Bajos sueldos desalientan a los docentes en Barinas ante el nuevo año escolar

El magisterio se mantiene a la espera de un incremento de salario porque lo que devengan no alcanza para cubrir los gastos mínimos de alimentación, transporte y educación de sus hijos.

Barinas. La mayor preocupación de los docentes ante el inicio de clases 2024-2025 es cómo estirarán los bajos sueldos que devengan en la administración pública.

En opinión del economista Asdrúbal Oliveros, publicada el 14 de agosto en el portal Banca y Negocios, “el descenso contundente de la inflación no es percibido por las personas, debido a su bajo poder adquisitivo”.

Y así lo comprueban tres docentes de escuelas públicas de Barinas, que pidieron mantener su identidad en reserva.

Una de las profesoras tiene 30 años dedicada a la docencia, trabaja en dos instituciones: un liceo y una escuela. Indica que la situación económica para este año está difícil, ya que no hay estabilidad social en el país.

Si una persona está ganando 130 bolívares, ni siquiera le alcanza para comprar dos harinas y un cuarto de kilo de queso. No hay relación entre nuestros sueldos y la realidad que vivimos”.

Los bajos sueldos, explica la profesora, no les permiten comprarse zapatos, ropa, o decir ‘voy a divertirme’. “¿Con qué, si todo se invierte en comida?”. Además de su sueldo base de Bs. 130, le llega el ticket de alimentación, más el bono de “guerra económica”. Eventualmente “cae” un bono de Bs. 180, pero no es constante.

En un reporte del portal Statista sobre los salarios mínimos en América Latina en 2024, se comparan los sueldos de varios países de la región:

Costa Rica a la punta, con un sueldo mínimo de 675 dólares; Uruguay, 556 dólares; Chile, 532 dólares; Colombia, 323 dólares; Argentina 163 y Venezuela, 4 dólares, a los que se suman el bono de alimentación ($40) y el llamado bono de guerra económica ($90) para un salario “integral” de $134, aproximadamente.

La docente acota que ni siquiera puede pensar en inscribir a sus hijos en un colegio privado. Estas dificultades conllevan incluso a la deserción escolar, ante la falta de ingresos para comprar los uniformes y útiles escolares.

uniforme escolar
A los docentes no les alcanza el sueldo para comprar los útiles y uniformes de sus propios hijos. | Foto referencial: Natacha Sánchez.
Una discapacidad empeora la situación

Otra de las docentes consultadas se desempeña en el área de preescolar. Desde hace varios años presenta una dificultad motora lo que complica su movilidad. Cuenta con 19 años de servicio y se mantiene en la expectativa de si este año se cumplirá el horario de clases de lunes a viernes. De ser así, tiene que sumar a los gastos diarios, el transporte para el traslado hasta sus sitios de trabajo.

La referencia la hace respecto al horario mosaico “una forma en que los educadores asisten menos días a la semana a los centros educativos. El objetivo es que dediquen esas horas y días a hacer otros trabajos que les permitan subsistir económicamente, debido a que no han recibido mejoras salariales”, como se ha reseñado en otros trabajos de Crónica.Uno.

“La situación del país no se presta ni siquiera para comenzar el año escolar y mucho menos de lunes a viernes. No han dicho nada sobre los aumentos de sueldos, para al menos tener un año de absoluta normalidad”, dice la profesora consultada.

Devenga un sueldo de Bs. 130, más cestaticket y el bono de “guerra económica”, pero no le llega el esporádico bono de Bs. 180.

Los que se van y los que no pueden estar

La tercera docente consultada tiene 33 años de edad y se desempeña como maestra de prescolar.

Le ha tocado observar casos de familias que se han separado en la búsqueda de un porvenir.

“Mucha gente se va del país con sus hijos, otros los dejan a cargo de sus abuelos, otros no tienen cómo cubrir sus útiles escolares, hay otros que no los llevan a la escuela porque ni siquiera tienen para darle el desayuno. Me imagino que este año puede haber una reducción en la matrícula escolar”.

Catia Bricomiles
Muchos alumnos desertan cada año de la educación por falta de alimentos o fallas en los servicios públicos. | Foto: LFR | Crónica.Uno

En su caso se mantiene gracias a la ayuda de sus familiares lo que le permite cubrir las necesidades escolares y personales de su hijo y las propias. Aparte de su ingreso de 130 bolívares, vende refrescos y chucherías en su casa. Cuenta con cestaticket, el bono de “guerra económica” y el esporádico bono de Bs. 180.

Según datos de la Encuesta Anual de Condiciones de Vida (Encovi) del año 2023, en la sección sobre factores que afectan el desempeño escolar, 60 % de los niños, niñas y adolescentes asisten a clases con cierta regularidad; 40 % tiene asistencia irregular.

Las eventualidades de inasistencias se deben a la falta de comida en el hogar o en la escuela y fallas en los servicios públicos, agua, electricidad y transporte.

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