Estudios apuntan que la tasa de desempleo entre personas de 18 a 30 años supera 60 %. A principios de abril 10.000 personas, en su mayoría jóvenes, abarrotaron la plaza Francia, Chacaíto y sus alrededores para asistir a una feria de trabajo, pero las ofertas laborales disponibles no fueron suficientes para cubrir la alta demanda.
Caracas. En el terminal de los Valles del Tuy Anna*, técnico superior en Contaduría, se sube a una camioneta rumbo a Chacao. En su bolso lleva una carpeta con copias de su currículum impreso, agua y galletas. Tiene la esperanza de encontrar un nuevo empleo en una feria de oportunidades laborales.
La joven, de 21 años de edad, lleva cuatro meses desempleada y necesita con urgencia aportar económicamente en su hogar para costear gastos.
Sin embargo, al llegar hasta el sitio se pierde entre la multitud que hace una larga fila que abarca varias cuadras.
Anna también asistió a la convocatoria, al igual que el resto, urgida por conseguir trabajo. Luego de esperar varias horas, desde las 11:00 a. m., notificaron que la actividad fue suspendida para el día siguiente porque la cantidad de asistentes rebasó la capacidad del lugar.
El testimonio de Anna ejemplifica las dificultades de encontrar empleo para un amplio sector de la población que desea integrarse en el mercado laboral, pero que ven frustradas sus aspiraciones en la búsqueda del empleo soñado.
Un informe del Centro de atención y Defensa para los Derechos Humanos reveló en 2024 que la tasa de desempleo juvenil en Venezuela superó 60 % en los últimos años.

Este indicador apunta que las personas, entre 18 y 30 años de edad, enfrentan desafíos tales como la crisis económica, la falta de capacitación, limitadas oportunidades, alta competencia, sueldos insuficientes y precariedad laboral.
El equipo de Crónica Uno obtuvo el testimonio de varios jóvenes desempleados que compartieron sus inquietudes. En todos los casos aseguraron que mantenerse sin trabajo, además de limitarlos económicamente, repercute en su estado emocional y afecta su autoestima, tal y como lo contó Anna.
“He enviado curriculum a muchas partes, he ido a varias entrevistas y no me llaman. A veces creo que tengo algo malo, me cuestiono constantemente y es un ciclo sin fin. No sé qué buscan las empresas, piden mil requisitos y siento que no soy suficiente”, explicó.
Precariedad laboral en alza
Con la contracción económica y la brecha cambiaria las empresas redujeron sus plantillas y otras bajaron sus santamarías, lo que dejó pocas oportunidades de nuevos ingresos y escasos puestos activos.
Este fue el caso de una heladería familiar ubicada en Catia. La empresa quebró a mediados de marzo porque no pudieron sostener su estructura de costos y se vieron obligados a prescindir de su personal.
Uno de los despedidos fue Josué*, un joven bachiller de 19 años de edad, quien trabajó como cajero durante un año.
“Un día nos dijeron que ya no nos podían pagar el sueldo y nos liquidaron a cada uno con $20. Desde entonces quedé sin empleo y aunque he metido currículum no me llaman o me ofrecen demasiado poco por jornadas de trabajo todo el día. Muchos negocios se aprovechan de la necesidad de la gente para explotarlos”, comentó
El panorama no apunta a una mejoría. El Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) pronostica que a finales de 2025 la inflación anual alcanzará los tres dígitos y se ubicará en 220,94%.
La investigación arroja que esta contracción de la economía en corto tiempo tendrá implicaciones en el bienestar social, la creciente informalidad del empleo y la incapacidad para desarrollar políticas sociales compensatorias.
Este escenario conllevaría a un retroceso en la reducción de los niveles de pobreza, a comparación del primer semestre de 2024.
Pese al desalentador panorama, algunos emprendedores apuestan por promover iniciativas para orientar a los jóvenes y personas de todas las edades en la búsqueda de trabajo, e impulsar a las marcas y empresas contratantes a posicionarse en el mercado .

