Tras 25 años, Gilber ha hecho de la venta de libros su pasión y sustento. A pesar de la crisis que ha cerrado numerosas librerías en el país, el quiosco sigue siendo un lugar clave para los amantes de la lectura.
Caracas. En el año 2000, Gilber González necesitaba dinero para costear sus estudios en computación. Un día habló con un amigo sobre su búsqueda de empleo. Este le comentó de un conocido que vendía libros bajo el puente de Las Fuerzas Armadas, en Caracas, y que, si quería, podía preguntarle si le interesaba contratar un ayudante.
Gilber acudió al quiosco de aquel librero. Este le explicó lo que tenía que hacer y luego le pidió que ordenara algunos libros. Cuando llegó el momento de cerrar el quiosco se despidieron. Esa fue la última vez que el estudiante vio al librero. “Yo me quedé solo con todo eso”, cuenta Gilber, quien 25 años después mantiene abierto el espacio que quedó a su cargo.
“Han sido 25 años de altas y bajas”
añade Gilber.

La venta de libros bajo el puente de las Fuerzas Armadas es famosa por la oferta de textos usados o de segunda mano a costos asequibles. Este espacio en el municipio Libertador lleva más de 40 años ofreciendo infinitas posibilidades de lectura a los caraqueños y caraqueñas, con 100 quioscos habilitados.
A finales de los años 80, la parte baja del puente de las Fuerzas Armadas solía ser un estacionamiento de vehículos. “Pero la gente lo usaba como baño público o para ejercer la prostitución. Era un desastre”, es lo que contaron los primeros libreros que Gilber conoció a lo largo del tiempo.
“Yo soy segunda generación”, completa este ávido lector de libros de fantasía, historia y novelas eroticas.

El amor por los libros
Gilber, de 49 años de edad, es un técnico superior en computación que nunca ejerció su profesión porque, desde aquel día que llegó al quiosco bajo al puente, encontró en la venta de libros no solo una fuente de ingresos, sino un amor para toda la vida.
“Nuestro fuerte es la venta de libros usados. Entonces conocer a la gente a través de sus libros, cuando traen su biblioteca porque se van del país, o porque algún familiar murió y tienen que desprenderse de los libros, conocer esas historias, a mi me enamoró”
cuenta Gilber.

Un comprador de un montón de años
Luis Martínez, de 49 años de edad, tiene “un montón de años” yendo a comprar libros bajo el puente de las Fuerzas Armadas, sobre todo por “variedad”. Aunque en los últimos años, según su opinión, los precios se han vuelto un poco “exagerados”.
Durante la mañana de este lunes, 3 de enero, Luis revisó con detalle los libros en oferta en el quiosco de Gilber, esta vez sin suerte de encontrar algo que llamara su atención.

En el perfil de instagram de Luis hay un carrusel de fotos de al menos 10 librerías que han cerrado en los últimos quince años en Caracas. Eran librerias que él solía frecuentar y de las que guarda algunas fotos.
Los quioscos de los libreros bajo el puente de las Fuerzas Armadas son de los pocos espacios de este tipo que sobreviven en Caracas, en un país donde los libros también han sido víctimas de la crisis generalizada que se acrecentó desde 2013.
Tan solo en 2018 cerraron 80 librerías en el país, según la Cámara Venezolana de Editores (CAVE).

“Hay un resurgir de la lectura”
Desde hace 15 años Daniel Piñero vende libros bajo el puente. Su cantera de libros son 80 % usados, y el resto títulos nuevos que van desde novelas tradicionales, hasta libros de autoayuda. Además de ser librero, Daniel también es lector. Su género favorito: “cuestiones de la vida real”.
“Ya después de que uno tiene tiempo, no hay manera de salir de aquí. Se enamora uno de los libros y esto es para toda la vida”, dice Daniel.

En la actualidad, para Daniel “hay un resurgir de la lectura”, sobre todo de títulos relacionados con educación financiera o de cómo generar ingresos de forma propia, siendo estos los que más vende en su quiosco desde hace algunos años. “En este país la gente está buscando reinventarse financieramente”, considera.
Para el año 2010 CAVE tenía registro de 35 editoriales de textos escolares. Trece años después, en 2023, quedaban solo ocho.
Las casas editoriales
Los títulos escolares también están entre los más vendidos. Sin embargo, estos libros son vendidos a los libreros por casas editoriales. Esta práctica se ha vuelto cada vez más problemática, según Daniel, debido al “abuso” de los promotores editoriales en el costo de los libros al mayor. “La inversión es muy fuerte para ganar muy poco”.
Desde hace aproximadamente seis años, hay casas editoriales en Venezuela que cambiaron su metodología de trabajo y ahora trabajan con promotores, y son ellos mismos los que ponen los precios a los libreros, pero Daniel dice estar seguro de que “esos precios están muy por encima de lo que ellos invierten”.

Los costos en los quioscos bajo el puente pueden variar según el tipo de mercancía que ofrecen. Sin embargo, los precios van desde los cinco a los 20 dólares en la mayoría de textos.
La importancia de los libros
Edgar es un lector nato. De sus opciones para comprar libros en Caracas, una de las que sobrevive es el puente de las Fuerzas Armadas. Edgar solía caminar de Plaza Venezuela a Altamira y pasar por las ocho librerías que había en este trayecto, todo para buscar algún libro nuevo que llevarse a casa.
“Ahora si queda una abierta es mucho”,
dice Edgar, de 39 años de edad.
Una vez por semana, Edgar trata de pasar bajo el puente de las Fuerzas Armadas y revisar los quioscos en busca de algo que cautive su interés. En la lectura ha encontrado una oportunidad de conocimiento que no cambia por nada. “Leyendo uno aprende más”, finaliza.