La película cuenta la historia de un trabajador de la CIA que busca venganza. Un guion repleto de soluciones fáciles.
Caracas. Charlie Heller (Rami Malek) es el más destacado en la CIA cuando toca decodificar, programar y conseguir orígenes en la intrincada red mundial. Es ordenado, disciplinado y comprometido con su trabajo.
En casa forma parte de un matrimonio que quiere ser expuesto como estable, amoroso y leal. Sin embargo, el origen que detonara el conflicto se queda corto. Pues la pareja no irradia ninguna emoción, tan fría como el agua del Paso de Drake.
El amateur: operación venganza es una película de espías que busca distanciarse de lo esperado. Pues su protagonista no es un hombre de acción. Las armas le son distantes, así como las persecuciones en físico.

Su rutina es tranquila, excepto cuando está frente a la pantalla, donde es capaz de llegar a oscuros secretos de la organización en la que trabaja.
Pero su vida sufre un duro golpe cuando su esposa tiene que viajar a Londres. Allí es víctima de un atentado terrorista y es asesinado.
Confiado en que sus superiores atacarán a los responsables, se decepciona cuando deciden que la red criminal siga su curso con la intención de llegar hasta lo más recóndito de la organización. Indignado, decide tomar justicia por su cuenta.
Es así como se lanza a Europa para conseguir a los culpables de la muerte de Sarah (Rachel Brosnahan).
Con sus matices, el detonante es aceptable en El amateur: operación venganza. Sin embargo, en el segundo acto de la película surge toda una serie de calamidades narrativas que le van restando verosimilitud a la historia.

Personajes que no tienen justificación, persecuciones condescendientes con los objetivos del protagonista y un personaje secundario que termina siendo salvador sin darle la más mínima oportunidad al principal de resolver fuera de su ámbito tecnológico.
El amateur: operación venganza es de esas películas en las que casi todo se resuelve por computadora, por un proceso invisible para el espectador que tiene que aceptar que es así porque es válido en el universo infinito de lo digital.
La película es dirigida por James Hawes, quien tiene una película mejor lograda: Los niños de Winton (2023), con Anthony Hopkins. En el guion figuran Ken Nolan, Gary Spinelli y Robert Littell, algunos de ellos responsables de largometrajes de acción mejor justificados como La caída del halcón negro (2001) o Barry Seal (2017).
Es verdad que entretienen, se deja colar. Pero en el fondo, es un intento torpe de afianzar un personaje que realmente es tratado con mucha condescendencia para que logre su objetivo.