Desde el inicio del año escolar, por órdenes del Ministerio de Educación, los docentes deben asistir todos los días de la semana. Por eso, los que se han negado o tenido que faltar por razones de reposo médicos han sido amenazados con suspensión de salario o con procesos administrativos.
Caracas. De los 49 años que tiene, Kellyka Vizcaya ha vivido 20 entre pupitres y pizarrones. No se ve fuera de las aulas de clases. Por esa razón , cuando le dijeron que por un «procedimiento administrativo» no podía continuar con su labor, se negó rotundamente.
Aunque está dispuesta a defenderse, lo que más le preocupa es que, como consecuencia del proceso, puedan suspenderle el salario de 384 bolívares que recibe cada quincena.
«Si lo que cobro son 384 bolívares quincenal y no me rinde, imagínate si me lo quitan», manifiesta la educadora, cuyo salario es uno de los más altos en el tabulador docente por su preparación académica.

Con el sueldo que percibe como maestra de primer grado, que va acompañado de 40 dólares de cesta ticket y bono de guerra económica equivalente a 90 dólares, mantiene su casa y los gastos de sus hijos de 17 y 14 años de edad.
No gasta en transporte debido a que para ir a su casa, situada en la parte alta del volcán de Macarao, solo acceden carros particulares que sean aptos para subir por caminos rústicos.
Por esa razón, desde hace 18 años, que es el tiempo que tiene viviendo allí, recorre 3,18 kilómetros de ida y vuelta.

«Hacia acá solo suben jeeps que uno contrata, o las personas que tienen moto. Del resto, no sube ningún transporte porque a juro hay que venir en carro rústico», dice sobre la caminata que le toma 40 minutos.
Quiere comprarse una moto, pero cada vez que trata de hacerlo «algo pasa» y se ve obligada a gastar lo poco que puede ahorrar. Entre sus inversiones próximas está poner servicio de internet para facilitar su comunicación.
En su casa solo puede «agarrar» señal desde su ventana. El único lugar en el que las llamadas y mensajes entran.
«Acá no hay peligro de robos ni nada, pero el camino de noche es muy oscuro. Yo me tengo que iluminar con el celular porque esto acá se ´pone como una boca de lobo», indica mientras señala el camino cubierto por árboles y por el que algunas veces ha visto serpientes que habitan en la montaña.





El proceso administrativo
Un dolor en la cervical obligó a la educadora a faltar los primeros tres días de clases del inicio escolar, que comenzó el 30 de septiembre. No obstante, y sin previo aviso, la directora de la Unidad Educativa Eduardo Meza Isturiz, ubicada en la parroquia Macarao, le manifestó su decisión.
Cabe destacar que para llevarse esta acción, deben cumplirse algunos pasos previos, entre los que están tres llamados de atención de forma oral, tres de forma escrita y luego el trabajador tendrá derecho a defenderse para saber si la decisión del proceso puede llevarse a cabo.
Esto no ocurrió. Kellyka, quien hasta ahora no ha podido leer los motivos expuestos por parte de la directiva del plantel, tampoco pudo recibir la bolsa asignada, ni los zapatos entregados como parte de los incentivos propuestos por el ministro de Educación, Héctor Rodríguez.

«Yo estaba haciendo la cola con mis compañeras para recibir la bolsa, cuando de repente la directora me toma del brazo y me dijo que no podía agarrarla porque tengo el proceso administrativo. Le respondí que eso era algo que era asignado para mí, pero no me dejó. Al final le dije que se quedara con eso, que a ella le hacía más falta que a mí», expone.
En el Ministerio de Educación todavía no recibe respuestas. Solo le queda esperar y rogar para que no le quiten su salario.
Édgar Machado, presidente del Sindicato Venezolano de Maestros del Distrito Capital (Sinvema DC), afirmó a Crónica.Uno que el Ministerio de Educación puede amonestar a los docentes, pero no suspender el salario sin levantar un expediente administrativo que permita al educador defenderse y alegar los motivos de sus faltas.
Lo que se puede
Para ayudarse con los gastos que asume en su casa, Kellyka da clases particulares a domicilio. Su hijo de 17 años quería trabajar para ayudarla, pero ella no se lo permitió.
«Él me dijo que quería hacerlo y yo le dije que no. Quiero que se concentre en sus estudios. Es lo único que yo puedo dejarle», indica.
Recalca que hace lo que puede con tal de aminorar los gastos. Entre esas medidas está sembrar plátanos, café y lo que usa para aliñar la comida.

A veces, lo que gana solo le da para comprar la proteína para pocos días, por lo que saltarse comidas muchas veces es una opción.
«Muchas veces donde doy las tareas dirigidas me atienden bien y allá como», comenta.




Falta de empatía
Kellyka no comprende las razones por las que la directora, Generba Vílchez, tomó esa acción que, intuye, fue pensada desde el período escolar anterior.
Desde hace años la educadora ha tenido varias pérdidas familiares que han afectado su salud mental. Sin embargo, sus estudiantes han sido un refugio para no caer en la depresión.
«Yo perdí a mi hijo mayor en el 2018. Estuvo en medio de un tiroteo de bandas y una bala le dio en el estómago. También perdí a mi papá y a mi mamá», cuenta. Pese a los años que han pasado, reconoce que le resulta imposible el contener las lágrimas al recordar a sus familiares.

El año pasado también se separó de su esposo, quien constantemente la amenaza con sacarla del hogar que entre los dos construyeron.
«Entre nosotros construimos todo porque no alcanzaba para pagarle a nadie», explica.
Desde su separación, su hijo de 14 años ya no vive con ella, pero sí lo ayuda con sus gastos.
«Todo esto se lo conté a la directora del colegio para que me entendiera. En su momento pareció que lo hacía, pero por su accionar de este año, parece que no es así», señala.



Peticiones ministeriales
Desde el inicio del año escolar, el ministro Héctor Rodríguez planteó el fin del horario mosaico, en el que docentes asistían menos días a la semana a las instituciones educativas para que pudieran dedicarse a otras actividades que les generaran ingresos económicos adicionales.
Durante un recorrido hecho por Crónica.Uno el 30 de septiembre, día en que comenzó el período escolar 2024 – 2025, se confirmó que los planteles tenían como orden impartir clases los cinco días de la semana.
Quienes se han negado, han sido amenazados con suspensión de salario o amenazados con procedimientos administrativos.
Para garantizarlo, el representante de la cartera educativa prometió varios beneficios, entre los que están bolsas de comida, calzado, salud y créditos asociados a vivienda.
Hasta ahora, los educadores han recibido zapatos, productos alimenticios y jornadas médicas.
Entre otras medidas, a partir del 20 de noviembre entrará en vigencia un pago preferencial de pasaje a los educadores de la Gran Caracas. Con este pago tendrán un descuento de 50 %.
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