Uno de estos proyectos es Protalento 0.7, una consultora de reclutamiento y capital humano que desde hace cuatros años organiza ferias de empleo en Caracas y que, en los próximos meses estará presente en Maracay, Barquisimeto, Acarigua, Margarita y La Guaira para atender la alta demanda de gente que busca abrirse espacio en el mercado laboral.
La cuarta edición de la convocatoria coordinada por esta consultora se realizó en la plaza Altamira el 5 de abril pasado y tuvo que ser reubicada al día siguiente en la plaza Brión de Chacaíto debido a la cantidad de asistentes.
El evento tuvo una alta visibilidad en los medios porque congregó a una multitud que se acercó a entregar currículums con la ilusión de recibir alguna llamada. Las ofertas laborales abarcaban diversos sectores y profesiones en áreas como salud, comunicaciones, alimentos y construcción.
Alta demanda y poca oferta
Pero la asistencia fue masiva y rebasó la capacidad del espacio y de las 50 marcas y grupos empresariales que participaron para hacer captación de personal. Los puestos estaban abarrotados de gente que, entre tropiezos y empujones intentaba entregar su documentación y entablar conversación con el personal de reclutamiento.
“Calculamos que asistieron unas 10.000 personas durante los dos días y lamentablemente no pudimos atenderlas a todas. Nos vimos obligados a movernos a la plaza Brión para seguir recibiendo personas”, indicó a Cronica Uno un empleado del equipo de Protalento.
Para julio de 2024 un millón de venezolanos retornó al país, de acuerdo con cifras oficiales ofrecidas por la administración de Nicolas Maduro. Aunque asistieron hombres y mujeres de edad indistinta, la fuente explicó que a diferencia de años anteriores, en esta oportunidad las personas que retornaron recientemente al país estaban más ansiosas por encontrar empleo y fueron más participativas en las redes sociales.

Una de las reclutadoras que brindó asesoría durante la jornada explicó a través de las redes sociales que lo más difícil para el equipo fue lidiar con la rabia, la tristeza y la frustración de quienes no pudieron consignar sus currículum o tuvieron que devlverse a su casa.
En los días sucesivos a la feria 200 personas de 10.000 que asistieron habían sido entrevistadas. La empleada de la consultora apuntó que los procesos de selección y captación son masivos y pueden tomar tiempo.
“Las empresas suelen resguardar los currículum y arman un banco que les sirve por meses para hacer reposición de talento o mejorar la gestión de su capital humano”.
Oportunidades limitadas
Sin embargo, al tratarse de jóvenes con nula o escasa experiencia las alternativas son limitadas.
“Los requisitos que piden las empresas dependen del rubro y del modelo de negocios, pero en general los jóvenes que corresponden al perfil junior suelen ser empleados por call centers o cadenas de comida rápida”, detalló.
La crisis del desempleo también afecta a los estudiantes que contra todo pronóstico planean quedarse en el país y trabajar.
Datos del Observatorio de Empleabilidad y Procesos Formativos de la UCAB arrojan que 40 % de los jóvenes universitarios desea integrarse al mercado laboral venezolano después de graduarse. Pero tener estudios superiores o conocimiento avanzados en diversas áreas no siempre es garantía de éxito

Eliana* tiene 25 años de edad y se graduó en la carrera de Idiomas Modernos en 2024. Domina el inglés, el italiano y el francés. Actualmente se está especializando en alemán y chino mandarín y posee conocimientos en programación.
De vez en cuando gana algún ingreso traduciendo documentos desde su casa, pero con eso no puede cubrir todos sus gastos.
Sus padres la ayudan económicamente mientras culmina su preparación académica, porque le ha sido cuesta arriba encontrar un empleo formal en el área en el que se desempeña.
“Me han llamado muy poco. Cuando les comento que sigo estudiando y asisto a clases 4 horas por semana me descartan de inmediato. Me urge tener mi propio dinero e independizarme, pero ya empiezo a resignarme de que no encontraré nada. Me da pena depender de mis padres y no poder darme un gusto. No sé si vale la pena seguir intentándolo ”, dijo.
(*) Se modificaron los nombres por medidas de protección a las fuentes.
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