La Universidad de Carabobo abrirá en 2026 la carrera de Comunicación Social, con formación integral y gratuita en periodismo y comunicación. Una comisión de periodistas revisa el pensum mientras los futuros egresados enfrentan limitadas oportunidades laborales por restricciones gubernamentales contra medios de comunicación.
Valencia. Para 2024, la rectora de la Universidad de Carabobo (UC), Jessy Divo, ya había anunciado que pronto se abriría la carrera de Comunicación Social, una disciplina que forma profesionales capacitados en medios, redacción, comunicación institucional y periodismo, entre otros campos.
En un campus que ha sido testigo de décadas de formación académica —con facultades que han preparado a generaciones de docentes, ingenieros y profesionales en diversas áreas— esta noticia despierta expectativas entre estudiantes y docentes que han esperado por esta opción educativa.
El 1° de septiembre, la decana de la Facultad de Ciencias de la Educación de la UC, Ginoid de Franco, instaló una comisión decanal para validar el proyecto de Comunicación Social, lo que marcó un momento histórico para la institución.
Por lo que, de aprobarse el proyecto, sería un hito: Comunicación Social no existe de forma pública en el centro del país, y su creación ampliaría las oportunidades educativas y profesionales de Carabobo, al permitier que más jóvenes accedan a estudios de calidad sin necesidad de trasladarse a otras regiones.
Los miembros de la comisión, reconocidos periodistas de la región, representan un puente entre la academia y la práctica profesional. Con su incorporación se busca asegurar que los contenidos sean actuales y relevantes para el ejercicio del periodismo y la comunicación.
Para la decana, esta iniciativa responde a la alta demanda de personas que desean ejercer la carrera y refleja la evolución de la Facultad de Educación hacia la Facultad de Educación y Humanidades —un cambio que busca integrar disciplinas diversas bajo un mismo enfoque académico—.
Falta de diversidad
La falta de diversidad educativa en el campo comunicacional en la región ha sido histórica. Pocas universidades ofrecen formación en comunicación, lo que obliga a los estudiantes a recurrir a opciones privadas o viajar a otras ciudades.
Las opciones privadas tampoco son muchas. En Carabobo, solo la Universidad Arturo Michelena (UAM) forma comunicadores. En Aragua, está la Universidad Bicentenaria, mientras que en Guárico destaca la Universidad Rómulo Gallegos.
Antes de la creación de la UAM, los carabobeños debían viajar a Caracas para estudiar. La capital, ubicada a más de dos horas de Carabobo, concentraba la mayoría de las universidades públicas y privadas con oferta en comunicación.
Sus opciones públicas eran limitadas a la Universidad Central de Venezuela, mientras que en el ámbito privado destacaban la Universidad Católica Andrés Bello, y a partir de 1998, la Universidad Monteávila y la Pontificia Universidad Católica Santa Rosa. Otros optaban por destinos más lejanos, como la Universidad del Zulia o la Universidad de Los Andes —ubicadas en otros estados e implicaba mudanza y gastos significativos—.
La UAM se fundó en 2001, y su primera promoción de comunicadores sociales egresó en 2005, hace 20 años. Lo que muestra que la región cuenta con experiencia en la formación de comunicadores, aunque limitada a la educación privada.
La comisión
La comisión está formada por reconocidos periodistas de la región: Ruth Lara Castillo, secretaria general del Colegio Nacional de Periodistas (CNP); Randolfo Blanco, Dhameliz Díaz y Delia Sánchez, directivos del CNP; Ricardo Graffe, Maigualida Villegas, coordinadora de FM UC; y Carolina González, jefa de redacción de El Carabobeño —representando a distintos medios y organismos de la comunicación en Carabobo, tanto impresos como radiales y televisivos—.
El papel del grupo es revisar el pensum y definir los tiempos de la carrera. Es decir, las asignaturas, la duración de los semestres y la estructura académica—. La decana precisó que, una vez concluido el proceso, todo será presentado ante el Consejo de Facultad y, de recibir aprobación, irá al Consejo Universitario.
Al finalizar esta etapa, el Consejo Nacional de Universidades tendrá la palabra final —cada paso asegura que la carrera cumpla con los estándares nacionales de calidad educativa—.
De Franco aspira a que para finales del primer semestre de 2026 se impartan las primeras clases, lo que significa que estudiantes que hoy sueñan con estudiar comunicación social podrían empezar pronto, siempre que se cumpla con los procesos legales y administrativos requeridos.
Según Randolfo Blanco, corresponsal de Venevisión en Carabobo y profesor universitario, a todos los miembros los llamaron en agosto y les presentaron el proyecto. El equipo se reúne cada jueves bien sea de forma virtual o presencial para avanzar en sus tareas. Blanco aseguró que es un proceso largo y que actualmente se enfocan en revisar el segundo semestre.
Integral
Ruth Lara Castillo explicó que, a diferencia de otras casas de estudio, la UC hará de Comunicación Social una carrera de cuatro años —lo que permite abarcar más contenidos teóricos y prácticos y formar profesionales más completos—. Asimismo, desaparecerán las menciones.
“Estamos apostando por la integralidad, que un profesional salga a la calle con la mayor cantidad de conocimientos posibles”.
Sobre las diferencias entre el pensum de la UC y la UAM, Lara Castillo detalló que la UC incluye mucho contenido que la privada no ofrece y que está actualizado, ampliando los horizontes de los futuros aspirantes —los estudiantes podrán aprender tanto periodismo tradicional como nuevas tendencias digitales—.
