Macetas de plástico, lentes de sol y otros artículos son productos que pueden ser rentables con el reciclaje. Un par de jóvenes venezolanos aprovechan tapas plásticas para impulsar su emprendimiento.
Caracas. Macetas de colores, elaboradas a partir de tapas de plástico, es lo que sobra en el Taller Neo. Esa es la apuesta, por el momento, de un proyecto joven que cree en el reciclaje como un nicho de emprendimiento en Venezuela, y convertirla en una empresa de “triple impacto: impacto económico, social y ambiental”.
Esta idea surgió de la búsqueda infinita de ideas a través de internet. Finalmente encontraron a unas personas que tienen un taller de plástico en Estados Unidos, luego encontraron a otro grupo que hacía lentes de sol de plástico reciclado en España y también en Latinoamérica. Y a todas esas ideas que encontraron empezaron a “darles la vuelta” hasta volverlas rentables para ellos.
“Transformar desechos en objetos de valor” es la premisa de Gabriel Santana y Alberto Alfonzo, fundadores del taller, el que por ahora es un espacio pequeño donde está de un lado su oficina, y del otro, el espacio donde están las máquinas y el plástico procesado que utilizan para los materos.
Gabriel y Alberto tienen 27 años de edad. Gabriel es licenciado en Estudios Liberales y Alberto en Relaciones Internacionales. El negocio de ambos salió al público en abril de este año, pero la realidad es que desde hace más de un año planeaban un proyecto en conjunto hasta llegar a la idea del reciclaje.
Neo significa “elemento prefijal de origen griego que entra en la formación de nombres y adjetivos con el significado de ‘nuevo’”, ese concepto se podría complementar con que los productos que Gabriel y Alberto quieren fabricar a futuro en el taller sean objetos con el mismo valor y la calidad de un producto nuevo. Pero la realidad es que la selección del nombre tiene que ver con que el perro de Gabriel se llama Neo.
Las macetas
Las macetas tienen un costo de cinco dólares y 10 dólares si la quieren con la planta incluida. Son de diversos colores e, incluso, aprovecharon el furor con la película Barbie para crear una edición especial de color rosado.
Este es el primer producto que Alberto y Gabriel se atrevieron a comercializar. Los plásticos que emplean en Taller Neo son N° 2 y 5, de los cuales reciben donaciones o compran el material ya peletizado, lo que quiere decir que ya está transformado en gránulos (pequeñas piezas).
A nosotros nos ha sorprendido mucho la receptividad. Hace cuatro meses no pensaba que íbamos a lograr vender materos. O sea, es un producto que lo puedes poner en unos viveros a ver, pero resulta que no; en general, hay gente que se ha animado mucho, que vienen y hacen sus propias macetas, de los colores que quieran. Nos han llegado pedidos de una primera comunión que quiere 50 materos”, comenta Gabriel.
Pero en el Taller Neo no quieren quedarse sólo con la venta de macetas. Los socios tienen en mente la venta de monturas de lentes hechos a partir de plástico reciclado. De hecho, la oficina de ambos está llena de monturas de prueba que han realizado. “Esto ha sido un ensayo y error constante”, describe Gabriel sobre cómo ha sido llegar al producto final, el cual sienten que ya están muy cerca.
Otras ideas
Entre tantas pruebas también intentan crear koalas, bolsos y tarjeteros a partir del plástico de pendones. Para esto crearon una campaña en sus redes sociales, con más de 40.000 seguidores, y a las dos horas ya tenían donativos de pendones en el taller. Ahora ya tienen más de 50 pendones listos para ser reciclados.
También tienen ideas de utilizar desechos textiles para la creación de zapatos, el uso de las mangueras de bomberos en desuso para la realización de correas.
Estamos aquí inventando con todo lo que se pueda. Alguien nos prometió traernos una pelota de bowling. Nosotros aquí lo hacemos es obsesionarnos con el material y ver qué podemos hacer con eso”, comentó Gabriel.
Lo más sencillo siempre será comprar productos nuevos, ya sean unos lentes, una maceta, unos zapatos, o lo que sea. Además porque los productos hechos a partir de reciclaje suelen ser más costosos. Gabriel explica que esto se debe a los procesos de recolección y selección de los materiales suelen ser más complejos y requerir mayor esfuerzo.
Para nosotros es más difícil, pero más útil y mayor beneficio para el medio ambiente y para la sociedad”.
Lo difícil de reciclar en Venezuela
Para el productor es más fácil reciclar “porque hay materiales de sobra”. Pero como usuario particular es mucho más difícil porque hay mucha demanda.
“La gente quiere reciclar” —dice Alberto—, “pero no tiene las herramientas. Y es de ahí que se sustenta la teoría de que no hay cultura de reciclaje en Venezuela. Nosotros creemos que sí existe, por eso la demanda, pero simplemente no hay políticas públicas para poder facilitarlo”.
Ese vacío, según la visión de Gabriel y Alberto, lo intentan llenar las empresas privadas pero no existen las capacidades suficientes para poder suplir las funciones del Estado en el tema.
Uno de los aliados de Taller Neo es MultiRecicla, que tienen puntos de recolección en la ciudad, pero lo ideal sería —explica Alberto—, que cada comunidad, cada condominio, cada edificio, tenga un punto de recolección.
A Taller Neo han llegado ofrecimientos de material desde el interior del país, específicamente de Miranda, Apure, Táchira y Carabobo. Sin embargo, es muy complicado para las personas trasladar el material hasta Caracas y por los momentos, los muchachos tampoco tienen capacidad de ir a buscar el material.
Pero a través de estas ofertas han descubierto que hay muchas personas en Venezuela con conocimientos básicos de reciclaje y con el entusiasmo de hacerlo.
“Saben sobre la clasificación de los materiales y algunos saben sobre los tipos de plásticos y la diferenciación entre cada uno”, comenta Alberto.
Para comunicarse con Taller Neo lo pueden hacer a través del número telefónico: +58-0424-2289277 y por las redes sociales @taller.neo.
Participa en la conversación