Lenys Hernández, directiva de la Asociación de Pescadores de Altura de la entidad, precisó que propietarios y armadores de alrededor 600 embarcaciones de la flota pesquera de pargo-mero, se niegan a aceptar el precio fijado para la compra de diésel, puesto que sería trabajar a pérdida en cada faena de extracción de productos del mar.
Nueva Esparta. Tras la fijación del nuevo precio del gasoil en 0,50 centavos de dólar, la paralización de la flota pesquera de pargo-mero en el estado Nueva Esparta es inminente.
Ante la falta de respuesta del ministro de Pesca y Acuicultura, Juan Carlos Loyo y del presidente Instituto Socialista de Pesca (Insopesca) Jorge José Taján, los pescadores se congregaron en el muelle marítimo de Punta de Piedras, para hacer público su descontento con el aumento en el precio del combustible.
Lenys Hernández, directiva de la Asociación de Pescadores de Altura de la entidad, refirió que propietarios y armadores de alrededor 600 embarcaciones están “con las manos en la cabeza”, por la eliminación del subsidio al diésel y a la gasolina para los pescadores de altura y artesanales, respectivamente.
Con el aumento del combustible Maduro (Nicolás) prácticamente decretó la muerte de la pesca en Margarita”, destacó la dirigente del gremio pesquero.
En el caso de los primeros afectaría a unas 9000 familias que trabajan directa e indirectamente con la flota pesquera pargo-mero de esta región y que está conformada por alrededor de 600 embarcaciones.
Además, la situación afecta a casi 13.000 embarcaciones que integran la flota de pesca artesanal en las 43 comunidades pesqueras de Nueva Esparta, cuyos peñeros operan a gasolina.
No trabajarán a pérdida
Los integrantes de Asociación de Pescadores de Altura de la entidad, exhortaron a las autoridades de las instituciones del gobierno Nicolás Maduro que rigen la materia, a ponerse en los zapatos de los trabajadores del mar, quienes con el nuevo precio del combustible, deberán pensarlo muy bien antes de salir a faenar.
Lisandro Vásquez, presidente de la referida asociación, subrayó que los números no cuadran y terminarán trabajando a pérdida en cada faena que emprendan.
Refirió, que por ejemplo, para surtir una embarcación con 10.000 litros de diésel, se necesitan 5000 dólares, a los que deben sumarse otros 8000 dólares para gastos de comida, insumos para la pesca y aranceles.
Por cada faena tendríamos que invertir un mínimo de 13 mil dólares. Si logramos meter mil kilos de pescado a Trinidad, que es donde lo podemos vender, el precio más alto nos pagan allá es de 10 dólares por kilo, por lo que quedaríamos debiendo 3000 dólares”, especificó.
La situación no solamente afecta a más de 9000 familias que dependen de sus faenas, en las poco más de 600 embarcaciones de altura, sino también las instituciones del Estado que se benefician con los 300 kilos de especies marinas que aporta cada embarcación a Insopesca, tras regresar de faenar.
Entre esas instituciones se cuentan planteles educativos públicos, cuerpos de seguridad, geriátricos y hospitales.
Camarada presidente, es urgente que revise la situación junto con el Ministro de Pesca y con el presidente del Instituto Socialista de Pesca (Insopesca), porque de lo contrario nos veremos obligados a paralizar nuestra flota», advirtió Vásquez.
A Vásquez le preocupa que con la inminente paralización, se quedarían sin trabajo los padres de familia que se embarcan en la faena y dejan sus hijos y esposas en sus casas esperando su retorno para comer.
Además le inquietan los armadores o dueños de las embarcaciones, quienes quedan endeudados y sin poder remediar, a por lo menos 15 marineros, que faenan por cada embarcación.
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