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Ahora que la administración de Biden parece estar más dispuesta a negociar con Maduro tras el canje de prisioneros, en el país hay expectativas de las medidas que pudieran tomarse los próximos meses, sin embargo, hasta la fecha ni el Departamento del Tesoro, ni la OFAC han emitido información sobre una ampliación de licencia.

Caracas. Luego de que el 1° de octubre se conociera el intercambio de prisioneros entre EE. UU. y Venezuela, un gesto que marca el avance de las conversaciones que mantienen ambos países desde marzo de este año, se coló un tema de interés: las sanciones en el campo petrolero.

Medios como The Wall Street Journal informaron el 5 de octubre que EE. UU. se preparaba para relajar aún más las sanciones al gobierno venezolano y eso incluía a la petrolera Chevron, sin embargo, la portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Adrienne Watson, dijo que su país no tenía planes de cambiar la política de sanciones hacia Venezuela. 

Chevron y otras cinco petroleras estadounidenses tienen licencia para operar en el país desde que Petróleos de Venezuela (Pdvsa) fue sancionada en enero de 2019. Hasta este año esa autorización mantenía sendas restricciones, pero luego de las conversaciones entre ambos países en mayo se otorgó una pequeña flexibilización.

Las primeras licencias otorgadas se dieron para mantener la integridad operacional de estas empresas, eso significa personas, ambiente y equipos. Mantener la operación, pero sin inversiones.

Pero la licencia del 27 de mayo de este año, la N.° 8J, que extiende la autorización a Chevron, Halliburton, Schlumberger Limited, Baker Hughes Holdings LLC y Weatherford International, con vigencia hasta el 1° de diciembre de 2022, le permite poder negociar con Pdvsa y el gobierno venezolano.

La licencia actual, según una fuente relacionada con la industria, le brindó a Chevron crear ciertos modelos de negocio y discutir intereses entre las partes, por ejemplo, cómo la empresa quiere cobrar su deuda o aumentar su flujo de caja, algo que no estaba permitido antes de mayo de este año. 

Ahora que la administración de Biden parece estar más dispuesta a negociar con Maduro tras el canje de prisioneros, en el país hay expectativas de las medidas que pudieran tomarse los próximos meses, sin embargo, hasta la fecha ni el Departamento del Tesoro, ni la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) han emitido información sobre una ampliación de licencia. 

El permiso actual que posee Chevron le permite el mantenimiento limitado de operaciones esenciales en Venezuela o la liquidación de estas, así como también contratos esenciales que involucran a Pdvsa o donde esta posea una participación del 50 % o más. Las operaciones pueden hacerse siempre y cuando no involucren a una persona sancionada por la OFAC y que no viole las condiciones que establece el régimen de sanciones hacia Venezuela. 

Desde marzo Chevron es uno de los temas sobre la mesa, pues por el conflicto entre Rusia y Ucrania los precios del crudo y de las materias primas se dispararon y países como EE. UU. buscan nuevos aliados y proveedores, mientras que a Venezuela le conviene poder exportar su crudo y elevar una producción diaria estancada alrededor de 700.000 barriles.

Hoy día, Chevron opera entre 100.000 y 130.000 barriles. Expertos consideran que con una flexibilización su producción podría elevarse hasta llegar a los 200.000-300.000 barriles de petróleo diarios.

Actualmente, la licencia de la OFAC, le prohíbe a Chevron la perforación, levantamiento o procesamiento, compraventa, transporte o envío de cualquier petróleo o derivados del petróleo de origen venezolano. El diseño, construcción, instalación, reparación o mejora de cualquier pozo u otro para instalaciones o infraestructura en Venezuela o la compra o provisión de cualquier bien o servicio, excepto lo requerido por seguridad. 

Washington ha dicho que su régimen de sanciones busca generar cambios políticos en el país, como elecciones libres y justas; y que estas sanciones pueden cambiar en caso de que haya pasos creíbles y de que se retome el diálogo entre el Gobierno y la oposición venezolana. 

Hasta ahora, Maduro ha mostrado que tiene peso para negociar y que el apoyo de EE. UU. a Juan Guaidó se debilita, mientras avanzan los acuerdos entre ambas administraciones, no solo por el intercambio de prisioneros en octubre, sino también porque en junio de este año el Departamento del Tesoro eliminó a Carlos Malpica Flores, sobrino de la primera dama, de la lista de personas sancionadas.


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