Pese a los derrumbes y vías colapsadas en los Andes, parroquias de Ciudad Guayana, estado Bolívar, mantienen centros de acopio activos. Cáritas ajusta la logística para garantizar el envío de la ayuda.
Puerto Ordaz. Mientras los estados Mérida, Táchira y Trujillo enfrentan las consecuencias de las lluvias —con tramos de carretera colapsados, deslizamientos de tierra y familias damnificadas—, la Diócesis de Ciudad Guayana activó una red de centros de acopio para recolectar suministros que serán enviados en los próximos días a las comunidades afectadas, pese a las dificultades para acceder a algunas zonas.
El padre José Gregorio Salazar Monroy, párroco de Nuestra Señora de Coromoto, informó que esta acción se desarrolla a través de Cáritas en el estado Bolívar.
“Siempre que ocurre una tragedia, la comunidad católica se moviliza para tender la mano a quienes más sufren. Estamos recibiendo donaciones que puedan aliviar un poco la carga de tantas familias que hoy lo han perdido todo”, expresó.
En esta parroquia y otras de la diócesis, se habilitaron espacios para recibir alimentos no perecederos, agua potable, pañales desechables, productos de higiene personal y artículos de limpieza. Todo lo recolectado será trasladado primero a Cáritas Ciudad Guayana y luego a Mérida, Táchira y Trujillo.
Según relató el padre Salazar, feligreses ya han acudido con bolsas de víveres y suministros para apoyar a las familias.
“Nuestra parroquia siempre ha sido generosa en situaciones como esta. Invitamos a que quienes puedan sigan acercándose a colaborar”,
agregó el padre Salazar.
Por su parte, Lizmarvy Zamora, directora de Cáritas en Ciudad Guayana, explicó que la logística de traslado se encuentra en fase de planificación.
“Calculamos que la próxima semana podremos enviar un primer lote de ayudas gracias a la colaboración de empresas de transporte que prestarán sus unidades. También contamos con el apoyo de instituciones educativas y organizaciones aliadas como la UCAB Guayana y la AVEC, quienes manifestaron su disposición a sumarse a este esfuerzo”, señaló.
Zamora detalló que, además de alimentos secos y agua, se requieren pañales tanto infantiles como para adultos, cloro, detergente, toallas sanitarias y otros productos de uso básico. La campaña solidaria se desarrolla bajo el lema “Ayuda a los estados andinos. Ayúdanos a ayudar”.

Centenares de damnificados
Entre el 24 y 25 de junio, fuertes precipitaciones provocaron el desbordamiento del río Chama en Mérida, lo que dejó viviendas destruidas, familias atrapadas y vías bloqueadas, contaron habitantes de los sitios más afectados a Crónica Uno.
En municipios como Rangel, Miranda, Santos Marquina y Campo Elías, se registraron derrumbes, pérdida de puentes y restricciones en rutas clave como la Troncal 007.
Testimonios de viajeros varados y residentes que vieron cómo el agua arrasaba con casas y caminos reflejan la magnitud del impacto. Hasta la fecha, más de 370 familias han resultado afectadas, de acuerdo con reportes oficiales.
En paralelo, el acceso a muchas comunidades ha sido intermitente o depende de pasos provisionales.
En medio de este panorama, en videos publicados en redes sociales se han visto caravanas de motorizados atravesar el páramo andino bajo la lluvia que aún no cesa del todo y sortear tramos peligrosos de vía para entregar ayuda a las zonas más vulnerables. Muchos de estos recorridos se hacen con escasa visibilidad, en caminos que apenas resisten el paso.
La acción ciudadana, espontánea y decidida, ha sido clave para sostener el auxilio mientras se restablecen las condiciones mínimas de movilidad.
Apoyo espiritual
Si bien muchas personas enfrentan dificultades económicas, insisten en que cualquier aporte, por pequeño que sea, resulta fundamental. Asimismo, la Iglesia recuerda el valor del apoyo espiritual.
“La oración es el primer paso. Orar por quienes han perdido sus casas o seres queridos es también una forma de estar presentes y sostenerlos”,
subrayó el párroco Salazar.
Quienes deseen colaborar pueden acercarse de lunes a viernes a la parroquia Nuestra Señora de Coromoto y a los demás templos que funcionan como centros de acopio en Ciudad Guayana. Cáritas mantiene activos sus canales de comunicación para orientar a la comunidad sobre los puntos de recolección y los requerimientos más urgentes.
“En medio de la dificultad, la solidaridad nos recuerda que somos hermanos. Cada paquete de comida, cada botella de agua y cada oración llevan consuelo a quienes hoy atraviesan la prueba más difícil”, reiteró Zamora.
