El diestro guayanés ganó los premios Pitcher del Año y Regreso del Año luego de redondear una notable actuación con la camiseta de los Navegantes del Magallanes.
Caracas. El lanzador guayanés Junior Guerra vio como su carrera tomó un segundo aire inesperado en la temporada 2024-2025 del beisbol profesional venezolano.
En su primera campaña con la camiseta de los Navegantes del Magallanes, el nativo de San Félix se llevó las distinciones de Pitcher y Regreso del Año de la LVBP al registrar foja de 8-1 y 2.63 de efectividad en la ronda eliminatoria.
Tal rendimiento fue una sorpresa, si bien la calidad del derecho no está en duda. El bolivarense debutó en las Grandes Ligas en 2015 y sumó siete zafras en el mejor beisbol del mundo donde dejó marca de 31-25 y efectividad de 4.06 luego de lanzar con Medias Blancas, Cerveceros, Cascabeles y Los Ángeles.
Una incógnita
Quizás lo que hacía dudar de un resurgir del diestro era su estado de salud. A comienzos de 2023, Guerra se sometió a la temida cirugía Tommy John, que consiste en una reconstrucción del ligamento del codo de lanzar. Esa operación limitó al serpentinero a tirar apenas 13 entradas en la 2023-2024 con los Tiburones de La Guaira.
Ya casi con 40 años y con la interrogante de una recuperación, el grandeliga pasó a las filas de los Navegantes del Magallanes en un cambio por Yangervis Solarte, toda una apuesta de la gerencia magallanera, que fue muy criticada por la transacción.
No obstante, Junior Guerra consiguió trabajo en la liga mexicana y allí pudo fortalecer su brazo para llegar en una condición óptima a la pretemporada del elenco turco el pasado mes de octubre. Todo el proceso desde la cirugía no fue nada sencillo, según el propio escopetero.
«Muchas veces pasó por mi cabeza dejar el beisbol. Lo conversé mucho con mi esposa, pero ella siempre me dio la confianza para seguir», admitió el guayanés, quien también aseguró recientemente no sentirse tan saludable desde 2018, su último año como abridor en la Gran Carpa.
Más allá de su «asombrosa» vuelta al plano estelar en la pelota criolla, Junior Guerra ya había conseguido antes un «renacimiento» en la lomita. Y es que el derecho llegó a lanzar en los circuitos de España, Italia y Nicaragua antes de recibir una segunda oportunidad en las Grandes Ligas con los Cerveceros de Milwaukee.
A una semana de cumplir las cuatro décadas de vida, Guerra se convirtió en el lanzador más longevo en ganar el premio Pitcher del Año y el sexto magallanero en lograrlo. Además, el dorsal 41 de la nave es apenas el quinto serpentinero en llevarse el galardón de manera unánime.
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