Los agricultores no solo deben lidiar con el colapso de las vías por las lluvias, ahora les toca también la escasez de combustible debido al retraso en la llegada de las gandolas, lo que disminuye la oferta y aumenta la demanda en toda la región andina.
San Cristóbal. Luego de varios meses en calma, las colas de gasolina dominan nuevamente el panorama en las estaciones de servicio, lo que prendió las alarmas entre los habitantes de esta región fronteriza, quienes llevan años soportando esta situación que parece no tener fin.
La falta de acceso a combustible subsidiado convierte al Táchira en una de las entidades con la tarifa más alta para el pago de gasolina, que en momentos de escasez se convierte en oro para los conductores.
Uno de los gremios más afectados son los productores agrícolas, que se encuentran en la zona de montaña, a quienes les urge abastecerse para poder mover las toneladas de verduras y hortalizas hacia diversos estados del país.
“Estamos nuevamente en emergencia porque no hay gasolina, por lo que se corre el riesgo de que se pierdan las cosechas que debemos llevar hacia Caracas o hacia otras regiones”, explicó Gerson Moncada, agricultor de la entidad.
Moncada indicó que los verdurleros temen viajar, ya que el problema de desabastecimiento de combustible se repite en otros estados, por lo que no está asegurado el retorno hacia el Táchira luego de vender la mercancía.
Los camiones parten cargados y estando por allá aprovechan para llenar las pimpinas para el regreso, pero ya no se puede hacer porque no hay gasolina en todo el país”, aseveró.
Histeria
Aunque el panorama no sorprende a los tachirenses, sí ocasiona una “histeria colectiva”, asegura el comerciante Javier Pérez, puesto que al no haber gasolina en las bombas optan por comprar la “bachaqueada” que proviene desde el Departamento de Norte de Santander, en Colombia.
Un litro en el mercado paralelo tiene un costo de 5000 pesos colombianos o un dólar, mientras que en las estaciones de servicio su precio actual es 0,50 centavos de dólar.
Las pocas bombas que abren todos los días nos obligan a repagarla, porque si no lo hacemos, no podemos viajar y se nos va a perder la siembra”, indicó el productor.
Para Pérez, es mejor comprar la gasolina colombiana a pesar de su baja calidad, antes que hacer la cola en la que puede durar hasta más de cinco horas y sin garantía de que pueda echar, debido a las fallas eléctricas.
Para nadie es un secreto que algunas estaciones de servicio no tienen planta, entonces no se asegura que se vaya a echar si hay apagón”, dijo.
El comerciante afirmó que los productores son el sector de la sociedad más afectado por las colas, pues si no resuelven cómo llenar el tanque, se perderán las cosechas de tomate, cebolla y papa, entre otros, que se estiman en más de cuatro toneladas.
A levantarse temprano
Desde antes de las cinco de la mañana hay colas de automóviles en las bombas disponibles para el día de llenado, de acuerdo a lo anunciado por la Mesa de Combustible en la región en sus redes sociales.
A pesar de esto, los tachirenses muestran la inconformidad debido a que son pocas las que abren en San Cristóbal, y en algunos municipios no hay ninguna habilitada. Ejemplo de ello fue el pasado 8 de junio, cuando solo abrieron ocho, de las 12 o 15 que operan a diario.
“Es desesperante lo que nos toca vivir, y lo peor es que la situación no mejora”, comentó Luis Medina, quien estuvo en una cola de tres horas para poder llenar el tanque de su vehículo.
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