Un autobús arrolló a una ciclista en Ciudad Guayana, estado Bolívar, el 29 de enero pasado. Accidentes como estos se repiten en otras partes del país por imprudencias de los conductores y la falta de ciclovías.
Ciudad Guayana. El Reglamento de la Ley de Tránsito Terrestre de Venezuela establece que los vehículos deben mantener una distancia lateral de seguridad mínima de 1,5 metros de cualquier ciclista. Incluso, esta distancia debe aumentar cuando se adelanten o rebasen a los ciclistas, motociclistas y carretas, para evitar accidentes.
Esta normativa vial es una de las que más se incumplen. Particularmente desde que la bicicleta tomó auge no solo como una práctica deportiva sino como medio de transporte por la escasez de combustible, y para realizar servicios de delivery, desde la pandemia de Covid-19.
Por otro lado, los ciclistas también deben cumplir con las normas de tránsito terrestre y regulaciones de seguridad personal. Entre ellos, el uso de casco y no manejar la bicicleta en sentido contrario al que corresponde la vialidad.
También se recomienda hacer señalizaciones con la mano para indicar un cruce o giro, y no olvidar la iluminación, en caso de circular en horas nocturnas.
El 29 de enero un autobús arrolló a una ciclista de 25 años de edad, quien se desplazaba por la avenida Loefling, en Puerto Ordaz, estado Bolívar. La joven presentó múltiples fracturas.
Más allá de las responsabilidades que se le adjudican a las partes involucradas, en una suerte de identificar culpables, el punto en común es el incumplimiento de normativas viales y falta de fiscalización en ello.
“El problema que tenemos en el estado es la inconsciencia que tienen los conductores a nivel vehicular, y motocicletas también. No sé qué les pasa con los ciclistas que buscan tirarles los carros y trancar el paso”, comentó Remo Gedler, miembro de Ciclismo Guayana.
Agregó que aunque el 90 % de los ciclistas cumplen con medidas de seguridad personal, como usar casco y guantes, esto no es garantía cuando la otra parte incumplime reglamentos viales.
“Yo he pasado más de un susto porque el deber ser es que nosotros transitemos por el lado derecho del canal lento, lo más próximo al brocal. Pero aún transitando por allí como establece la Ley de Tránsito Terrestre, me han pasado un camión y una gandola rozando el caucho”, señaló Carolina Rodríguez, secretaria de la fundación de Ciclovías Bolívar.
Hermes Grimaldo, ciclista de la ciudad, también expresó su preocupación por los recurrentes accidentes que involucran al gremio. “El ciclismo no es solamente un deporte, también es un medio de transporte y de recreación”.
La deuda de las ciclovías
Desde hace más de 15 años se plantea en Ciudad Guayana la posibilidad de contar con ciclovías. El proyecto, en manos de la Alcaldía de Caroní, sigue sin materializarse pese a lamentables accidentes que han involucrado de manera fatal a ciclistas.
Además, está la Ley de Promoción del Ciclismo Urbano. Entre sus objetivos está el garantizar la seguridad vial y protección de ciclistas. Asimismo, “adaptar los espacios urbanos para el uso de la bicicleta como medio de transporte alternativo”.
Sin embargo, tanto en Ciudad Guayana como en otras ciudades de Venezuela, sigue un retraso en la inclusión de ciclovías y campañas para desarrollar una mejor convivencia vial, a pesar de experiencias exitosas en otros países.
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