Los carabobeños van al supermercado en una eterna reposición, los días de compras mensuales acabaron hace mucho

Valencia. Amelia Cedeño regresó hace unos meses a Venezuela, huyendo de la crisis en Perú. Pero no siente que las cosas estén realmente mejor en su país porque nunca le alcanza cuando visita un supermercado.

Ha sido tan fuerte el estrés que siente hormigueo en el rostro cuando ve que su hijo tiene hambre. Esta incertidumbre es evidenciada en una encuesta realizada por Crónica.Uno, que incluyó a 386 carabobeños y tuvo 95 % de confiabilidad y un margen de error de 5 %.

Los resultados revelaron que 83,3 % de los encuestados considera que sus necesidades no están cubiertas al momento de hacer compras en el supermercado.

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Fotografía: Armando Díaz

Lo preocupante es que, sin importar el rango de gasto —teniendo 10 dólares como lo más bajo y 400 dólares como el gasto más alto—, los encuestados aseguraron que no logran cubrir sus necesidades.

La razón de esta sensación se justifica en los datos del Cendas FVM para agosto, cuando la Canasta Alimentaria Familiar quedó fijada en 539 dólares equivalentes en bolívares a  22.812,07. Por lo tanto un carabobeño promedio requiere unos 175,47 salarios mínimos para adquirir dicha canasta, es decir, unos 760 bolívares diarios.

Asdrúbal Oliveros, economista y director de la consultora Econoalítica, afirma que no le extrañan estas cifras ya que 45 % de la población tiene ingresos individuales de hasta 100 dólares. «Su capacidad de compra es limitada».

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Fotografía: Armando Diaz
Muchas veces pocas compras

El estudio reveló que 62,7 % de los encuestados va al supermercado cuatro o más veces al mes. Algunos como Cedeño van hasta ocho veces, otros van a diario.

De acuerdo a Italo Atencio, miembro de la Asociación Nacional de Supermercados y Autoservicios, la cifra responde a que el carabobeño recibe dinero de forma semanal y con eso continúa el proceso de reposición permanente.

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Comprador camina por los pasillos del supermercado El Chacal en El Parral (Valencia). Fotografía: Armando Díaz.

Esta situación ha obligado a los carabobeños a visitar más de un supermercado por compra. Según el estudio, 56,9 % visita más de un establecimiento en cada salida, y 52,4% acude entre dos y tres locales diferentes.

El motivo detrás de esta búsqueda constante es encontrar mejores precios. De ahí que 49,1 % use este criterio como principal motor de búsqueda. Las ofertas y la variedad de productos han dejado de ser el principal atractivo.

Según los resultados de la encuesta, 38,4 % afirma que solo acude a un establecimiento porque no tiene vehículo o no quiere gastar en combustible. 9,2 % que visita cuatro o más supermercados lo hace gracias a su capacidad para desplazarse sin problemas.

Los precios dan la victoria

Aquellos que no tienen vehículo, como Zoraida Pérez, aseguran que no van más allá de la bodega de su barrio, ya que pagar el transporte público para ir a una cadena de supermercados sería equivalente al costo de una o dos harinas de maíz precocido.

Este patrón de visita a múltiples supermercados permitió a Crónica.Uno identificar las opciones preferidas de los carabobeños para hacer sus compras. La Granja fue la opción más escogida, con 187 votos, seguida por Kromi 78 y Luxor 71.

Largas colas se forman a las afueras de abastos La Granja, en el boulevard Constitución, centro histórico de Valencia. FotografÍa: Armando Díaz.

Por ejemplo, 500 grs de café San Salvador cuestan 4,06 dólares en La Granja, mientras que en Kromi ascienden a 5,13 dólares. De igual manera, la harina precocida de maíz marca PAN tiene un valor de 0,82 dólares en La Granja, 0,90 dólares en Kromi, y 1,00 dólar en Vida, el supermercado menos votado.

Los reyes de las compras

La Granja ha logrado su éxito gracias a sus precios y más de 14 tiendas. Pero también, la clase popular carabobeña cuenta con más opciones como Balys y Comeval que han desplazado a supermercados tradicionales como Plazas, Kalea y Kromi. Otros, como Forum y Vida, no logran posicionarse debido a sus altos precios.

Café a un precio más caro que el pagado por Ramírez. Fotografía: Armando Díaz.

Atencio, presidente de la ANSA reportó que en Venezuela el número de supermercados para principios de años se había duplicado con respecto a 2021.

“Hay un supermercado por cada 34.400 habitantes mientras en 2021 había uno por cada 66.600 habitantes”. Para principios de 2024 el país contaba con unos 828 supermercados y estima que para 2025 el crecimiento estará alrededor de 4,5%.

Teniendo en cuenta los altos índices de pobreza, los sectores beneficiados con la baja de la inflación que según el BCV finalizará el 2024 en 25 % serán alimentos, cuidado personal y farmacia. Los tres pueden confluir en un supermercado. Ahí está la clave de por qué hay tantos locales de este tipo. «Son la prioridad de la gente».

La crisis ha forzado un cambio en los hábitos y la frecuencia de compra. Luis Portillo recuerda que, en su niñez, sus padres lo llevaban una sola vez al supermercado. “Comprábamos en grandes cantidades; ahora, hacer una despensa completa es casi impensable”.

De hecho, 37 % de los encuestados cree que estos cambios en los hábitos de compra ocurrieron hace un año, mientras que 41,7 % opinó que se dieron mucho antes.

Fotografía: Armando Díaz

El cambio en la moneda usada también es notable: 63,4 % paga en bolívares y dólares, 24,6 % solo en moneda local, y el resto en divisas, lo que indica que los carabobeños manejan menos dólares que en años anteriores.

Estos cambios son corroborados por datos de la ANSA al igual que los resultados de la encuesta.

Ecoanalítica también registró un aumento de pagos en bolívares, se trata del 60 % y tiene que ver con que el gobierno ha impulsado el uso de bolívares y la banca se ha visto forzada a mejorar sus sistemas electrónicos de bolívares

Fotografía: Armando Díaz
El crecimiento de lo electrónico

Las nuevas formas de pago también ganan terreno, como el sistema Cashea, que permite pagar 40 % de una compra y 60 % restante en dos semanas. De acuerdo al portal web de esta empresa en Carabobo los supermercados afiliados son Balys, Luxor, Euromax, La Granja y Vida.

“La gente la usa a veces para aumentar su crédito en la app”, comenta una cajera de Luxor, mientras que en La Granja hay una cola específica para este servicio.

Supermercados Vida es uno de los que ofrece pagos por la app Cashea. Fotografía: Armando Díaz.

En cuanto a las compras en línea, de los 387 encuestados, solo tres usan esta opción, y prefieren hacerlo en Tu Zona Market, un establecimiento sin tienda física que entrega los productos directamente en la puerta de la casa. “Es una comodidad”, comentó Libia Cordero desde San Diego, aunque esta conveniencia puede ser demasiado costosa para el carabobeño promedio.

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