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Carlos Pérez Ampueda, viceministro para la Gestión de Riesgos y Protección Civil, informó la tarde de este lunes que las llamas, que iniciaron en el parque nacional la tarde del domingo 3 de abril y se propagaron con rapidez, estaban 90 % controladas.

Caracas. Los bomberos, guardaparques y voluntarios cuentan con poco y logran mucho. Hay funcionarios con botas deterioradas o con el calzado de plástico, inadecuado para combatir un incendio, y pese a esto continúan con su labor.

“Tenemos un calzado que no es acorde para combatir un incendio, si un funcionario tiene unas botas malas es porque anda en labores administrativas. Muchos se compran sus botas, que cuestan más o menos 70 dólares. La última dotación de uniformes fue hace más o menos dos años y ahora son de muy mala calidad. Realmente no tenemos el uniforme completo, cada quien obtiene su equipo como puede o porque se codea con algún funcionario y logra que se lo den”, contó un bombero, a quien por seguridad no se le revela su nombre ni el cuerpo donde trabaja.

Entre muchos dramas que viven los funcionarios está la escasez de vehículos. Según Marlene Sifontes, secretaria de organización del sindicato de Inparques, hubo bomberos que tuvieron que trasladarse en transporte público para apoyar el combate del incendio que se registró en el Parque nacional El Ávila, oficialmente Waraira Repano, la tarde del domingo 3 de abril, a la altura de Los Chorros.

Casi 24 horas después se logró controlar al menos 90 % de las llamas, según Carlos Pérez Ampueda, viceministro para la Gestión de Riesgos y Protección Civil. Además informó que la mañana del lunes un helicóptero participó en el operativo, primero identificó las focos activos y luego inició las descargas de agua.

Sifontes detalló que el incendio en el Ávila comenzó a la altura de la zona de Cachimbo. Luego se propagó con rapidez hacia Piedra El Indio, a 1600 metros sobre el nivel del mar, y la Explanada. Estuvo muy cerca de llegar al sector Cabeza de Elefante (conocido también como Trompa de Elefante) que queda a 2000 metros sobre el nivel del mar.

La tarde del lunes, 4 de abril, quedaban las fumarolas, parte de las labores de liquidación, y posteriormente se ejecutará la fase de refrescamiento. De acuerdo con el ministro de Interior, Justicia y Paz, Remigios Ceballos, para extinguir las llamas participaron más de 150 funcionarios miembros de los Bomberos Forestales, Protección Civil, Guardaparques, el Ministerio de Ecosocialismo y la Fuerza Armada.

Además del calzado inadecuado que tienen los bomberos, Sinfontes asegura que desde hace aproximadamente un año en cada puesto de guardaparques hay dos rastrillos, dos machetes y dos palas cuando lo normal es que haya al menos seis funcionarios. “Es decir, que cuando hay incendios de esta magnitud tienen poco material. Tampoco tienen paños”.

El mantenimiento del sistema hídrico y de las vías de acceso no se queda atrás con las deficiencias que expresa la secretaria del sindicato de Inparques.

“En Inparques la temporada de incendios inicia en noviembre y desde septiembre comienza la preparación y hay que hacer esas labores a los sitios de acceso. Por ejemplo en la zona de Estribo de Duarte es muy difícil entrar porque el acceso está deteriorado, por eso no podemos esperar el daño para actuar, ese trabajo técnico se debe hacer antes”, dijo Sifontes.

Un funcionario de los bomberos, a quien por seguridad no se identifica ni se específica el cuerpo al que pertenece, contó extraoficialmente que los cortafuegos, áreas de tierras dispuestas para detener las llamas, no reciben mantenimiento, cada dos meses, porque presuntamente no hay suficiente personal.

“No se hace mantenimiento, crece la vegetación y cuando hay un incendio pasa porque no hay nadie que esté haciendo el trabajo preventivo”, contó.

Al respecto, Sifontes agregó que se ha visto a parte del poco personal obrero que queda haciendo trabajos en los cortafuegos, que viajan guindados en una camioneta negra doble cabina. En época de incendios trasladan funcionarios de otros estados como Cojedes, Aragua, Yaracuy. “Traen alrededor de 30 bomberos a prestar apoyo porque aquí no hay”.

Vandalismo a labores de los bomberos

El miércoles 30 de marzo también se registró otro incendio en el Ávila, que según la cuenta de Twitter de la organización gremialista de Inparques, comenzó a la altura de Quebrada Anauco y llegó casi a La Zamurera.

“Una de las angustias era que las llamas estaban llegando a La Zamurera y ahí los baños fueron vandalizados, el puesto de guardaparques no tiene  luz ni agua y funciona a la mitad. El sistema hídrico que funciona ahí también fue vandalizado”, explicó Sifontes.

Agregó que el parque necesita mantenimiento al sistema hídrico porque en algunos casos hay llaves partidas y los bomberos deben ir a cargar a las quebradas o riachuelos, situación que complica las labores.

“Por eso la labor se vuelve más cuesta arriba para ellos, es un trabajo por vocación, si no fuera por la vocación de los guardaparques, bomberos forestales y grupos voluntarios sería peor”.

Sifontes detalló que en un incendio del 1º de febrero afectó parte de la ruta de Sabas Nieves y el que se registró el domingo 3 de abril ocasionó daños en la Ruta Cachimbo. Aseguró que por eso es importante que Inparques publique la medida precautelativa de protección a El Ávila, la cual especifique que en temporada de incendios no se puede subir.


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