a niños, adultos y mascotas. Hubo vecinos que pudieron ser salvados a tiempo por otros que les tendieron la mano. Sin embargo, 54 personas no corrieron con la misma suerte. Las cifras oficiales también hablan de ocho desaparecidos. 

Yusladis y Juan sacaron a su hijo de la casa sin franela. No pensaron en nada más que en su vida. Los alertaron los gritos de un vecino, quien desesperadamente les pedía a todos que salieran. Con suerte se resguardaron en el segundo piso de la casa de otra vecina.

El niño perdió todo, al igual que sus padres y muchos vecinos de Las Tejerías. Sin embargo, deberá comenzar clases el lunes 31 de octubre. Fue el anuncio del mandatario Nicolás Maduro, el 17 de octubre, cuando había transcurrido una semana y media del deslave.

¿Cómo hace uno? Mi hijo perdió todo. Uniformes, zapatos, útiles, todo. No tiene cómo ir a la escuela. Aquí mucha gente perdió hasta sus bombonas de gas y no tiene cómo cocinarle a los niños para ir a la escuela.

Las familias reciben comida de las ayudas que envía el gobierno de Maduro y las personas solidarias que hacen llegar sus donativos. Los alimentos deben entregarse preparados porque los afectados no tienen cómo cocinarlos.

Hay familias que perdieron todo y ni siquiera tienen cómo prepara comida.| Foto: Gleybert Asencio

Las actividades escolares comenzaron en Las Tejerías dentro de las posibilidades de asistencia de cada alumno y de forma progresiva, según Richard Rivas, presidente del Colegio de Profesores del estado Aragua. 

Otras escuelas que iniciaron las actividades el miércoles, 26 de octubre, son la Unidad Educativa Jacob Pérez, la Unidad Educativa Encarnación, Unidad Educativa Julio Páez y la Unidad Educativa María de San José, donde asistirán un día por grados.

En escuelas como la Unidad Educativa Menca de Leoni y la Unidad Educativa Señora de Belén momentáneamente recibirán guías para estudiar desde casa, porque según la maestra Yusmaira, aún estas instituciones están en reparaciones.

A casi tres semanas del deslave aún es difícil movilizarse entre la zona urbana del municipio Santos Michelena y los caseríos. Los estudiantes también recibirán clases a distancia para facilitar el proceso, ya que persisten los inconvenientes del suministro de agua potable y de electricidad.

De las 41 escuelas que hay en ese municipio, al menos 27 planteles fueron recuperados luego de las inundaciones. Las pintaron y las dotaron nuevamente, aseguró Rivas. 

La realidad en los niños

El hijo de Yusdalis aceptó jugar con otros vecinos en unos espacios que habilitó el gobierno de Maduro con camas elásticas, pelotas y otros juegos. Su madre le pidió que fuera para que se distrajera. 

Pero otro niño, el nieto de Carlos Castillo, se niega. Les pidió a sus abuelos que le dejaran vivir su realidad.

El día del deslave el niño de 11 años y su abuela se encontraban fuera de la casa. Carlos estaba con sus otras dos nietas. De tan solo recordar ese momento llora y asegura que una de las niñas le salvó la vida.

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Desde la platabanda de la casa de Carlos se ven todo desbastado.| Foto: Gleybert Asencio

Los alrededores de la casa de Carlos fueron arrasados por el lodo, al menos seis viviendas desaparecieron tras el paso del agua. Lo perdieron todo, hasta la camioneta con la que él trabajaba quedó sepultada. 

El psicólogo Abel Saraiba aseguró que antes de comenzar las actividades escolares hay que trabajar el componente emocional con niños, niñas y adolescentes, previo al avance en el plano académico.

Comenzar las clases tan pronto sería someter a los niños a una exigencia que probablemente no favorecerá el aprendizaje.

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El sector El Libertador es uno de los más afectados.| Foto: Gleybert Asencio

Sin embargo, hay maestras que aseguran haber recibido apoyo psicológico. Es el caso de Yusmaira, docente de tercer grado. 

Ella perdió a cinco familiares, entre ellos a dos menores de edad. Además vive en el sector El Béisbol, de los más afectados en el deslave. Y pese a esto, una semana después de la tragedia acudió a la escuela donde trabaja desde hace tres años. 

