En el último año el ingreso de los transportistas en Venezuela cayó drásticamente mientras los costos de repuestos y combustible siguen dolarizados. El Frente Unido de Transporte advierte que la operatividad apenas llega a 60 % y plantea anclar la tarifa del pasaje a la tasa oficial del dólar, aunque usuarios rechazan un alza sin aumento salarial.
Maracay. De 70 dólares diarios a apenas 30. La alarmante reducción de los ingresos de Emerson Gavidia, transportista de Maracay, resume la crisis que atraviesa el sector transporte en Venezuela. Lo que antes alcanzaba para sostener a su familia y mantener operativo el autobús, hoy apenas cubre gastos mínimos.
Su historia se repite en terminales, paradas y avenidas del país, donde choferes y usuarios chocan a diario con una tarifa insuficiente, un parque automotor envejecido y una economía dolarizada.
Hace apenas un año, los ingresos diarios de Gavidia le permitían mantenerse. Hoy, con suerte, cubre los gastos operativos del vehículo y su alimentación. Aunque su jornada comienza a las 5:00 a. m., apenas realiza entre cinco y seis viajes al día, para no desgastar más el autobús con el que presta servicio.
Lo que obtiene no le alcanza para costear el mantenimiento de la unidad que cubre una de las rutas principales de Maracay, estado Aragua.
“De esos $30 hay que repartir entre el chofer, colector y el dueño del autobús. Todo eso son gastos que cuando vemos ya no tenemos la capacidad para mantener un vehículo”, expresó el transportista, quien también es presidente de la línea urbanización Girardot.
Gavidia es el sostén de su familia y padre de dos adolescentes, por lo que pronto deberá comprar útiles escolares. Sin embargo, confesó estar dispuesto a dejar el volante para buscar un empleo que le permita mayores ingresos.
“Soy capaz de parar el autobús, porque no estoy produciendo. El sector transporte es una empresa que se está deteriorando. Como quisiera tener otro ingreso”.
indicó Gavidia.
El último incremento de pasaje fue en abril pasado, cuando se publicó la Gaceta Oficial 43.114, que fijó la tarifa urbana entre un mínimo de Bs. 23,00 y un máximo de Bs. 25,00. Ese mismo decreto estableció además que las rutas suburbanas podían cobrar hasta Bs. 50,00, mientras que el Metro, el ferrocarril y otros sistemas públicos mantuvieron el pasaje en Bs. 15,00.
Pese a ello, el sector exige un anclaje al dólar para que la inflación no golpee con tanta fuerza la compra de repuestos.
“Exigimos que la tarifa se ancle a un $ 0.50 al Banco Central de Venezuela. El último reajuste ya no existe, ya no estamos generando por la subida del dólar”, comenta Gavidia.

Entre 50% y 60% de operatividad
José Serrada, secretario general del Frente Unido de Transporte (FUT) en Aragua, aseguró que el sector está en decadencia, golpeado por el alza de los repuestos y la disminución de unidades en circulación.
A su juicio, los transportistas son el único sector social que trabaja con bolívares sin anclaje al BCV, lo que ha ocasionado la merma de más de 70 líneas entre urbanas y suburbanas en la región.
“Unidades que se accidentan por motor, tren delantero y ballesta no vuelven a salir, porque los propietarios no cuentan con el dinero necesario para cubrir esos gastos. Es urgente ajustar la tarifa”, recalcó.
El gremio no quiere repetir los episodios de 2018 y 2019, cuando apenas hubo un 9 % de operatividad por el bajo poder adquisitivo y la escasez de insumos. Hoy existen repuestos, pero los costos son en dólares.
Serrada detalló que la flota de transporte público, en rutas urbanas y suburbanas, opera actualmente entre un 50 % y 60 %. Muchas organizaciones funcionan con apenas entre 45 y 60 unidades, cuando años atrás disponían de más de 100.
«Todos sabemos que las unidades que prestan servicio en Venezuela son viejas. El más nuevo puede ser de hace 12 años, pero hay autobuses con más de 20 años de uso. Eso va a traer como consecuencia una merma de vehículos en la calle».
Para mantener una unidad, un transportista debe gastar entre $150 y $200 en una paila de aceite, $ 200 en cauchos y $ 100 en un juego de frenos.

Combustible a precio internacional
La falta de combustible subsidiado es otro de los grandes problemas para el sector. La escasez afecta sobre todo a los conductores interurbanos, quienes requieren grandes cantidades de gasolina o gasoil para viajar entre estados.
“Tenemos que pagar el gasoil a precio internacional, son $0,50. Todos padecemos la situación económica”,
dijo Martín Arzolay, representante de la Cámara de Transporte.
Las unidades que cubren rutas interurbanas necesitan al menos 600 litros de gasoil para movilizarse a localidades como Caicara, Puerto Cabello o Barquisimeto.
Arzolay aseveró que en todos los terminales de Venezuela ha disminuido la movilidad de usuarios, lo que afecta directamente el poder adquisitivo de los transportistas y dificulta la compra de combustible, repuestos y alimentos para sus hogares.
Usuarios rechazan propuesta de reajuste
Los pasajeros de las rutas urbanas y suburbanas reconocen que la tarifa actual es mínima. No obstante, consideran que antes de aplicar un reajuste, el Gobierno de Nicolás Maduro debería aumentar los salarios.
“Sé que el pasaje no es nada, pero nuestro sueldo tampoco. Tenemos años sin un aumento salarial y por los vientos que soplan seguiremos así por mucho tiempo”, precisó Jonathan Zambrano, usuario habitual del transporte público.
Jonathan, estudiante de la Universidad Bicentenaria de Aragua (UBA), vive en el barrio 23 de Enero, en Maracay, y gasta al menos 110 bolívares diarios en transporte.
“Yo debo agarrar dos camionetas para llegar a la universidad de lunes a jueves. Allí ya se me va el sueldo. Es difícil para los usuarios si suben el pasaje”.
La disputa entre transportistas y usuarios refleja un dilema nacional: mientras los choferes reclaman un pasaje anclado al dólar para cubrir sus costos, millones de pasajeros apenas sobreviven con salarios en bolívares.
El reto está en equilibrar ambos extremos: garantizar que las unidades se mantengan en circulación sin trasladar toda la carga de la crisis a quienes dependen diariamente del transporte público.
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