Una calcomanía anticolisión evitaría que águilas, cardenales, loros, lechuzas, guacamayas e insectos choquen con el cristal templado de las canchas de pádel en el municipio Baruta.
Caracas. Ruptura de pico, cuello, vértebras y traumatismo craneal son las lesiones que sufren guacamayas y otras aves, al chocar contra los vidrios de las canchas de pádel en Caracas y regiones del interior.
Expertos aseguran que, aunque hay buena disposición para salvaguardar la fauna silvestre de la ciudad, la toma de medidas apenas está en conversaciones con las alcaldías y los propietarios de estos complejos deportivos.
Una pegatina antichoque para pájaros fabricada en vinilo podría mantener a salvo a águilas, cardenales, loros, potoquitas, lechuzas, guacamayas e insectos que impactan de frente con el cristal templado de las pistas de pádel.
”Es una responsabilidad compartida, las alcaldías deben hacer valer las normas municipales que regulan el funcionamiento de estas pistas y a los propietarios les corresponde tomar acciones»,
señaló Grecia Marquis, veterinaria y creadora de la Fundación Plumas y Colas en Libertad.

Los hechos
El miércoles 4 de diciembre se viralizó el video de una guacamaya amarilla y azul (Ara ararauna) con múltiples heridas en el pico y la cabeza. Las imágenes causaron rechazo e indignación en la audiencia. Unas horas después el ave murió, debido a la gravedad de sus lesiones.
Marquis relató que en los últimos tres meses examinó en su consultorio a tres de estas aves, todas con traumatismos severos.
La veterinaria apuntó que de las guacamayas que llegan lesionadas y sobreviven, pocas de ellas logran recuperarse en su totalidad.
”En su mayoría quedan con secuelas de por vida y sin posibilidad de alzar vuelo o moverse.Quedan inválidas y sin fuerza para levantarse debido a la magnitud del impacto”,
enfatizó Marquis.
La especialista explicó que la muerte de guacamayas y otras especies causadas por las canchas de pádel inició con la construcción de estas pistas en zonas residenciales y otras áreas de Caracas y el interior.
Datos de la Federación Venezolana de Pádel (FVP) indican que para 2022 había 73 canchas de pádel en nueve estados del país (Anzoátegui, Aragua, Carabobo, La Guaira, Lara, Miranda, Portuguesa, Zulia y Distrito Capital). De ese total, 47 estaban ubicadas en el Área Metropolitana de Caracas.

Un reportaje de Crónica Uno contabilizó para octubre de 2023 un total de 14 canchas operativas en dos complejos deportivos ubicados solo en Baruta.
Para ese momento vecinos de los sectores Santa Paula y San Luis se mostraron en desacuerdo con la realización de competiciones de pádel celebradas hasta altas horas de la noche con una masiva afluencia de vehículos y espectadores. Estas denuncias fueron secundadas por residentes de Cumbres de La Lagunita que se quejaron de ruidos fuertes, deforestación y del resplandor generado por las farolas de luces led de estas instalaciones.
Fauna en riesgo
Según la Federación Internacional de Pádel, una cancha tiene en promedio hasta 18 paneles de cristal templado de 12 milímetros de espesor de alta resistencia. Además de luminarias de hasta seis metros equipadas con luces led de aproximadamente 150 vatios.
Investigaciones del Instituto Nacional de Salud Mental en los Estados Unidos, revelan que la contaminación lumínica generada por la luz artificial exterior (farolas, luces led y anuncios luminosos) influye en el comportamiento y los patrones de sueño de las personas.
Otros estudios arrojan que las señales luminosas afectan a las aves, insectos y plantas al alterar sus ciclos de reproducción, alimentación y movilidad.

“Estas luminarias que reflejan la luz hacia todos lados desorientan a los animales y les alteran su ritmo biológico, los aturden y no los dejan dormir. Eso les produce estrés. Además, la contaminación sonora con la música a alto volumen los desorienta impidiéndoles cazar o comunicarse“, destacó Marquis.
La solución más rápida es rotular los cristales de las canchas de pádel con una calcomanía que las aves puedan ver mientras vuelan.
Otras recomendaciones son adaptar las luces led a un tono cálido, evitar dejarlas prendidas toda la noche y regular el volumen de la música de conformidad con las ordenanzas municipales.
Marquis aseguró que hasta el momento existe una buena respuesta de los propietarios de estos complejos deportivos a invertir en la adquisición de estas calcomanías. Sin embargo, su implementación podría tomar semanas o meses.
También reconoció el interés suscitado entre la sociedad civil. “Las comunidades están reaccionando. Hay preocupación y la gente se involucra compartiendo la información. Esperamos que haya acciones pronto y todo mejore“, recalcó.
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