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Diego García Sarabia, coordinador de la academia del equipo español, dirigió junto con otros formadores el Campus Draft para niños y jóvenes, que pasó por Puerto La Cruz, Puerto Ordaz y cerró la gira esta semana en Caracas.

Caracas. El entrenador del Celta de Vigo Diego García Sarabia fue la cabeza del Campus Draft para la evaluación de talentos en el país, que tuvo paradas en Puerto Ordaz, Puerto La Cruz y cerró la gira el martes de esta semana en Caracas.

La actividad ya había pasado por otros países suramericanos de la mano de la Fundación Celta de Vigo y, en el capítulo venezolano, se concretó gracias a la alianza del club gallego con OCLC Sport Agency y XFans Internacional.

En su paso por el país, el coordinador de la academia del Celta evaluó las condiciones de unos 600 niños y jóvenes de entre 9 y 23 años de edad, quienes, al inscribirse en el Campus, pudieron vivir la experiencia de entrenar con metodología europea. Además optaron por la posibilidad de ir a practicar a suelo español en la cantera del cuadro celeste.

En la rueda de prensa previa al cierre de gira en la capital, que se realizó en la Escuela Paria Sport de Sebucán, García destacó el entusiasmo y la atención que ponían los jóvenes futbolistas en cada sesión.

Nos encontramos con talento, ganas de demostrarlo y ganas de oír otro mensaje. Los niños están acostumbrados a su día a día y viene gente de otro país, con otro tipo de mensaje, y ellos están abiertos a oír, ver e interactuar con nosotros. Eso es muy importante porque deja ver un interés por mejorar”, resaltó el entrenador UEFA.

Al ahondar más en las evaluaciones, García aseguró que se intentó que los muchachos vivieran la experiencia, más allá de los resultados individuales de cada uno.

“La realidad de cada país y de cada joven es diferente, y tiene que ser dentro de su contexto. Seguramente alguno tiene un poquito más para ir a jugar a Europa, pero todos los demás pueden desarrollarse en el fútbol profesional venezolano. Esto no se acaba y el potencial nos lo ha demostrado”.

En cuanto al accionar de los jugadores criollos, el formador apuntó haber visto un ritmo de juego un poco más pausado y con aspectos por mejorar en la parte táctica:

El ritmo es más lento y de repente se alborota, pero sin mucho orden y una de las palabras que más repetimos en el programa es ‘pausa’, porque es un poco descontrolado lo que se hace”, dijo García Sarabia.

“Son pequeñas reflexiones de los tres días que pasamos. Aquí hay también un proceso de cambio generacional y de seguro el profe José Pékerman llevará al fútbol venezolano por un buen camino”, concluyó.

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