De la plantilla de 20 estudiantes, Yusmaira ha tenido noticias de pocos. 11 días antes del deslave, las lluvias eran incesantes en Las Tejerías y ya se había desbordado la quebrada Los Patos, pero sus habitantes lo consideraban normal. Para ese entonces la maestra tenía poco tiempo de haber iniciado el período escolar, que a escala nacional fue el 3 de octubre de 2022.

Por eso conoce a pocos de sus alumnos y representantes. Hay mucha gente que vive en zonas bastante afectadas y que lo perdieron todo, no he sabido de ellos. Además no tenemos señal y es más difícil comunicarse con los padres.

El miércoles 26 de octubre de 2022, cuando comenzaron las clases en el plantel donde trabaja la maestra Yusmaira, se incorporaron 10 niños. Tiene la fe de que poco a poco asistan más.

En Las Tejerías hay alrededor de 5684 estudiantes y más de 725 docentes activos, según Rivas. Sus datos indicaron que aproximadamente hay 300 integrantes del personal obrero y 289 del personal administrativo.

Las Tejerías, estado Aragua.| Foto: Gleybert Asencio
Planteles ocupados

Hubo escuelas y liceos de Las Tejerías que fueron ocupados por funcionarios de las Fuerzas Armadas y por los afectados. 

El miércoles 19 de octubre, día en el que Maduro dijo que reiniciarían las clases, todavía los planteles estaban ocupados. En la escuela Julio Páez, donde estudia el hijo de Yusdalis, iban a comenzar a desocupar ese día. Pero todo era incierto, así como el destino de su vivienda, que todavía esperaba una evaluación técnica para saber si debía ser demolida o no.

En el plantel donde trabaja la maestra Yusmaira recibieron dotación de mesas y sillas, pero no precisamente porque se hayan perdido en el deslave. Ya lo tenían pendiente.

El hecho de que la escuela de pronto no esté en condiciones óptimas para poder arrancar una actividad académica plena, no quiere decir que la escuela deba cerrar, al contrario, debe ser un espacio privilegiado para la protección y el acompañamiento emocional a los niños, explicó Saraiba, coordinador adjunto de la organización Cecodap.

El programa de alimentación escolar ha tenido un desarrollo lento en las escuelas, porque aún falta dotar los planteles con insumos y lo necesario para hacer los desayunos y los almuerzos. 

Con los problemas eléctricos es difícil almacenar proteínas como pollo o carnes cuando llegan, dijo Rivas.

Foto: Yohana Marra
Kits escolares

Entre la nube de polvo en la que ahora se convirtió Las Tejerías, por los trabajos de la maquinaria pesada para remover el barro y los escombros del deslave, caminaban tres estudiantes. Regresaban a su casa, en uno de los sectores menos afectados. 

Las adolescentes vestían camisa color azul, pantalón escolar y un bolso tricolor. Se peinaron muy bonitas, trataban de mantener la normalidad. Más temprano habían ido al liceo a recoger el kit escolar para comenzar el primer año de bachillerato, aunque no tenían claro cuándo sería.

Minutos después otro grupo de adolescentes caminaba en medio de la nube de polvo, también de regreso a casa. Uniformados fueron a buscar el mismo kit escolar. 

—Comenzamos las clases el viernes — dijo un adolescente, el más pequeño del grupo y también el más sonriente. 

—Claro que no vale, nos dijeron que nos iban a avisar cuándo empezábamos, a lo mejor es el lunes — respondió una compañera. 

Liliana* bajó en una camionetica que pasó esporádicamente por el sector más alto de Las Tejerías. La acompañaba una amiga. Ambas iban con sus pequeños hijos.

El conductor las dejó en la avenida principal, a pocas cuadras de la plaza Bolívar. Las amigas iban a preguntar cuándo iniciaban las clases sus hijos, aunque tampoco tenían nada para ello.

Sería un error pretender que los niños, luego de todo esto, de inmediato continúen con una escolaridad regular tal como si no hubiese pasado nada. Hay que generar procesos de acompañamiento psicosocial que permitan que los niños puedan procesar lo vivido y puedan recuperar su capacidad de reinsertarse en la vida escolar, por lo que hay que desarrollar planes de adaptación específicos dentro del contexto escolar, concluyó Saraiba. 

Previo al inicio del año escolar 2022-2023 la organización Cecodap recomendó al Estado venezolano –tras la investigación Estudiar entre Ruinas– que el acompañamiento psicosocial debe ser una estrategia central y sostenida en las escuelas.

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