La secretaria general del CNP Carabobo plantea una oportunidad para los futuros aspirantes, no solo para quienes buscan gratuidad, sino también para aquellos con aspiraciones periodísticas y que ya ejerzan el oficio sin el aval académico. “Esos que hacen de manera empírica el periodismo que no es periodísmo. Ya no hay excusa”.
Lara Castillo aclaró que el diseño del pensum ya incluyó todas las materias.
Gratuidad versus pago
La gratuidad que ofrecería la Universidad de Carabobo representa una oportunidad para quienes no pueden costearse los precios de la UAM. Esta alternativa que hace posible que jóvenes de bajos recursos accedan a educación universitaria sin endeudarse.
Miguel Paredes, estudiante del décimo semestre de Comunicación en la UAM, afirmó que, a pesar de la crisis económica, elegiría la Arturo Michelena como su casa de estudios, dadas las dificultades que enfrenta la educación pública.
Las razones son las mismas que han llevado a muchos estudiantes de la UC a desertar. “Te hablo de las instalaciones, la falta de seguridad, la inconsistencia de los profesores al asistir. Todo eso juega un rol esencial. No veo con buenos ojos a los futuros estudiantes de la UC”.
Antes de ingresar a la UAM, Paredes tuvo una breve experiencia como estudiante en la UC, donde cursó Economía. Sin embargo, no llegó a completar el segundo semestre.
Posteriormente, dio el salto a la UAM. En esta institución, un estudiante debe pagar 220 dólares para inscribirse y 220 dólares mensuales. Aunque la UAM se refiere a periodos semestrales, en realidad cada uno comprende cuatro meses de clases. Por ello, la inversión total de Miguel asciende a 1100 dólares.
“La UAM es una institución dedicada a personas con una estabilidad económica privilegiada”.
Cuando Paredes comenzó la carrera, pagaba 80 dólares. “Antes, los aumentos eran de 10 dólares, pero en esta última oportunidad fue de 40. Aún así, puedo decir que hay una diferencia clara entre pagar y no pagar”.
A principios de agosto, el vicerrector administrativo de la UC, José Ángel Ferreira, solicitó al gobierno central saldar la deuda de los últimos cinco años que ha impedido a la universidad operar con normalidad —la ejecución presupuestaria mínima afecta la infraestructura, contratación de personal y disponibilidad de recursos educativos—.
Para la fecha de sus declaraciones, solo se había ejecutado 2,9% del presupuesto, en lugar del 65 % correspondiente.
Las deudas históricas
Para muchos no hay explicación para que luego de más de 50 años de la reapertura de la UC, no se abriera una Escuela de Comunicación Social. Uno de los miembros de la Comisión, que habló bajo condición de anonimato, explicó que el proyecto existía desde hace más de 20 años, pero que cambios de gobierno y la apertura de la UAM fueron obstáculos —un ejemplo de cómo la política y la competencia educativa influyen en las decisiones académicas locales—.
“Todos sabemos de la cercanía del rector de la UAM con el gobierno y del poco interés que tenía en democratizar la educación. Estamos hablando que ante una nueva opción educativa, mucha gente puede migrar al área pública. ¿Sabes cuánto dinero puede significar eso? Además, hay personas privadas de estudiar comunicación porque no pueden pagar los costos. Tampoco podemos dejar de mencionar las deserciones”.
Ginoid de Franco reconoció que la apertura de la nueva escuela podría afectar a otras universidades, pero destacó que significa una nueva oferta y la posibilidad de que la gente opte por una carrera gratuita —lo que fortalece la educación pública y la democratización del conocimiento—.
“Claro que es normal que la apertura de la nueva escuela les afecte. Significa una nueva oferta y la posibilidad de que la gente pueda escoger una carrera que, además, va a ser gratuita”, dijo durante la inauguración de la Feria Internacional del Libro de la UC.
Sobre los señalamientos en contra de las autoridades de la UAM para paralizar el proyecto, la decana negó esa probabilidad. “Este proyecto no tiene tanto tiempo como dicen por ahí”.
¿Momento ideal?
Lara Castillo ya había escuchado hablar del proyecto en el pasado y sabía que, hasta la fecha, había tenido varios intentos fallidos por materializarse. Sin embargo, la aparición de esta nueva propuesta le parece una buena oportunidad para que la UAM evalúe todo lo que se está haciendo en el área.
“Sus herramientas, su profesionalización. ¿Qué tan cerca están de defender el ejercicio? Lo ideal es que si una universidad da comunicación social, que la proteja, que proteja el periodismo. Eso tienen que evaluar, qué es es lo que está pasando”.
Por su parte, Yaguare considera que la carrera llega en el momento preciso. “Estamos en un momento difícil, y creo que es el mejor, porque muy pocos quieren ser periodistas. Abrir ventanas en un escenario así convierte la decisión en algo muy preciso”, afirma.
La gran incógnita para Yaguare ahora es qué pasará cuando comiencen a egresar los primeros profesionales de la UC, lo que aumentará la población de periodistas en un país donde cada vez existen menos medios de comunicación. De hecho, según reportó la ONG Espacio Público, en los últimos 20 años más de 400 medios han cerrado como resultado de las presiones gubernamentales.
Frente a este panorama, Lara Castillo, como líder gremial de los periodistas, se muestra más optimista y espera que el escenario cambie pronto.
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