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“Uno lee que llegan medicinas al Periférico y no hay ni para bajarle la fiebre a un niño”

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Familiares de los pacientes que acuden al hospital Periférico de Pariata denuncian que la atención es incompleta, puesto que deben adquirir las medicinas que no les proveen en el área de emergencias de este centro de salud.

La Guaira. Pareciera una historia de Macondo. Incluso, algunos pacientes pudieran levitar: la ausencia de medicinas en el área de emergencias del hospital Periférico de Pariata, en Maiquetía, termina por ser una realidad cíclica.

La carencia de medicamentos no solo afecta a los vecinos de la parroquia Maiquetía. También perjudica al centro y el oeste del Litoral Central, en los que se concentra 75 % de la población.

Este no es un problema de reciente data. Pero, desde el ejecutivo regional se insiste en la provisión de medicinas a los principales centros de salud a través de voceros e influencers en redes sociales.

Sin embargo, cuando se asiste a la zona de emergencias del referido centro asistencial, los anuncios de medios de comunicación social y redes entran en contradicción con los requerimientos colectivos de salud.

El jarabe de la mentira

Dilia Espinoza, de 33 años de edad, cuestionaba la aludida carencia con su hijo de tres años en los brazos y se preguntaba ¿Cómo haría para darle el jarabe de Corolín o de Dipirona a su pequeño con fiebre?

Es mentira lo que dicen en redes sociales que se dotó de medicinas e insumos al Periférico. Aquí me mandan a comprar el remedio en una farmacia de afuera”, comentó, incómoda.

Habitante del barrio Cervecería, la mujer, con estudios incompletos en educación preescolar, pidió un móvil celular prestado para conseguir los 10 dólares (Bs. 290) por los que expendían dicho medicamento.

Próxima a Espinoza, reclamaba en tono más airado Mariana Bolívar, quien fue informada por el personal de salud que debía adquirir metronidazol, a fin de expulsar los parásitos que tenía su niña de cinco años y le causaban dolores abdominales. Tampoco contaba con los cinco dólares (Bs. 145) que valía el medicamento.

Uno lee por redes que dotaron de medicinas al Periférico, pero no hay ni siquiera para bajarle la fiebre a un niño; todo se lo roban, lo venden por internet y eso es un pecado”, expresó Omaira Rebolledo, que esperó el turno para que examinaran a su madre de 83 años de edad, quien se quejaba de un dolor en el pecho.

De acuerdo con otros familiares de pacientes, la atención médica desmejora durante los fines de semana, cuando se reciben aproximadamente entre 250 y 300 personas.

“Ponen a la gente a esperar muchas horas y, además, hay que calarse el maltrato de enfermeras y médicos. Uno no tiene culpa de que no les paguen lo que merecen por sus estudios y experiencia”, indicó una paciente que aguardaba en una camilla.

Inconformidad intramuros

En un recorrido por este centro asistencial se vieron arreglos estructurales y de pintura en pasillos, techos, puertas, ventanas y hasta en dormitorios de guardias del personal de salud.

Aun así, se notan filtraciones en las paredes y fallas en aires acondicionados de varias oficinas de especialidades médicas.

Las refacciones de la infraestructura no evitan la inconformidad de los médicos del área de emergencias, quienes no devengan, en promedio, más de 25 dólares mensuales (Bs. 725). Asimismo, enfermeras y técnicos radiólogos no alcanzan los 20 dólares al mes (Bs. 580).

Desde 2021, la directiva del hospital ha cubierto las renuncias de galenos, enfermeras, anestesiólogos y camilleros con un lote de médicos integrales comunitarios, así como de estudiantes de Medicina provenientes de Haití y otras naciones de África.

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